Habíamos regresado y fue Emy quien condujo, yo estaba lleno de ira. Frustrado, odiando a ese ser que debía ser un ejemplo a seguir. Hasta en pasar unos días con Emily lo truncó. Hemos hecho el amor desde nuestro regreso, porque sabemos que mañana debía irme… Otra vez y ahora quién sabe hasta cuándo. Mi hermosa Pelirosada estaba sobre mi pecho y su precioso cabello había sido el causante de mi relajación. No ha comentado nada, pero sabía que estaremos juntos hasta mañana. Eran las dos de la madrugada. En Italia mi madre debe estar arreglando lo de su conferencia con los otros socios. Sonó mi celular. Era Jonathan. —Perdón por llamarte en la madrugada. Pero deberías de salir ahora mismo. —¡Qué! ¿Salir a dónde? —Con cuidado puse a Emy a un lado, para sentarme al borde de la cama. —Estoy afuera Iskander, tu padre salió a Italia no debe tardar en llegar a ese país. Te lleva varias horas de adelanto. Se debió enterar de que no estabas con tu madre y hermana. —Ya salgo… Al mirar a mi es
Me oculté en el baño. ¡Carajo! No podía ser cierto, no pude haberme acostado con el hombre con quien he trabajado desde antes de la pandemia y ¿ahora? —pegué la boca en el grifo para beber algo de agua y calmarme. Debían de hacer caso omiso a mi noche de pasión y prestar atención a la presentación.—Eres muy buena fingiendo. Margarita debes hacerte la frente, esto no te hubiera pasado si te hubieras quedado en la habitación del hotel. —Me dije a mí misma. Respiré y salir y fue lo peor. Esos ojos cafés me miraron y mis piernas temblaron. Imágenes de lo ocurrido esa noche.—¿Te encuentras bien? —Liliana se me acercó. Afirmé—. ¿Si te das cuenta de lo atractivo que es?—¿Quién?—El publicista y ha dominado por completo la presentación. ¿Vas a sentarte?—Sí, es un hombre atractivo… —Tenía que decirle. La miré.—¿Qué pasa? ¿Algo vistes mal?—Liliana… él fue el nombre con el que amanecí en la noche loca que me sugeriste que hiciera. —abrió los ojos—. No digas nada, luego hablamos.—Acabas de
El señor Braulio seguía mirándome, se rascó el mentón sin apartar la vista de la mía. No sabía si contarle que venía de estar con su hija.—¿Has visto a mi hija de nuevo?Carajos, mentirle sería ser deshonesto, respiré profundo y afirmé.—Vengo de estar con ella. Nos encontramos por casualidad en su campeonato de patinaje. Por cosas de la vida mi abogado, tenía a su hija en el mismo campeonato. Sé que acaba de conocer a mi madre y como verá nuestra vida no es normal, no con el hombre que tengo como padre. No puedo contarle más. Sin embargo, de ahora en adelante actúe como si tuviéramos minutos de saber de la existencia del otro.—A un hombre opresor y maltratador se le mete en la cárcel.—No a un hombre como él. Espero hacerlo algún día, pero por ahora debo jugar por debajo. No obstante, puedo aprovechar este evento para hacer algo.—Muchacho, ¿cuántos años tienes? Hablas como…—Un joven que desde los catorce le tocó hacerse grande para defender a su madre y hermana. —afirmó—. Su hija
Siempre quedo para ser recogida con cuchara al saber que no lo volveré a ver más. Me dije que iba a irme al día siguiente, sin embargo, eso sería llegar a mi casa y que mi abuela y hermanos me vieran deprimida y papá no tardaba en regresar.No he realizado videollamadas. Solo mensajes de texto… Habían pasado dos días desde su partida y seguía aquí. Si miro a la cocina, imágenes de sexo me abordan, si miro a la sala igual, el baño, la habitación, la terraza. Estuvimos dos días juntos e hicimos el amor en casi todos los lugares. Pero faltaron más. Muchos más.Terminé de hacerme el desayuno. Estaba tan concertada en mis recuerdos que la arepa se me estaba quemando.—¡Carajos!—¿Hiciste para dos? —Mi corazón se aceleró, ¿en verdad lo escuché?— No soy tu imaginación.Poco a poco me di la vuelta y ahí estaba el hombre más bello de la faz de la tierra para mis ojos, podría haber muchos más. Pero esa picardía de esos ojos oscuros y esa sonrisa lobuna de caballero, muy seguro de lo que sabe ha
Una semana, ya había pasado una semana con mi Pelirosada lejos del mundo, solo con el contacto de nuestros padres por teléfono una vez al día. Del resto nos hemos pertenecido en cada minuto. Como tratando de alargar el tiempo para tener más recuerdos, mi galería está llena de fotos que luego paso al portátil.Anoche volvió a llover de manera muy fuerte, e hizo mucho frío, la casa tenía calefacción, pero, aun así, fue más frío de lo normal y decidimos dormir al lado de la chimenea. Con muchas cobijas sobre nosotros y realizando mucho ejercicio sexual, era deliciosa, exquisita, su aroma, su sabor embriagante, Emily era… mía. Seguía profunda, salí desnudo de tibias sábanas, tomé los envoltorios de los preservativos. Me puse el bóxer y el pantalón para ir a preparar el desayuno.Nos va a dar muy duro separarnos, no hemos dejado un solo lugar de esta casa o los alrededores sin un recuerdo de nuestros cuerpos desnudos. Escuché los mensajes llegando a mi celular. Al darme la vuelta para ir a
Llegamos al aeropuerto, su abogado lo esperaba con dos tiquetes, el mío y el de él. Yo regresaba a los Ángeles. —Buenos días. —Nos saludó—. Emily ya debes ingresar a la sala de embarque, debes estar en diez minutos. Dame tus maletas para entregarlas. —Tomé el tiquete—. Luego estaré tomando un café en ese lugar. —miró a Iskander.Cuando nos dejó solos, me aferré a su cintura. Ahora quién sabe hasta cuando nos volveremos a ver. Y espero en verdad algún día darle rienda suelta a un largo noviazgo. Sentí el beso en mi cabeza de nuevo.—Debes ingresar.Era una sensación bastante dividida. Mi hermano y abuela me necesitaban y mi deber era sin duda estar con ellos. No obstante, mi corazón y alma se quebraban. Era injusto no poder tener todo. Mi padre me envió un mensaje que no encontró vuelo tan pronto y debía esperar seis horas para que saliera uno.—Recuérdame, en la soledad de tu cuarto, recuérdame.—Tengo que entregarte algo.Tomó su maleta, yo no le compré nada. Del interior sacó un
No dejaba de pensar en Emily, aún me quedaban varias horas de vuelo. Quedé tranquilo cuando Jonathan me dijo que el accidente no tuvo nada que ver con mi padre. El auto inmovilizado era de una familia acaudalada de Arizona. Quedó de investigar aún más. Le pedí que se hiciera cargo de ese caso si llegaran a necesitar un abogado, él los representara y cobrara por su honorario extra. No sabemos nada de la joven que se llevó por delante a uno de los hermanos de mi Pelirosada. Sin embargo, lo que me dijo luego sí me tenía pensando. Según el informante que tenemos en las empresas. Él desea comenzar a viajar de manera constante y quedarse un par de meses en Turquía para permanecer cerca de mi hermana. Y eso no será nada bueno, no creo en su repentina paternidad. Sus intenciones eran para mantenerse vigilándonos, así que debía convencer a mi madre para mudarnos de país y regresar a Estados Unidos, espero que con lo último que hizo Serkan, Jonathan junto con su equipo de abogados de familia
Ese señor nos quedó mirando a mi hermano y a mí, era un hombre intimidante, cabello negro bastante grande, mucho más corpulento que mi padre, vestido de traje que lo hace parecer más un asesino que un empresario. Menos mal la abuela se encontraba con Emiliano, tales acontecimientos la ponían nerviosa.—Nosotros somos los familiares. —dije, tratando de mantener la voz fuerte. Emilio se quedó a mi lado.—¡Retiren la puta demanda contra mi hija!El grito hizo que los presentes miraran a nuestro lado. Espero la tierra se abra a nuestros pies y nos desaparezca.—¡En primer lugar, respete a mi hermana! —Salió el que compra peleas ajenas—. En segundo, no retiraremos nada, ¡su hija atropelló a mi hermano!, y será la justicia quien intervenga.—Mira jovencito. Retiran la demanda para poder sacar a mi hija de ese lugar, o se arrepentirán. No saben con quién se acaban de meter, y moveré todas mis influencias para pisotearlos. Retiren por las buenas la puta acusación.—Lo que acaba de decir lo us