Daniel:¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?Vuelvo a echar sobre mi cara, agua fría del grifo. Veo mi rostro y siento la necesidad inmensa de darme una buena bofetada a ver si así se me pasa toda esta estupidez crónica que está pasando por mi mente.La tengo hecha un lío.¡No puede ser! Cualquier persona menos ella, solo eso pido.Niego repetidas veces mientras tiro de los cabellos con toda la fuerza que poseo. El dolor de cabeza se abre paso con rapidez, quiero detenerme pero a su vez no, porque pienso que esta es la mejor forma de deshacerme de la idea loca de que Ada es hermosa y me gusta pasar tiempo a su lado.Respiro hondo.Reviso con calma lo que le pedí a Red por el teléfono, pero es necesario para tener una bonita velada llena de películas de terror en la que es posible que, mi compañera de encierro terminé metida entre las costillas asustada y pidiendo protección para luego negar que lo hace por el contenido de lo que ve.Suspiro. Pasamos demasiado tiempo juntos, tanto qu
Daniel:Respiro hondo. Ada, emite un chillido por lo bajo cuando el asesino sale de entre los arbustos. No logro entender como algo tan simple, con efectos tan malos logra asustarla, pero la dejo ser. Porque, por primera vez no pensó en ella sino en mí y eso me agrada muchísimo. Más de lo que ella podría llegar a imaginarse.No sé con exactitud cómo empecé a ver a Ada con estos ojos, de la manera en que ahora la veo, pero lo hago.Es molesto tener que aceptar que he caido ante ella. Quizás por el encierro, tal vez por la cantidad de tiempo que pasamos juntos o solo porque, de tanto quejarme termino gustandome como si eso fuera un plan macabro del karma por las veces que vocifere que nunca llegaría a fijarme en alguien como ella.Buena esa vida, me has dado un buen golpe.—Oye, oye... —Ada jala de mi camisa. Tiene los ojos cerrados, unas cuantas lágrimas han caído por su rostro porque hay evidencia de ello. Comienza a darme pena, porque ella sólo quería agradar esta vez, pero terminó a
—No eres mi socia en esa parte, solo en este negocio cibernético, hasta donde tengo entendido. —Ada se muerde la punta de la lengua, reteniendo lo que sea que iba a decir.—Que injusto, sabes que hizo daño a una de tus empleadas y aún así la conservas. —Se queja.—Pudiste haber hecho esas quejas en recursos humanos, no conmigo, recuerda que no puedo andar al pendiente de todos. Tengo más negocios que atender y —alzo el dedo para detenerla porque ya estaba por hablar—eres adulta ya, no deberías de creer en cualquier persona que diga que va a ayudarte, en la vida todo es una constante pelea y rivalidad, por ver quien quien se queda con lo mejor.—Ya, entiendo, te acostaste con ella y por eso la defiendes. —Abro la boca lleno de sorpresa, ¿en qué parte de la oración dije que había tenido relaciones con Veronica? O sea, sí las tuve pero no lo dije.—¿De qué hablas, Ada?¿Llegaste a eso solo porque no la despedí? —Alza una ceja y se cruza de brazos.—No, llegué a eso, porque pareciera que q
Ada:—¿Estás segura de lo que dices? —Miro la cara de Zara, mucho más delgada y con pronunciadas ojeras bajo sus bonitos ojos.—Sí amiga, no sería capaz de mentir en algo así, lo sabes a la perfección. —Mueve un poco el tapabocas y luego, escucho como suspira.—Bueno, esto es... Cómo decirlo de una forma sútil, eh, ¿Predecible? —Levanta una mano y chasquea los dedos. —A menos qué tuvieras planeado quedar a mitad de la nada con tú jefe, el cual en un principio detestabas y ahora, te tienes que esconder para poder confesar que te atrae y es tanta la desgracia, que sabes que nunca vas a llegar a llamar su atención por el tipo de chicas que le gusta. —Respira con dificultad, hablo tanto que se quedó sin aire. —En fin —respira hondo, —lo que te estoy tratando de dejar claro, es que era de esperarse que uno de los dos terminaría loco por el otro debido al encierro. Y debo admitir, que es agradable saber que fuiste tú, ya que, es de manera romántica. Porque de haber sido él, estoy segura que
—¡Deja eso! —Daniel se tambalea en donde está y suelta sin querer el plato de vidrio con agua, el cual al chocar con el piso se quiebra y deja un desastre.—Yo no fui, —digo de inmediato, sus ojos están que echan chispas por la rabia de haber dejado caer el plato de vidrio que le envió su mamá por correo.—Díme ¿Por qué hiciste eso? —Respira profundo, han sido unas semanas super largas y aburridas, tanto que no encontramos que más hacer. Hemos pasado de jugar cartas, domino y otros juegos de mesa, a ver películas de todo tipo, series asiáticas, turcas y demás. Hasta llegamos al punto en que tuvimos noches que no paramos de parlotear sobre lo que nos atormentaba fuera de estas cuatro paredes.Como por ejemplo; a Daniel no le gusta que lo sigan, ni tener que esperar, es una persona que adora que todo esté a la hora exacta como si perder un segundo o dos los fuera a matar de ansiedad. Adora los gatos porque siente que saben llevar a la perfección la soledad, su signo es Tauro pero no cre
Daniel:¿Por qué será que las mujeres estando en sus días se vuelven tan insoportables? Digo, Ada no ha parado de tener esa cara de obstinada desde que se levantó esta mañana.Traté en lo posible de ignorar su actuación, pero ya como que se me está volviendo imposible, no para de patear lo mínimo que encuentra en el suelo. Murmurar cosas cada que veo el teléfono y buscar películas corta venas en los catálogos disponibles para ver, es espantoso tener que convivir con una persona que no para de dar una imagen de desprecio para con el mundo.—Quita el pie, —sisea, entre fastidiada y molesta. —Quiero acostarme un rato, me duele la barriga.Le hago espacio en la cama, porque estoy sentado en una esquina, dejó que se acueste boca abajo y suspiro.Desearía tener una barita mágica para eliminar ese malestar que la tiene de mal humor y que vuelva a ser la misma Ada de siempre.—¿Quieres que le pida algo en particular a Max? no sé, ¿Aspirinas para el dolor? —Gruñe como si fuera un perro, esa es
Ada.—No puedo creer que hiciéramos esto juntos, —Digo con la voz entrecortada. El cuerpo sudando a mares y el cansancio apoderándose de ambos. Daniel sonríe, se ve tan lindo de esa forma, relajado, con el cabello desordenado y feliz.—Si, —hace un pausa. —Nunca pensé que pudiera alguna vez en la vida llegar a limpiar toda una habitación con alguien, sin tener que matarnos a la mitad porque colocaran un pie en el piso húmedo, recién trapeado.—Ahh... Se siente bien esto —hago movimientos con mis manos para tratar de explicar lo que sea que ha pasado entre los dos. —Digo, el saber que podemos debes en cuando contar el uno con el otro. Y pensar que hace meses tratábamos de acabar con nosotros.—Si... Oye, Ada, ¿Has llamado a tú amiga Zara? —Dice poniéndose en pie, tomando algo de ropa limpia y entrando al baño. —Porque, hace una semana inició su hermano el tratamiento ¿No te has preguntado cómo va? —Niega, pero me río al darme cuenta de lo tonta que me veo porque él no sabe que estoy ha
—¿Por qué llora doña Dolores? —Escucho la voz pausada y grave de Zetth, de inmediato empujo a Daniel quien cae sobre la cama y me ve con cara de pocos amigos por lo que acabo de hacer.—¡Zety! —chillo, mi amigo aparece en pantalla. Tiene el rostro más delgado de lo normal, unas enormes ojeras y cabello largo que lleva amarrado en una cola de caballo. Luego de que se aleja un poco, puedo ver a la perfección como su cuerpo está muchísimo más delgado, perdió la musculatura y se hacen notar los huesos del pecho.—No me digas así, no soy un niño Ada. —Habla muy lento, pareciera que no pudiera respirar bien y los párpados le pesan.—Déjame por una vez tranquila, ¿no ves que estoy feliz por volver a escuchar tú voz? —Escucho carraspear a Daniel pero lo ignoro de una manera olímpica que hasta yo, me sentiría mal si lo hicieran conmigo.—Si, gracias por preocuparte por mí, por cierto. —Toma asiento creo que en el suelo, justo a un lado de Zara, se enfocan los dos después de tanto tiempo.—¿Cuá