—¿Puedo hacer otra llamada? —Preguntó, Daniel está arrodillado y tiene la cara escondida entre sus piernas, pero aún así responde con un bajo "si" le está comenzando a afectar que hable de la enfermedad que se llevó al amor de su vida, pero con sinceridad si no pregunto no sabremos qué es lo que en realidad pasa fuera de estás paredes y para ser sincera, no quiero buscar en las noticias para terminar en depresión después de ver fuertes imágenes que es posible que logren traumarme. —Gracias.Esta vez marco el número de mi madre. Al segundo tono responde y escucho como le pregunta a papá "Cariño, ¿Dónde se le da para ver a la niña?" niña... Ella aún sigue viéndome como una chiquilla indefensa, genial y seguro que a Ezkar lo trata como a todo un adulto.La cara de mis progenitores se ve a unos cuantos minutos de iniciar la videollamada.—¡Ada! ¡Mi amor! ¿Por qué no habías llamado? Nos tenías tan preocupados. —Dice, limpiando una lágrima, papá aparece detrás de ella con una bonita sonrisa
—Oye, ¿Crees que los animales también se enfermen de COVID? —Tomo asiento a un lado de Daniel. Quien hace menos de una que se despertó, cepillo, duchó y se volvió a tirar sobre la cama a esperar que ese tal Red envié el desayuno y la merienda del día de hoy.—No lo sé, Ada. Y para ser sincero, espero que no —suspira,—¿Sabes lo grave que llegaría a ser el mundo sí eso pasa? Digo, una gran parte de la población come carne animal. ¿Imagínate que se contagiarán por este medio también?—Un caos total, —agrego. Suena la alarma que tiene el dron y me levanto para colocarme unos guantes y agarrar las cosas que ha traído hoy. Desinfecto con el alcohol y el antibacterial la caja para luego hacer lo mismo con lo de adentro. Mucho protocolo impuesto por Daniel, la verdad no sé qué sentido tiene si al final estoy dejando entrar los gérmenes de afuera al abrir la ventana y meter dentro la caja. Pero en fin, solo hago caso a lo que dice y ordena para no tener que verlo en su estado de "Soy el manda
Daniel:¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?Vuelvo a echar sobre mi cara, agua fría del grifo. Veo mi rostro y siento la necesidad inmensa de darme una buena bofetada a ver si así se me pasa toda esta estupidez crónica que está pasando por mi mente.La tengo hecha un lío.¡No puede ser! Cualquier persona menos ella, solo eso pido.Niego repetidas veces mientras tiro de los cabellos con toda la fuerza que poseo. El dolor de cabeza se abre paso con rapidez, quiero detenerme pero a su vez no, porque pienso que esta es la mejor forma de deshacerme de la idea loca de que Ada es hermosa y me gusta pasar tiempo a su lado.Respiro hondo.Reviso con calma lo que le pedí a Red por el teléfono, pero es necesario para tener una bonita velada llena de películas de terror en la que es posible que, mi compañera de encierro terminé metida entre las costillas asustada y pidiendo protección para luego negar que lo hace por el contenido de lo que ve.Suspiro. Pasamos demasiado tiempo juntos, tanto qu
Daniel:Respiro hondo. Ada, emite un chillido por lo bajo cuando el asesino sale de entre los arbustos. No logro entender como algo tan simple, con efectos tan malos logra asustarla, pero la dejo ser. Porque, por primera vez no pensó en ella sino en mí y eso me agrada muchísimo. Más de lo que ella podría llegar a imaginarse.No sé con exactitud cómo empecé a ver a Ada con estos ojos, de la manera en que ahora la veo, pero lo hago.Es molesto tener que aceptar que he caido ante ella. Quizás por el encierro, tal vez por la cantidad de tiempo que pasamos juntos o solo porque, de tanto quejarme termino gustandome como si eso fuera un plan macabro del karma por las veces que vocifere que nunca llegaría a fijarme en alguien como ella.Buena esa vida, me has dado un buen golpe.—Oye, oye... —Ada jala de mi camisa. Tiene los ojos cerrados, unas cuantas lágrimas han caído por su rostro porque hay evidencia de ello. Comienza a darme pena, porque ella sólo quería agradar esta vez, pero terminó a
—No eres mi socia en esa parte, solo en este negocio cibernético, hasta donde tengo entendido. —Ada se muerde la punta de la lengua, reteniendo lo que sea que iba a decir.—Que injusto, sabes que hizo daño a una de tus empleadas y aún así la conservas. —Se queja.—Pudiste haber hecho esas quejas en recursos humanos, no conmigo, recuerda que no puedo andar al pendiente de todos. Tengo más negocios que atender y —alzo el dedo para detenerla porque ya estaba por hablar—eres adulta ya, no deberías de creer en cualquier persona que diga que va a ayudarte, en la vida todo es una constante pelea y rivalidad, por ver quien quien se queda con lo mejor.—Ya, entiendo, te acostaste con ella y por eso la defiendes. —Abro la boca lleno de sorpresa, ¿en qué parte de la oración dije que había tenido relaciones con Veronica? O sea, sí las tuve pero no lo dije.—¿De qué hablas, Ada?¿Llegaste a eso solo porque no la despedí? —Alza una ceja y se cruza de brazos.—No, llegué a eso, porque pareciera que q
Ada:—¿Estás segura de lo que dices? —Miro la cara de Zara, mucho más delgada y con pronunciadas ojeras bajo sus bonitos ojos.—Sí amiga, no sería capaz de mentir en algo así, lo sabes a la perfección. —Mueve un poco el tapabocas y luego, escucho como suspira.—Bueno, esto es... Cómo decirlo de una forma sútil, eh, ¿Predecible? —Levanta una mano y chasquea los dedos. —A menos qué tuvieras planeado quedar a mitad de la nada con tú jefe, el cual en un principio detestabas y ahora, te tienes que esconder para poder confesar que te atrae y es tanta la desgracia, que sabes que nunca vas a llegar a llamar su atención por el tipo de chicas que le gusta. —Respira con dificultad, hablo tanto que se quedó sin aire. —En fin —respira hondo, —lo que te estoy tratando de dejar claro, es que era de esperarse que uno de los dos terminaría loco por el otro debido al encierro. Y debo admitir, que es agradable saber que fuiste tú, ya que, es de manera romántica. Porque de haber sido él, estoy segura que
—¡Deja eso! —Daniel se tambalea en donde está y suelta sin querer el plato de vidrio con agua, el cual al chocar con el piso se quiebra y deja un desastre.—Yo no fui, —digo de inmediato, sus ojos están que echan chispas por la rabia de haber dejado caer el plato de vidrio que le envió su mamá por correo.—Díme ¿Por qué hiciste eso? —Respira profundo, han sido unas semanas super largas y aburridas, tanto que no encontramos que más hacer. Hemos pasado de jugar cartas, domino y otros juegos de mesa, a ver películas de todo tipo, series asiáticas, turcas y demás. Hasta llegamos al punto en que tuvimos noches que no paramos de parlotear sobre lo que nos atormentaba fuera de estas cuatro paredes.Como por ejemplo; a Daniel no le gusta que lo sigan, ni tener que esperar, es una persona que adora que todo esté a la hora exacta como si perder un segundo o dos los fuera a matar de ansiedad. Adora los gatos porque siente que saben llevar a la perfección la soledad, su signo es Tauro pero no cre
Daniel:¿Por qué será que las mujeres estando en sus días se vuelven tan insoportables? Digo, Ada no ha parado de tener esa cara de obstinada desde que se levantó esta mañana.Traté en lo posible de ignorar su actuación, pero ya como que se me está volviendo imposible, no para de patear lo mínimo que encuentra en el suelo. Murmurar cosas cada que veo el teléfono y buscar películas corta venas en los catálogos disponibles para ver, es espantoso tener que convivir con una persona que no para de dar una imagen de desprecio para con el mundo.—Quita el pie, —sisea, entre fastidiada y molesta. —Quiero acostarme un rato, me duele la barriga.Le hago espacio en la cama, porque estoy sentado en una esquina, dejó que se acueste boca abajo y suspiro.Desearía tener una barita mágica para eliminar ese malestar que la tiene de mal humor y que vuelva a ser la misma Ada de siempre.—¿Quieres que le pida algo en particular a Max? no sé, ¿Aspirinas para el dolor? —Gruñe como si fuera un perro, esa es