Adam le dijo. “Acepto”. Y le preguntó. ¿Algo más?”. Melody negó con la cabeza. Adam suspiró. “Ok, entonces ve a cambiarte”. Melody estaba a punto de salir cuando recordó algo. “Oye…” Adama se quedó de pie mirándola esperando a que hablara. “¿Por cuánto tiempo estaremos casados? Se que el trato con Alma era un año, pero en nuestras circunstancias…” Adam le explicó. “Solo serán seis meses, después cada quien por su lado”. Adama todavía tenía que explicarle y convencer a su abuelo, lo importante ahora es que la boda se efectuará. Cuando Melody salió de la habitación, Estefany y los padres de Alma se acercaron a ella. “¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?”. Le preguntó Estefany. Los padres de Alma apenados le dijeron. “Lo siento mucho Melody, no sabíamos que Alma haría esto”. El señor estaba muy preocupado. “¿Ahora qué haremos?”. La señora muy alterada temblaba le dijo. “Estaremos en la ruina… Los Fonseca no perdonarán esto”. El señor abrazó a su esposa. Melody suspiró y los tranquilizó
El abuelo sonrió contento, todo estaba saliendo excelente, la ceremonia siguió, el juez se acercó con los papeles que debían firmar para lo civil. Adam lo hizo primero y después le dio la pluma a Melody, ella se inclinó para firmar, pero dudo por unos segundos… El abuelo le gritó. “¡Firma niña!”. Todos en el salón rieron, ella apenada miró de reojo al hombre mayor y susurró… “Lo siento”. Adam estaba molesto dándole una mirada de desaprobación a su abuelo. Ella firmó rápidamente entregándole los papeles al juez sin que Adam los viera. El juez al verificar las firmas le dio la palabra al padre, esté muy alegre le dijo a la pareja… “Ahora los declaró marido y mujer… puedes besar a la novia”. Melody reaccionó. “Besarnos…” No había tenido tiempo de pensar en el beso y seria frente a tantas personas. Ella observó a Adam que se acercaba, estaba a solo unos centímetros de distancia, él era más alto, subió su velo y con sus manos tomó sus mejillas, se acercó más a ella y se agacho un
En un restaurante cerca de ahí… Marcos, Grace y Walter comían, Melody les había pedido qué cuidarán a su hijo mientras estaba en la boda de su amiga, ellos comían muy a gusto hasta que observaron en el televisor a Melody… Aparecieron imágenes de Adam y ella vestida de novia, en las noticias hablaban sobre Clara Torres y Adam Fonseca. Grace y Marco se miraron entre sí y estaban confundidos, Walter observaba detenidamente al hombre que estaba al lado de su madre, no parecía simple. Marcos sacó su teléfono y llamó a Melody, pero su teléfono solo sonaba se le había quedado en la habitación. Pagaron la cuenta rápido y salieron subiendo al auto, Grace sacó su teléfono para buscar la ubicación del lugar donde decían estaba Melody casándose, le dio a Marcos la dirección del hotel, al llegar ahí, no los dejaban entrar si no tenían invitación, solo los más prominentes de la ciudad estaban presentes. Marcos estaba furioso. “¡Mi hija está ahí dentro! ¡Quiero hablar con ella!”. Grace tenía d
Adam tomó la mano de Melody cuando pasaban por el gran salón, todos miraban a los nuevos esposos. Melody estaba algo apenada por todo lo que pasaba. Llegaron hasta otra sala. Se detuvo y preguntó. “¿A dónde vamos?”. Adam la miró fijamente y le dijo. “Con mi abuelo”. El abrió la puerta de la habitación. El abuelo de Adam estaba en su silla de ruedas esperando a que entraran. Cuando al fin los vio y cerraron la puerta les reclamo. “Ahora si me van a decir que pasa”. Adam le explicó a su abuelo. “Alma se fugó, ahora está rumbo el extranjero, no quería casarse abuelo. Miró a su nueva esposa. “Ella es Melody, es amiga de Alma, se ofreció como voluntaria para tomar el lugar de Alma”. Melody quería rodar los ojos y golpear a Adam pensando. “¿Voluntaria? Ja, me obligaste”. Las palabras de Adam eran algo… técnicas… hablaba como si Melody ocupará un puesto en un trabajo. El abuelo examinó a Melody de pies a cabeza y empezó a preguntar. Abuelo: “¿De dónde eres?”. Ella: “Ciudad Espera
Adam lo notó porque ella estaba un poco más baja de estatura que al principio, le gustaba su estatura, se asomó debajo de su vestido observando los diminutos dedos, sus uñas estaban pintadas de esmalte blanco y tenía unos pequeños emojis en el centro. Él sonrió burlándose de eso, era una mujer extraña. Ella solo asentía a la gente agradeciendo, no conocía a nadie. Adam le susurro. “No te preocupes. Yo tampoco los conozco, son invitados de mi abuelo”. Ella miró a Adam y sonrió. “Ok”. Se alegró que tratara de hacerla sentir mejor. Marco, Grace y Walter eran los últimos invitados. Marcos se acercó a Melody “¿Y ahora qué?”. Quería saber si ella regresaría con ellos al departamento. Melody estaba apunto de decirle a Adam que se iría a casa y hablarían mañana, pero Adam no la dejó hablar y le dijo a Marcos. “El chofer los espera afuera, Melody recogerá sus cosas para la luna de miel”. Todos dijeron en unísono. “¡¿Luna de miel?!”. El abuelo resoplo. “Claro que luna de miel, están recié
La azafata se acercó a Adam de manera coqueta. “Señor… ¿Gusta algo del bar?”. Adam la miró por un momento y después observó a Melody que los miraba con una ceja levantada y cruzada de brazos. Adam sonrió y miró a la mujer. “No gracias, pero mi esposa desearía algo”. La azafata giro a ver a la chica de enfrente y con otro tono le dijo. “¿Se le ofrece algo?”. Melody rodó los ojos ante la mujer, claro que se notaba diferente el trato. “Algo ligero con alcohol”. La azafata asintió y regresó con una bebida. Melody tomó un sorbo y sonrió. “Gracias”. Se abrocharon los cinturones y Melody observó por la ventanilla como iban tomando altura. Adama la miro. “¿No tienes miedo? “. Melody negó sonriendo y recordando. “No. Mi mama y yo viajamos constantemente cuando era pequeña, ella me enseño una pequeña canción infantil, su voz me quitaba el miedo…” Melody empezó a cantar muy bajo. “Había una vez un avión… que bajaba y subía… al cielo quería llegar…” Adam se quedó escuchando su tierna vo
Adam se quedó en la mesa en silencio mirando la pantalla de la computadora, escuchó la puerta cerrarse y sintió que la habitación estaba vacía, el silencio empezaba a molestarlo, no escucharla susurrar, cantar, o sus miles de ruidos era algo que empezaba a extrañar. Era extraño porque estaba acostumbrado al silencio desde muy joven, trabajaba mejor ahora algo no dejaba que se concentrarse. Él suspiró y se levantó para darse un baño, la habitación contaba con dos recamaras, una sala, una cocina-comedor y un solo baño, él no podía darse un baño hasta que ella dejara la habitación, era algo raro pero su presencia lo ponía nervioso. Se desnudó y entró a la regadera por un rato cerró los ojos y lo primero que vio fue la linda cara de Melody, su sonrisa y su rostro ruborizado. Abrí los ojos lentamente y empezó a reflexionar todo lo que le estaba pasando. Salió del baño con solo una toalla que rodeaba su cintura y se encerró en su habitación. Seguía sintiendo que el silencio lo invadí
Ella entró al cementerio camino varios metros hasta llegar a una hilera de tumbas, dio algunos pasos más hasta quedar frente a una qué estaba sucia y abandonada. Melody la observó y susurró “Creo que nadie te visita verdad… dime ahora ¿Dónde está? si decía amarte tanto”. Melody se quedó en silencio por algunos minutos y volvió a hablar. “Mamá murió lejos de aquí, ella descansa en paz… solo quería que lo supieras”. Ella se burló. “Aunque no se si te interesó alguna vez”. Se alejó y regresó a la puerta, Fili estaba por llamar a su jefe, Melody se había tardado mucho, al verla se tranquilizó y guardo el teléfono. Melody se acercó y le sonrió diciendo. “Vámonos”. Ella le volvió a dar indicaciones al chofer y los llevó a un restaurante viejo en el centro, estaba abarrotado pero la comida era excelente. Melody había invitado al chofer y a Fili a comer con ella al principio se negaron, pero al ver sus ojos de súplica no pudieron decirle que no Al final fueron a una plaza y caminaron