Maddie Hoy por fin anunciarían el ganador del concurso de diseño, estaba muy nerviosa, emocionada y a la vez un poco triste, porque cuando me inscribí imaginaba este día diferente, imaginaba que tendría a Andrew a mi lado para acompañarme, que él estaría tan emocionado como yo y que si ganaba Andrew estaría ahí entre el publico viéndome orgulloso mientras me aplaudía como loco, pero esto no seria así, en cambio Ethan seria mi acompañante de esta noche. Despues de todo, mañana me iría en la tarde, ya había comprado incluso el boleto de avión y tenia todo mi equipaje preparado, Ethan había mandado a buscar mis cosas al apartamento de Andrew con uno de sus empleados hace dos días, debido a que había aceptado seguirme quedando en su penthouse hasta que me fuera, ya no había vuelta atrás y aunque había recibido algunas llamadas de Andrew, me seguía rehusando a contestarle por miedo a caer de nuevo en su hechizo. Así que continué maquillándome, ya casi era la hora de irnos y d
AndrewEstos días sin Maddie, aunque habían sido pocos los había sentido como una eternidad, no paraba de extrañar cada pequeña cosa de ella y estar constantemente recordando los errores por los que la perdí y el dolor constante en mi pecho simplemente no desaparecía, solo se hacía más grande al igual que mi desesperación. Era asfixiante y sabía bien que así debió sentirse ella cuando yo me fui a California a estar pendiente del estado de Isabella en lugar de quedarme con ella y la culpa me carcomía con cada vez más fuerza, solo me quedaba el arrepentimiento, el dolor y el anhelo. A veces ni siquiera sabía cómo podía levantarme, porque me sentía desgarrado por dentro, toda la alegría de mi vida se había ido junto con ella. Sin embargo hoy finalmente la vería, apresurado me subí al auto con el ramo de rosas que no creía poder darle, pero igual quería llevarlo porque esto era lo que hubiese hecho si estuviéramos juntos.Iba un poco tarde debido a que aunque tenía reservado este d
Andrew «Porque me moría de ganas por verte de nuevo, por estar aquí en este momento tan importante para ti y ver cómo te daban el premio que mereces, porque te he extrañado como un loco y porque te quiero de vuelta, porque te necesito como al maldito oxígeno para respirar.» Quise decirle todo esto, pero sin embargo lo guarde para mí. —Vine a verte ganar ese premio que ya sabía que era tuyo, felicidades, sé cuánto te esforzaste, te mereces este premio y miles más. — Dije al mismo tiempo que extendía el ramo de rosas hacia ella. Maddie miró las rosas por un segundo, antes de decidirse a tomarlas y volvió a mirarme. —Gracias Andrew. — Musitó pareciendo incómoda.—De nada, ¿Podrías acompañarme a un lugar para que hablemos a solas? — Pregunté, rogando porque ella aceptara y la vi mirarme dudosa, mientras Ethan tensaba la mandíbula, pero no me interesaba que le molestará, él ya me había jodido bastante estando tan cerca de Maddie y besándola aun sabiendo que en ese momento todaví
Maddie Las palabras de Andrew no dejaban de repetirse una y otra vez en mi mente, causando estragos en todo mi ser y por más que quería olvidarlas o que al menos dejaran de afectarme tanto, no podía. Eso era lo que tenía Andrew, él siempre ha tenido el poder de enloquecerme con una simple palabra o acción y estás no habían sido nada simples, tenían un gran significado, lo cual lo empeoraba todo. Y ni siquiera se cómo pude alejarme con Ethan después de eso, porque mi corazón en ese instante pareció quererse aferrar a Andrew con las mismas ganas que antes. Olvidando por un momento todo el dolor que antes sintió, olvidando lo desgarrador que había sido, pero afortunadamente pude alejarme con la ayuda de Ethan sin mirar atrás, porque aunque el hecho de que él apareciera ayer un día tan especial para mí en el que siempre quise que me acompañara y me mirara orgulloso como siempre desee había significado mucho para mí, fue un lindo gesto de su parte, sin embargo sabía que yo deb
AndrewHoy me había levantado con una terrible resaca y en lugar de estar encargándome de lo que debía, pasé horas mirando el reloj, preguntándome si debía ir o no. Sabía que Maddie viajaría hoy hacía Londres y sentía de nuevo esa necesidad de ir por ella, de pedirle que se quedara, aunque sabía que no debería. Ignorando esto último, me di una ducha y me arreglé para irme cuando ya faltaba poco para que su vuelo saliera, pero apenas encendí el motor, recibí una llamada del detective que contraté para investigar el paradero de Robert. —Dime. — Dije al contestar. —Señor ya sé dónde está. — Afirmó y mi cuerpo se tensó en anticipación, esperando que continuará. — Él fue capturado por la policía ayer después de secuestrar a una mujer y dispararle al empresario Alexander Jones, pero la policía ha tenido esto muy reservado, lamento informarle un día después. Sus palabras me descolocaron, Isabella ni siquiera me había llamado para contarme esto, ¿Sería a ella a la mujer que secue
Andrew Apreté su cuello con fuerza, mientras el rostro de él se iba poniendo rojo al mismo tiempo que se retorcía e intentaba gritar y realmente quería acabar con su vida, lo odiaba por lo que le hizo a Maddie, pero lo solté antes de que la vida se le apagara. Me puse de pie rápidamente y le di tres patadas en el estómago y dos en su asqueroso rostro, antes de darle la espalda, intentando calmarme, escuchándolo toser y quejarse, llenando sus pulmones de oxígeno cuando él no lo merecía. Respiré hondo, tratando de mantener a raya toda está ira que sentía, yo no era un asesino y por más que quisiera acabar con la vida de este monstruo debía calmarme, él no merecía una salida fácil, merecía sufrir lo que le queda de vida. Cuando volví a mirarlo, él ya no estaba sonriendo y ahora si pude reconocer con certeza el miedo en sus ojos, tal vez ya se había dado cuenta de todo el odio y las ganas de venganza que habían en mi interior. —Ella con el tiempo borrará ese recuerdo de su mente
Maddie Mis padres me habían ido a buscar al aeropuerto, estaban muy emocionados al verme, fue grandioso verlos de nuevo luego de haberlos extrañado este tiempo, me alegró mucho que pudiéramos estar juntos de nuevo, pero al mismo tiempo estaba un poco desconcertada cuando llegamos al apartamento en el que ellos estaban viviendo y en el que ahora yo también viviría.Era bastante pequeño, con una decoración antigua y pese a que era la primera vez que yo visitaba este país, no podía decir que estuviera ubicado en una buena zona de Londres.Sé muy bien que nunca han tenido dinero de sobra, pero la razón por la que yo creía que ellos se habían mudado aquí por trabajo era para mejorar el estilo de vida que tenían y ahora parecía haber empeorado, donde vivíamos antes en California era mucho mejor que este lugar. No tenía sentido para mí, pero no quise decir nada sobre esto. —Ya yo había dejado la comida preparada, mientras la caliento, puedes ir a cambiarte de ropa en tu habitación Ma
Maddie Sus besos van bajando desde mi cuello hasta mis senos y luego recorren mi abdomen hasta mi parte más íntima, llenándome de sensaciones placenteras, puedo sentir como separa mis pliegues y empieza a lamer desesperado. Toma mi clítoris en sus labios succionando con fuerza, cómo si estuviera hambriento de mí y puedo sentir como el ardiente calor se aglomera en la parte baja de mi vientre.Mis gemidos se van haciendo cada vez más fuertes, es demasiado, la deliciosa electricidad que recorre mi cuerpo al sentir su boca devorándome mientras aprieta mis glúteos con sus grandes manos me está enloqueciendo y de pronto ya no puedo más, mi respiración se detiene, mis piernas empiezan a temblar y mi vista se nubla con el orgasmo que me atraviesa nublando mis sentidos. Solo vuelvo a mis sentidos cuando siento un beso de Andrew en mis labios y lo miró, está sonriéndome, esa sonrisa hermosa que me enloquece, esos hermosos ojos azules brillando para mí y ese cabello rubio desordenado, él