Maddie Sus besos van bajando desde mi cuello hasta mis senos y luego recorren mi abdomen hasta mi parte más íntima, llenándome de sensaciones placenteras, puedo sentir como separa mis pliegues y empieza a lamer desesperado. Toma mi clítoris en sus labios succionando con fuerza, cómo si estuviera hambriento de mí y puedo sentir como el ardiente calor se aglomera en la parte baja de mi vientre.Mis gemidos se van haciendo cada vez más fuertes, es demasiado, la deliciosa electricidad que recorre mi cuerpo al sentir su boca devorándome mientras aprieta mis glúteos con sus grandes manos me está enloqueciendo y de pronto ya no puedo más, mi respiración se detiene, mis piernas empiezan a temblar y mi vista se nubla con el orgasmo que me atraviesa nublando mis sentidos. Solo vuelvo a mis sentidos cuando siento un beso de Andrew en mis labios y lo miró, está sonriéndome, esa sonrisa hermosa que me enloquece, esos hermosos ojos azules brillando para mí y ese cabello rubio desordenado, él
Maddie —Ya todo está en el pasado, lo importante es que solucionemos esto juntos y tu padre cambie está vez, dejando ese horrible vicio atrás. — Intervino mamá, mientras papá se quedaba en silencio. —Papá… — Pronuncié esperando que me respondiera, pero él negó con la cabeza. —Tu mamá tiene razón, ya es pasado y está vez no te defraudaré hija, siento mucho que las cosas sucedieran de esta manera e involucrarte y usar tu dinero, pero te prometo que no volveré a hacer nada mal y te pagaré lo que me prestes. — Aseguró pareciendo avergonzado y triste.Esta respuesta no me dejó satisfecha y aunque podía sentirme inquieta al mismo tiempo que algunas dudas se empezaban a formar en mi mente, al ver la tristeza en el rostro de mis padres y su renuencia a hablar más del tema no quise insistir.—Al menos pueden decirme, ¿De cuánto es la deuda? —De 70000 libras, era de un poco más, pero con los ahorros que nos quedaban y algunas cosas que vendimos pagamos una parte, pero eso es lo qu
Andrew Todo era tan monótono, luego de terminar con mi trabajo ya no quedaba nada más por hacer en la oficina, tenía que volver a la suite con mi asfixiante soledad. Ya había pasado más de un mes, cuarenta y cinco jodidos días desde que Maddie se fué a Londres y se sentía como una eternidad. Era tan insoportable estar sin ella en nuestro Penthouse que dejé de ir a dormir allí hace un mes, ahora me quedaba en uno de los hoteles de mi familia, no era mucho mejor porque igual seguía anhelándola en las noches y aún en las mañanas buscaba su suave cuerpo al despertar, solo para decepcionarme al no encontrarla y recordar que ella estaba muy lejos de mí, pero al menos podía dormir en una cama, porque en nuestra habitación simplemente no podía, se sentía mal en cualquier sentido, ni siquiera era capaz de intentarlo porque mi corazón dolía de solo ver esa cama vacía. —Andrew. — Pronunció Sabrina, sacándome de mis pensamientos y la miré, me estaba sonriendo con cierta coquetería como s
Andrew Cuando mi asistente me informó en dónde estaba viviendo Maddie con sus padres me desconcertó, no me gustaba que ella estuviera quedándose en un lugar así y mis ansias por ir a verla solo crecieron al mismo tiempo que algunas dudas empezaron a pasar por mi mente. —Resérvame un boleto de avión hacia Londres para mañana.— Le ordené a mi asistente, ya no iba a perder más tiempo. —Señor, disculpe mi intromisión, ¿pero quien se encargara de los negocios aquí? — preguntó desconcertado.—Voy a hablar con mi padre primero y luego te informo los detalles. — después de decir esto, colgué la llamada. Ahora vendría la parte difícil, como explicarle a mi papá que tenia que irme y dejar todo tirado aquí por un tiempo y que ni siquiera sabía exactamente por cuánto, porque reconquistar a Maddie podría tardar demasiado y yo no pensaba volver hasta lograrlo. Sé que tenemos otros negocios en Londres de los que podría encargarme, pero allá no soy necesario como aquí, porque ya ti
Maddie Me sentía completamente agotada, había tenido que conseguir un trabajo al igual que mamá y papá también encontró algo, pero seguíamos debiendo mucho, en realidad era como si lo que le dimos antes no hubiera ocurrido, porque ahora se debía lo mismo gracias a los intereses. Esos aprovechadores cobraban un 30% de intereses y simplemente la deuda solo seguía acumulándose por más que nos esforzáramos en pagarla. Tampoco había sido fácil él tener pesadillas constantes y el corazón roto, porque seguía extrañando a Andrew. Sin embargo aún así, debía levantarme para ir al trabajo y apenas terminé de arreglarme, salí para comer algo antes de irme. De repente el timbre sonó y mamá se apresuró a abrir, mientras yo solo seguía comiendo mi cereal de espaldas a la puerta. —Andrew, ¿Que estás haciendo aquí? — escuché preguntar mamá y mi cuerpo se tensó por completo al mismo tiempo que mi corazón empezaba a latir desbocado, pero no me atreví a voltear, no podía moverme, no podía enfr
Andrew Tener frente a mí a Maddie de nuevo me había confirmado lo que ya sabía, yo simplemente no podía vivir sin ella, el solo verla de nuevo se había sentido como si hubiese estado muerto y solo con su presencia había vuelto a la vida. Mi pulso estaba demasiado acelerado y mi cuerpo solo quería aferrarse a ella para nunca soltarla. Pero lamentablemente a ella verme no le estaba resultando tan agradable y me dolía demasiado verla llorar. Más cuando se veía más vulnerable que nunca, ella parecía no estar descansando bien, tenía ojeras y parecía haber perdido peso, lo cual me preocupa mucho. —El problema es que no puedo creerte Andrew, en mi cabeza quedó grabado como tú me ignorabas cuando tenías a Isabella cerca, como la celabas frente a mí sin importar nada, como te enfurecías al saber que ella estaba con Alexander y yo me sentí tan devastada cada vez, tan insegura de confrontarte porque tenía miedo de que confirmaras tu amor por ella porque aún yo no estaba lista para dejarte
Maddie En el momento en que Andrew entró mis ojos se abrieron de par en par y me puse nerviosa, mucho más cuando caminó directamente hacía mí con el ceño fruncido. Pensé que se había ido, él no debería estar aquí. —¿Estás trabajando aquí? ¿Por qué? — Cuestionó conectando sus ojos con los míos. —Porqué quiero, ahora vete, no puedo perder el tiempo hablando con personas, solo clientes. — Musite asegurándome que mi jefa no me estuviera viendo. —Esta bien, entonces, ¿Qué precio tiene este vestido? — Cuestionó Andrew tomando un vestido del perchero a su lado. —Andrew eres hombre, no tienes porque comprar ropa de mujer, vete ya por favor o me causaras problemas. — Dije ansiosa, yo no podía perder este trabajo. No es que ayudara demasiado a pagar la deuda, pero sería peor no tener nada y eso nos dejaría en una situación mucho más peligrosa. —Si tengo una razón para comprar este vestido y muchas cosas más, hay una hermosa mujer que me tiene completamente hechizado y quier
Maddie —Si, él apareció hoy aquí de repente, yo no sabía que vendría, pero lo hizo e insistió en invitarme a cenar para que hablemos, acepté y por eso ahora mismo está aquí conmigo. — Me apresuré a explicar incómoda. Sabía que para Ethan el hecho de que esté cerca de Andrew nuevamente después de todo no debería agradarle ni un poco, mucho menos cuando él quería que nos viéramos también y aunque yo le había dejado claro que no había posibilidad entre nosotros, no quería hacer nada que pudiera lastimarlo de ninguna manera porque Ethan había sido demasiado bueno conmigo. El ceño de Andrew se frunció al escucharme, mirándome con la mandíbula apretada, pero permaneció en silencio. —Entiendo, ¿Estás pensando en darle una oportunidad y regresar con él? — Cuestionó Ethan con voz tensa, tomándome por sorpresa y yo no tenía ni idea de que responder. Aún yo no estaba segura de si podría darle una oportunidad a Andrew, pero la opción estaba puesta sobre la mesa porque él no dejaría de