NADA ES LO QUE PARECE
NADA ES LO QUE PARECE
Por: Anónima Exótica
ºPRÓLOGOº

Kesha

Salgo del salón, pero en vez de ir a mi habitación, me quedo detrás de la puerta a oír.

─ Desde que se monte en el auto la matas, desaparece su cuerpo, no quiero rastro de ella─ sabía que no era una simple reunión familiar.

Me encamino cuidadosamente al pasadizo secreto, me escabullo lo mas que puedo, para que nadie me vea, a mi nadie me matará y mi hijo no sufrirá.

Cuando crees que has encontrado la felicidad, que por fin encontraste a la persona perfecta, a la que estará contigo para siempre, viene el pasado y lo daña todo.

El volver a huir no estaba en mis planes, ya había conseguido todo lo que necesitaba, me realicé como persona, fundé una gran empresa, conocí personas maravillosas, obtuve el amor de un maravilloso hombre y ahora espero un hijo producto de la relación que me cambió por completo.

Todo lo tenía, me confié demasiado y me expuse, así volvieron a encontrarme.

Ahora estoy en un hotel de mala muerte, ubicado en una calle lejana al sur de un país que no conozco, cambiando mi color de pelo, cortandolo y añadiendo a mi aspecto unos lentes de contactos, uso ropa muy holgada para disimular mis curvas, mi cuerpo puede llamar mucho la atención y quiero pasar lo más desapercibida.

Tocan la puerta tres veces, me tenso, pero lo hacen dos veces más indicando que llegó la persona que contraté para protegerme y ayudarme a salir del país e irme a España.

Ese será mi primer destino de muchos que tendré que visitar, no voy a pintarlo como si fueran vacaciones, serán muchos de los lugares que tendré que huir, porque esta vez se que no me dejaran tranquila, esta vez él me quiere ver muerta y yo debo proteger a mi hijo.

─ Señorita ─ saluda el joven que me ayudará en esta nueva travesía.

─ ¿Nos vamos? ─ digo con urgencia ─ ya no quiero estar en este lugar, siento que mientras más duro aquí, más rápido me encontraran.

─ No se preocupe, conmigo estará a salvo ─ y confio en sus palabras.

Como plan B investigue sobre ex militares o agentes retirados que se dedicaran a proteger personas, a realizar cualquier trabajo, yo sabría desaparecerme sola como lo hice la primera vez y era muchisimo mas joven, pero ahora tengo que pensar en mi bebe, el es lo más importante.

Salimos del lugar cautelosamente, yo llevo una gorra y un abrigo con capucha para ocultar lo más posible mi rostro.

El chico que me ayuda, va vestido completamente de negro, ¿es guapo? ¿es feo? ni cuenta, en este momento lo único que quiero es salir de aquí.

Cuando nos vamos a montar en la camioneta que él andaba, me detiene de repente y me apura a montarme detrás.

─ Colóquese en posición fetal y cúbrase la cabeza, no se preocupe saldremos de aquí sin problemas ─ pero un tiro me alerta que no será tan fácil ─ ¡Mierda!

Se apresura al volante, no sin antes disparar hacia las personas que me encontraron.

Maneja traspasando la legalidad de la rapidez en una carretera, va tan rápido que si chocamos desaparecemos seguro, pero según mi investigación este chico es el mejor en lo que hace.

─ Puede sentarse normal ─ habla cuando modera la velocidad a una normal ─ ya las personas que nos respaldan los detuvieron, estamos de camino a donde tomaremos un avión privado con el primer destino.

─ ¿Cómo lograron encontrarme? 

─ Al usted hacerlo sola, no pudo cubrir bien sus pasos, pero ya yo lo resolveré y mientras esté conmigo no la encontraran, si tiene algun celular tiene que deshacerse de el.

Lo saco del bolso para votarlo por la ventana, pero antes me gustaría escucharlo por ultima vez.

─ ¿Es seguro si hago una llamada antes? ─ pregunto con precaución.

─ Mientras no dure más de un minuto, luego de eso debe votarlo ─ asiento.

Marco el número de Luther, antes le he puesto el número oculto para que no sepa que soy yo, timbra tres veces y estoy a punto de colgarlo.

─ Alo ─ mi corazón late fuerte al escucharlo ─ ¿Quién es? ─ quiero despedirme ya que esta será la última vez que hable con él, pero las palabras no me salen ─ Escucho su respiración, ¡Hable ya! 

Cierro rápidamente la llamada, no pude hacerlo, no pude despedirme de él.

Vivimos en esa travesía un año completo mudándonos de un país a otro como fugitivos, mi niño tuvo que nacer en un lugar muy lejano, en el último rincón del planeta que yo quería que él estuviera, pero es lo que me tocó.

En ese lugar nos quedamos tranquilos, porque nos sentimos a salvo, es un buen escondite.

Ese chico que tanto me ha cuidado y a mi bebe, se convirtió en un buen amigo, ha estado siempre a mi lado, se ha convertido en el hermano que siempre quise.

Han pasado ya dos largos años huyendo.

Tan largos que no sé ni cómo he sobrevivido.

Tantas angustias, desilusión y desesperanza, solo se que tengo a mi hijo conmigo y es al único que debo proteger, él apenas tiene un año y tres meses, no puedo dejar que le hagan daño, primero me matan a mi.

He tenido que cubrir mis huellas, cambiar de aspecto de nuevo, para que nadie pueda encontrarme, ni siquiera Luther. El único que sabe mi paradero es Carlos, porque si no me comunico cada cierto tiempo programado, él está encargado de buscarme y quedarse con el niño.

Luke, mi niño, es igual a su padre, desde lo físico hasta su forma, me he visto tentada a volver a New York, cada día lo planifico y al final no me atrevo.

Pero solo me he concentrado en protegerlo, y en que algun día el pueda conocer a su padre, en que si las cosas se ponen mas peligrosas, entregarselo de alguna forma para que este a salvo, porque se que el lo querrá desde que lo vea.

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