Kesha
¡Qué vergüenza!
¿Cómo pude dejarme llevar?
¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo pude dejarme seducir tan fácil?
Actue mal, desde que lo vi tenía que pararlo, no dejarme llevar por el deseo que ese hombre me provoca, no debi seducirlo, no debi comenzar un juego que no iba a terminar, se que el alcohol puede tener mucho que ver en mi actitud, pero tambien no puedo negar que el me gusto desde que entro a mi oficina, lo que no puedo olvidar es que es mi cliente y que el tipo de hombre que el es, no me gustan.
¡Santo Dios! ¡Es un cliente! yo no ando con clientes ni tampoco me ligo con playboys.
Paso el resto del fin de semana de pena, reclamandome el error que estuve a punto de cometer, no tengo idea en qué estaba pensando, creo que pensé con mi chica de abajo y por eso no razoné, gracias Dios que mi cerebro actuó a tiempo y que no haya sido a peor.
Cinco días después y ya más tranquila en mi lugar feliz, mi trabajo, estoy como todas las mañanas repasando mi agenda con Martha y me doy cuenta que la reunión con Ferré es hoy. ¡No puede ser!
Estoy realmente tentada a suspender la reunión, a postergar para la otra semana o simplemente no hacerla, pero su revista haría que mi empresa crezca un nivel más, debo pensar con claridad.
Soy fuerte. Me digo a mi misma, solo fue la calentura del alcohol y el lugar, nadamas.
«Eso ni tú te lo crees».
Llegó la hora de la presentación,esta se realizará en la sala de junta, completamente equipada para estar totalmente cómodos, mesa de vidrio que brilla esplendorosa con la luz filtrada en la gran ventana, adornada con doce sillones de cuero negro, la cual contiene la más alta tecnología para mejor énfasis en la publicidad que queremos presentar, enseñando la publicidad en 3d, con los mejores asesores y representantes, capacitados al cien por ciento sobre los gustos de cada empresa que nos solicita, nade dice no a nuestra compañía.
Durante la presentación Luther no me quitaba los ojos de encima, no era una mirada casual, era una hambrienta, de las que te dicen de que si te acercas te muerdo, como la mirada del lobo a caperucita, yo estaba nerviosa, sentia escalofrios, por un momento mi mente se fue a como me beso, a como me sedujo, sus caricias.
El en verdad es muy atractivo y sabe jugar con eso, para seducir, para calentar y asi llevarse a cualquier mujer a la cama, se nota que es de los que cambian una cada día.
La presentación fue todo un éxito, a los directivos de Broken Heart les encantó y al señor Ferre también, aunque no dejara de mirarme en toda la reunión. Me sentía atrapada porque al final el señor decidió que debía hablar conmigo a solas... ¡A solas! Fuerzas, Dios mío, para no caer en sus sensuales tentaciones o matarlo en el proceso por coqueto.
Lo llevo a mi oficina, actuo como toda una profesional. Entramos y como si se tratara del viento, porque de verdad no lo vi venir, ya estaba contra la puerta cerrada, con un cuerpo de un metro noventa cubriendo el mío, y su boca devorándome. No me dejó ni pensarlo ni asimilarlo, solo estaba tratando de comerme, como su mirada lo indicaba hace un rato. Su lengua se apoderó de la mía, fue un beso arrebatador. Estaba aturdida, hasta que sentí que una de sus manos, peligrosamente, subía mi falda para llegar a mis bragas. Reacciono, este tipo va muy rápido, porque si lo dejo, mi oficina arderá, no puedo dejar que eso ocurra, así que lo empujo con una fuerza que no sabía que poseía y que logra quitarmelo de encima.
─¡No vuelvas a besarme ni a tocarme!─ dije jadeando por aire.
─Barbie, pero bien que te dejaste en la discoteca─ dice coqueto cruzando sus tonificados brazos ─Sé que te gustó.
─¿Y? Solo fue por las copas que tomé esa noche. No te creas tan importante querido, y no vuelvas a llamarme Barbie, que no soy una muñeca sin cerebro.
─Solo quiero una cita contigo, Barbie─ prácticamente me suplica.
─¡Estás loco! Deja de llamarme así.─ digo exasperada
─ Es que eres tan hermosa como una ─ su palabrería me enfurece más.
─ A lo que vinimos, que quieres decirme que tiene que ser a solas ─ cambio de tema.
─Solo te diré una cosa, lo que quiero, lo consigo, y serás mía. Descuida, te mandaré el contrato de publicidad firmado ─le resta importancia y con esto, se va, me dejó completamente confundida.
─ ¡Estupido! ¡Arrogante! ─ grito a la nada practicamente.
Cuando sale de la oficina, mis piernas me fallan y me deslizo hasta el suelo, tengo la respiración trabajosa, el me afecta de una manera irreal, me gusta demasiado, y él no quiere rendirse, tambien esta ese estupido nombre por el que le ha cogido llamarme, este hombre está realmente loco.
Pero si él cree que lo conseguirá, está muy equivocado, y menos llamándome Barbie, porque no le será tan fácil.
"Eso ni tu te lo crees" eres mi conciencia, deberías estar de mi lado, pero esta dice la verdad, lamentablemente.
¡Lo odio!
¡Lo odio! ¡Lo odio! ¡Lo odio!
¿Creen que si lo repito más veces me lo pueda creer?
"Imposible cariño"
Hasta mi mente me traiciona, pero no me rendiré, no se le será tan fácil no.
Como que mi nombre es Kesha Badia, esta cara bonita no va hacerme caer, ni obtendrá mi corazón, y tampoco estará entre mis piernas.
"Ridicula"
Debo estar muy mal porque ya hablo sola.
No puedo volver a caer en sus repentinos arranques de querer besarme, no puedo dejar que ni siquiera vuelva a tocarme y menos que me llame Barbie.
Me enfuerece de una manera irracional, su actitud me exaspera y desespera, que se busque otra victima y me deje en paz, que ya se rinda.
Luther Desde la primera vez que la vi, me propuse que fuera mía. La primera vez que la ví fue en una fiesta del lanzamiento de una nueva ropa masculina de un diseñador que conozco, ella me cautivo, fue como si ella tuviera su propio foco que la iluminaba, me impactó tanto su belleza que Jessica, amiga desde la universidad que me acompañó para obtener algunos socios, tuvo que llamar mi atención varias veces, esa chica me dejó atontado. Quise acercarme a esa rubia de curvas peligrosas, pero andaba con un chico, que segun vi en algunas fotos era uno de los modelos, este no se le despegaba para nada, me dije que lo más seguro era su novio y no quería ocasionar algún inconveniente, pero lo pensé muchas veces, por poco y no me importaba. No me quedé quieto y averigue quien era, supe su no
Kesha ¡¿Qué se cree el estupido ese para besarme así?! Cree que porque yo lo besé el día en la discoteca él puede hacerlo cuando quiera, engañándome así mientras trabajo, diciendo que solo quería hablar conmigo a solas. Paso la mañana revisando las diferentes propuestas que se preparan para otras empresas, así como los proyectos que ya están en función. Está todo fríamente organizado. Sin darme cuenta, llega la hora de comer. Decido bajar a un restaurante que hay cerca, allá me encuentro con Carlos y charlamos un rato. Claro, omitiendo lo que ha sucedido con Luther. Hay cosas que solo guardo para mí. ─ Kesy querida estas muy ida, ¿te pasa algo? ─ No te preocupes, es el trabajo ─ le digo par
Luther ─ ¿Y te gustaría que fuéramos a un lugar mas intimo para conocernos mejor? ─ Si es para una habitación, pierdes el tiempo ─ su carácter me fascina. ─ Barbie ─ sonrio de medio lado ─ como este restaurante es un hotel también, el único lugar que tiene privado no es sola las habitaciones, tienen una terraza con una vista hermosa, claro no tanto como tu ─ se sonroja. ─Lo siento, está bien, vamos a la terraza. La ayudo a levantarse, con mi mano en su espalda nos encaminamos a un lugar más privado y tranquilo. Nos sentamos en uno de los sillones, se que la vista aquí es maravillosa, pero no puedo dejar de verla si su belleza es más interesante que el mismo cielo o la ciudad.
Kesha Desde que deje que Luther y yo nos conocieramos ando en una nube de positividad, podría decirse que también de felicidad, porque él es tan considerado, atento, romántico, no es para nada el playboy que se mostró ante mi ese día en la oficina, lo que mas me tiene cautiva solo los dulce besos de despedida que me ha dado cada vez que nos hemos visto. Me pongo a darle orden a mi departamento. No es ostentoso pero es elegante, un sofá en L negro, amo ese tono de color en las decoraciones, así que todos mis equipos son en color negro, mi comedor, mi cocina, mi habitación…menos mis paredes y otros accesorios, son coloridos, es más, mi apartamento está lleno de vida, muchas cosas de los viajes que he hecho, recuerdos necesarios. Aunque como a toda chica que le gustan las compras, tengo un clóset digno de una famosa, pues amo darme mis c
Kesha ─ ¿De qué quieres que hablemos? ─ tome la decisión de sucumbir a la tentación, pero quiero ponerlo a sufrir un poco más. ─ De lo que sentimos, de la química entre nosotros ─ se acerca a mi, toma suavemente mi cara entre sus manos ─ de que cuando me acerco a ti y te toco, vibramos juntos, que cuando te beso es como ir al cielo ─ me da un dulce beso ─ de esto es que hablo, ¿por qué quieres huir a esto? ¿por qué no te entregas a mí si sientes lo mismo? No le contesto, me alzo en puntas y lo beso, uno nuestros labios empezando una danza con ellos lleno de una intensa pasión, quiero responderle así, que sepa que quiero estar con él, aunque sea con tiempo de caducidad, aunque esto no dure mucho tiempo. Coloco mis manos en su cuello para profundizar más el beso, que nuestras lenguas peleen
Kesha Los próximos días fueron maravillosos: regalos, flores hermosas… Todo eso llegaba a mi oficina. Mensajes de texto con frases románticas y algunas muy calientes, como las cosas que me haría y dónde. Estaba loco porque tuviéramos nuestra cita, y yo…, temerosa por no ser suficiente para él y que se sienta decepcionado con lo poco que vivamos o lo poco que le cuente aunque todo sea mentira, que algo detone mis temores. Por eso no duermo con nadie, por mis pesadillas. Mi subconsciente no olvida todas las cosas que he vivido, todo mi sufrimiento que quiero enterrar, pero cuando duermo sale a flote. Imagínense lo que es que te lleguen tantos regalos a tu lugar de trabajo. Mis empleados tienen la oreja parada de la curiosidad, de saber quién será el afortunado, ya que nunca lo han visto. Mi amigo Carlos está a la mar contento, estaba loco porque tuviera una relación.
Kesha Mi baile sensual lo cautiva, lo encienden, que es mi propósito, seducirlo, hacer que ese deseo que siente por mi fluya, que nuestros cuerpo sean los que hablen al final, que vea lo que siento por el, va mas alla de lo sexual aunque el sexo con el es fascinante. Me siento a horcajadas sobre él, y sigo moviendo mis caderas mientras agarro su cara con las dos manos y lo beso. Es un beso cargado de mucho significado, ya que viviré con él algo nuevo e inexplicable. Quiero entregarme a él, ser suya y que él sea mío, por lo menos, por el tiempo que dure. Mientras lo beso, sigo moviendo mis caderas. Si él no toma la iniciativa, lo haré yo, además, nadie lo manda a provocarme con su sexy vestimenta y su exquisita comida y después a hacerse el inocente, que eso no le queda. Luther en lo que voy conociendolo es un hombre completo, qu
Kesha Me despierto desorientada, no sé dónde estoy ni con quién estoy, tengo un cuerpo caliente pegado a mí y unos fuertes brazos rodeándome, es una sensación celestial, romántica, protectora…, especial. Es la primera vez que paso toda la noche con un hombre, espero no haber tenido una de mis pesadillas, aunque todavía sigo en la cama, por lo tanto imagino que no, porque cuando las tengo amanezco en el suelo o en otro lugar, dado a mi pasado, en las noches busco protegerme. Sé que debería visitar a un especialista porque no recuerdo lo sucedido de la noche anterior y cómo llegué a ese lugar, es como si mi subconsciente trabajará solo, diría que es un trauma, pero solo me pasa cuando duermo. Aunque, no me sentiría cómoda contando mi pasado, por eso evito quedarme toda la noche, pero Luther me dejó exhausta, completamente satisfec