La chica perdida

Me di cuenta de que Maíra se marchaba, pie a tierra, sin querer llamar la atención. En cuanto se cerró la puerta, dije:

- Te lo presto.

- No quiero tu dinero.

- No te lo doy, te lo presto.

- No lo necesito. Si hace falta, se lo pediré a nuestro padre.

 ¿Entonces por qué coño no se lo has pedido todavía?

- Sólo porque no quiero ir más allá de lo que puedo permitirme.

- ¿Crees que está bien fingir ser pobre, Theo?

- ¡No finjo ser pobre, Maria Lua!

- Si quieres ser un competidor para Giordano, necesitas expandir tu negocio, Theo. De lo contrario, sólo serás el creador de fórmulas que Robin robará y mostrará como suyas. No hay razón para estar a la defensiva, siendo una empresa de patio trasero cuando tienes el potencial para ser el mejor.

Theo se levantó, aturdido, pas

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