Capítulo 2.0Ignatiev.No habían podido cazar a Lombardi, el muy cobarde había huido junto todas las personas que se encontraban en la fiesta, una fiesta de presentación y compromiso. Aquella noche, si no hubiesen llegado, Kisha le pertenecería.Ignatiev giro la mirada buscándola, la encontró al lado de su padre mirando por la ventana del Avión, tenían las manos unidas encima de la rodilla de Sasha. En el tiempo que llevaba aquí no había visto a Kisha derrumbarse, demostrar nada más allá que enojo o odio. Lo prefería mil veces antes de los hombros hundidos y el rostro demacrado.Tubo el impulso de ir hacia allí, consolarla el mismo, pero antes de que pudiera moverse su padre ocupo el asiento libre a un lado.—¿Y Soraya?.Marck apretó la quijada, podía ver como su padre odiaba aquella situación más que nadie.—La encontraron bajo la casa, se encontraba con las chicas que Kisha mando a rescatar.Tres mujeres, o esclavas, totalmente demacradas. Tres mujeres que no podían soportar la cerc
Capítulo 2.1Kisha.Cuando terminaron se encontraba repleta de sangre, el vestido rojo se había teñido de la tonalidad oscura del liquido vital.Observo el cuerpo de Alina atado a la silla, el charco que ya se enfriaba debajo.Su cuerpo estaba destrozado, habían cortado cada trozo de piel, arrancado cada uña, aplastado cada dedo con un pesado martillo.La primer hora allí dentro estuvo repleta de gritos que no hacían más que alimentar su rabia, la siguiente media hora no había más que gemidos entrecortados, hasta que finalmente no resistió más, quedándose tiesa en la silla.Kisha se dirigió a la mesa, tomando su nueve milímetros, apuntando directo a la cabeza.Disparo sin remordimientos, observando como la pared se manchaba de sangre y casos.—Hay que cerciorarse.Le sonrió a su padre, el cual se encontraba en el mismo estado que ella, la rabia comenzaba a perder fuerza en sus orbes dándole paso a la tristeza.Kisha le sonrió, dándole un abrazo. Sabiendo lo que sentía ya que lo estaba
———Capítulo 2.2Kisha.Se quedo un rato más en la ducha, observando como el agua se llevaba cada resto de sangre de su cuerpo.Antes de que pudiera pensar en nada más la mente de Kisha viajo al encuentro con Ignatiev, sin cuestionarlo salió de la ducha dejando el agua correr, abriendo el cajón del tocador, sacando a su mas fiel amigo.Volvió a entrar, sentándose en la bañera con las piernas abiertas, regulando el chorro tibio de la ducha hasta que dio directo a su clítoris, no necesito lubricante para meter el consolador en su interior, estaba lo suficientemente mojada como para que resbalara con normalidad.Comenzó a penetrarse con lentitud, aumentando las estocadas a medida en que su mente creaba la fantasía perfecta. La polla de Ignatiev cogiéndola con ganas, no pasaron cinco minutos hasta que Kisha gritara, partiéndose en pedazos.Con la respiración agitada dejo el consolador dentro de la bañera, apagándola la llave para poder vestirse.En menos de quince minutos ya se encontraba
Capìtulo 2.3Ignatiev.El sol estaba a punto de iluminar todo cuando Kisha se bajo de encima de el, llevaban horas explorando cada rincón de sus cuerpos. Horas haciéndose venir de todas las formas posibles.Ignatiev la miro, con el rostro enrojecido y los orbes cerrados, disfrutó de la imagen celestial de aquel cuerpo hermoso.Tenia el corazón a punto de explotarle, la amaba con todo lo que era, aunque no pudiera decírselo aún.Se giro hacia la mesita de luz, agarrando la cajetilla de cigarrillos, encendiendo uno. Antes de que pudiera pitarlo, una mano pequeña se lo arrebato con una risa infantil.Los orbes le brillaron cuando la miro llevarse el filtro a la boca, dándole una calada larga.—Ladrona.Expulso el humo sonriendo abiertamente.—Siempre.Le encantaba verla así, llena de color... Le recordaba lo humana que realmente era y no aquel cubo de hielo amargado. Deseo que siempre fuera de aquella forma, que no cambiara nunca más. Estaba pidiendo demasiado, ella se encontraba marcada
Capítulo 2.4Kisha.Se quedo tiesa en su lugar, sin poder emitir palabra alguna.—Me ha llamado Lombardi mientras salía de la ducha, estábamos tratando de localizarlo.Los orbes de Ignatiev llamearon, analizando la piel expuesta que la toalla no podía cubrir.Se sintió una imbécil al explicarle que demonios hacia en el cuarto de su ex amante, con poca ropa. Después de todo solo era su esposa bajo la ley, no había nombres para describir lo que se había formado entre ellos.—Lo sé. — se dio la vuelta, Kisha pudo observar cada musculo tenso en la espalda masculina. — Te espero en el club.Vale, paso del arrepentimiento al enojo en un segundo. No tenia tiempo para idioteces.—Gracias por el intento, Dimitrios. — Se paro llevándose su celular. — Más tarde quiero hablar contigo, creo que tenemos una charla pendiente.Se había acercado a la puerta cuanto la voz masculina la detuvo.—No hay nada que hablar Kisha. No soy un niño, te conozco hace años y se que tienes ojos solo para un hombre. L
Capítulo 2.5Ignatiev.Se sentía en las nubes, en el maldito paraíso.No tenían nombre para lo que estaban viviendo, pero el sabia que era algo... algo que podría durar para siempre si lo cuidaba y lo llevaba por un buen camino. No quería presionarla, no esperaba un te amo de su parte, sin embargo, indirectamente con las palabras que le había dicho se lo había confesado.Ahora se encontraban arreglando las redes de distribución, satisfechos al saber que su negocio comenzaba a encaminarse otra vez.Más allá de la felicidad Ignatiev no podía dejar de pensar en Lombardi, conocedor de que podría atacar en cualquier momento. Ya había demostrado no importarle el mundo entero con tal de quedarse con la mujer que amaba, no lo permitiría.A espaldas de su familia había comenzado a investigar, contratando a los mejores hombres en el ala de la informática. Lombardi tenia sus cuentas congeladas, había algunas a las que no podían acceder, sin embargo, sentía que se encontraba a un paso de cazarlo
Capítulo 2.6 Kisha. Salió de la casa sintiendo el eco del disparo resonar en su cabeza, lo único que la calmaba era saber que aquella pobre mujer había muerto en paz. Se encontró con Marck apoyado en su coche, saboreando un cigarrillo con la mirada perdida en el cielo nublado. No lo miro al ponerse a su lado, sacando un cigarro de la caja y encendiéndolo. Tenia los guantes machados de sangre, no le importo. —Murió en paz, creyendo que soy un ángel. En otra ocasión sonreiría con burla, aquel momento no era el indicado. —Solo tu piensas lo contrario, crees que eres la mala del cuento cuando en realidad sientes más que todos nosotros. — Marck tiro lo que quedaba del cigarrillo, pisándolo con su caro mocasín. — Kisha si fueras un monstruo sin sentimientos te hubieras ido corriendo a contarle a tu padre, me hubieses matado tu misma en el momento en que entraste a la casa. Eres buena, noble, un ángel. Le acaricio el pómulo con un dedo, haciendo que se girara hacia el. Se miraron a lo
Capìtulo 2.7 Kisha. No sabía cómo demonios sentirse, en el correr del tiempo que había vivido siempre sintió dolor ante la idea de no poder formar una familia. Sin embargo, no estaba lista para ser madre, no en este momento. No sabía cómo reaccionar, si quería que un niño formará parte de aquel mundo. —No quiero que le diga nada a mi esposo. — Fueron las primeras palabras que salieron de su boca, en medio de la bruma confusa en su mente. — Prefiero ser yo la que lo haga. Intentó pasar saliva, deseando que el nudo en su garganta se aflojara. —Eso no me incumbe. — Se paro de la cama con rapidez, aùn mirándola con alegría. — Procederemos a realizar una ecografía trasvaginal, para observar como esta el feto. Le dirè a su esposo que no se admite compañía en el procedimiento. Vendremos a buscarla en cinco minutos. Asintió con la cabeza, agradecida. Cuando se quedó sola lágrimas inundaron sus ojos, no supo si de felicidad o tristeza. Se encontraba en un dilema emocional, embarazada, h