Desperté a todos mis amigos, algo en mi pecho me decía que mis hijos estaban en las carreras clandestinas.—Rata, ayúdame a poner en el televisor la imagen de donde están mis hijos, toma este es el acceso a su rastreador. —Le di mi reloj—. Por favor, dame la ubicación, mientras él se ponía a rastrear a mis hijos, llamé a Roland.—¡¿Pasa algo?! —Rata me entregó la dirección.—Ya se la envié al Patrón a su celular.—Mis hijos se acaban de volar de la casa con mi carro de carreras. Por favor, no los saques, no puedo cohibirle a Augusto que corra, sería desleal siendo quien soy, porque fui igual y él tiene la sagacidad, además Isaac es su coequipero. Pero si sabemos cómo es ese mundo, lleno de drogas, mujeres y mucho dinero. No es un ambiente para que esté sin la orientación correcta. Él quiere correr, lo hará profesionalmente, no en ese mundo peligroso. Además, son unos niños.—Enterado, ya salgo a buscarlos.—¿El Patrón va a detener la carrera? —negué.Todos gritaron, en cuestión de min
Vaya, vaya, vaya, si lo que tenemos aquí en nuestra descendencia era a nuestros sucesores. Vine por dos descarriados y resulta que tenemos era una variedad de descaraditos. Tengo a mi dúo dinámico, mi sobrina Milena, no me extrañaría que fuera ella la que ingresó a nuestra red de seguridad. Se ganaron el entrenamiento extremo, en unos cinco años estarán listos dándole el tiempo a que los dos menores de esa camada sean más grandes.Esperé a que llegaran los ganadores de recibir su dinero. Me pregunto, ¿cómo iban a hacer para que no nos diéramos cuenta? Pero no voy a esperar a eso. Con solo verme se asustarán. Una vez juntos me presenté ante ellos.—Mira nada más lo que tenemos aquí.—¡TÍO! —gritó más de uno, mis hijos me miraron y bajaron la mirada.—Excelente trabajo Milena, el de hace ocho días y el de ahora.—¿Cómo supiste que fui yo?—Hace ocho días se dieron cuenta de que había categoría para menores, ¿y qué dijeron? Pan comido, traemos a Augusto y volvemos a ganar. —miré a Dante.
En vez de mirar cómo hacer para descubrir que es lo que hacen, deberían de hacer méritos para ganarse el honor de saberlo. Me han decepcionado como no tienen idea, y no es por el acto que hicieron sino por el trasfondo de todo. Todos los seres humanos tienen un don y es deber nuestro ofrecerlo al prójimo del bando correcto. Respóndeme algo Dante.—Señora. —Ahí estaba mi mujer, dándonos cátedra magistral.—Si la policía los hubiera descubierto y en la revuelta Milena o Dayana hubieran sido ultrajadas. ¿Cómo te sentirías? O si al correr arrastran en el caos y golpean a Gregorio y Cristofer ¿cómo reaccionarias? ¿Sabes lo que viven en una correccional de menores?» A algunos les van bien, a otros no, pero lo que sí es seguro, es que por tu afán personal de descubrir lo que querías, tus primos serían privados de las comodidades de su casa, de un plato de comida caliente y delicioso, de las comodidades de su cama y estudios, además que les habrías destrozado el corazón a todas tus tías.» E
Eso fue santo remedio, Liam al día siguiente en la mesa expuso los casos para ir a una cárcel y les hizo jurar a sus hermanos que nunca faltarían a eso, así evitaban que su mamá nunca fuera tratada de esa manera. Casi me devoro a besos a mi hijo con su carita preciosa a sus diez años en ese entonces. Desde ahí no se le ha olvidado.—Es hora de almorzar.—Mami, trabajaremos por dos horas en las cercas de lunes a viernes, luego nuestras obligaciones y por último las tareas. —miré a Enrique, afirmé.—Mamá, yo no le dije nada a Liam, pero insiste en ayudarnos.—Anoche te dije lo de ser un buen líder, lo que haces y has hecho con tus hermanos es lo que quiero que hagas con el resto de las personas que te siguen, hijo. Yo no puedo cohibir a Liam a que no los ayude, cuando ustedes dos han sido un soporte para él, esa es su manera de retribuirles el apoyo ofrecido años anteriores. —Enrique me dio un beso en la frente, a Dante se le humedecieron los ojos. —Todos fuimos castigados. —continuó h
La celebración iba de maravilla, quienes se robaban las miradas eran nuestros sobrinos, quienes bailaban de todo en la pista, Liam ha bailado con todas sus primas y mira que bien lo hacen. —Por sus venas corre la sangre de Roland y Verónica, sabes que ellos son magia al bailar, mira nada más. —comentó mi marido. A la pista llegaron los maestros, fue muy bonito ver a los padres bailar el merengue, Dante bailando con Dayana, Victoria bailando con Sebastián, Milena con Liam, Enrique con Andrea. Isaac, Demetrio, Ezequiel, Sergio, y Augusto bailando con unas amigas, Gregorio con Daniela, y Cristofer con su hermanita Cristal de siete años. —¿Crees que de ahí resulte algo? Alfredo cargaba a nuestro hijo, no sé si era que quiere compensar el tiempo que no estuvo a su lado, pero cada vez que puede lo tiene cargado, adora a su helado de Oreo. —No esposa. —Lo miré—. Eres mi esposa, en la intimidad te diré Culo grande, pero ante todo el mundo te diré con orgullo mi esposa. Y contestando a tu
—Cooper, usa tus lentes de ahora en adelante, quiero caras, de todo el personal de tu agencia, no hables con nadie más de lo banal por el tema de la muerte. Activa todos tus sensores y solo confía en tu mujer, con eso me refiero a que, si tienes ganas de hablar solo con ella, o nos llamas.—Bien.—Debes irte, en cuatro horas aterrizará el cuerpo de Any, prepara todo.—Gracias. —Una vez solos con Simón, Miguel, Gustavo, Arnold y Aníbal.—Nos pueden estar vigilando, puede que nuestros hijos estén fichados. Hablen con ellos, que los mayores vigilen a los niños. —Tomé mi celular—, Lobo, que Carlina y tus hijos se queden en mi casa, lo mismo con Arinka, todos hasta que ustedes regresen, se quedarán en mi casa.—Gracias, señor.—Pon al tanto a Cristofer, es el hombre de la casa, dale la responsabilidad de cuidar a su hermanita. Si ve algo extraño, que se lo comunique a los mayores. Pásale la información a Freddy. Colgué.—Esto me sigue oliendo a feo. —dijo Gustavo.—Muchachos, descansaremos
Ha pasado una semana en que solo veo a mi Güerito seis horas al día, en ocasiones menos. Había realizado unas ricas empanadas como les gusta a ellos para que todos cenen. Escuché los carros, al salir vi que Demetrio y Dayana se bajaban del carro de Sebastián, en el interior quedó Daniela, Cristofer y Cristal.Puede que sus padres hayan sido unos degenerados, pero sí han sabido inculcarles a sus hijos el amor a la familia y la protección a la misma. Los varones mayores se encargan de sus hermanitos. Vi a Dante vigilando, ¡Ay Virgencita! Él que no le presta atención a mi güerita que chorrea la baba desde hace un tiempo, hasta buen gusto tiene mi hija. Esto era tema de adolescentes. Mis güeritos llegaron a mi lado, saludé a mis sobrinos con la mano, los vi partir en cuatro carros. El único atrevido era Dante, que aún no está en edad de conducir, pero ahí está, haciendo su santa voluntad, aunque le falta cinco meses para obtener su licencia.—Mami, ahora que estamos en código rojo, deb
Miguel y Gustavo hace una hora habían salido en busca de nuestros hermanos. Roland no me lo tienen que decir, pero el hijo de puta de Moore tiene algo que ver, a escondida he estado investigando, cruzando información, solo espero que proceses los datos. Él lo sabe, desde el mismo momento en que lo sacó del juego y esta semana nuestro sospechoso se ha comportado muy extraño.Mientras que Cooper continua con el plan, ha dejado ver ante todo el dolor que evidentemente siente, el funeral lo vimos desde aquí, fue despedida bajo todos los honores, al menos murió en su ley. Cada nuevo rostro que vemos a través de él lo analizábamos. Volví a mirar al jefe, está pensando, juega y chasquea sus manos, eso lo hace cuando su mente procesa a mil.En la pantalla por satélite veíamos a nuestros hermanos. Bajo la mirada de Lobo veíamos cómo Rino extraía la bala de Freddy, escuchamos que lo iba a poner a dormir por unas cuatro horas. Cereza solo espera que sea de noche, si un helicóptero lo ve, sería m