Verónica y Diana estaban que se comían las uñas por los nervios, la tengo pegada a mi costado mientras vemos una película de acción, pero siendo está una de la vida real. El equipo de mi hermana se fue contra la organización de Daza de manera directa eludiendo las órdenes de Rata y eso lo tenía cabreado, él se había mantenido junto a su equipo bajo las sombras y de modo sigiloso han ido matando a quienes se encuentran.Había muchas muertes en el equipo de Luisa. Si tuviera al tal Tommy, a esa grandísima pichurria, lo pateo. Solo he compartido miradas de impotencia e ira con Cebolla, él también se encontraba en las mismas.¿Acaso esa gonorrea quiere que maten a Rata? Si eso era lo que tenía pensado, no tienes idea de con quién te metiste, malparido. —Verónica se levantó alejándose del televisor, varios hombres se dirigían hacia la dirección de nuestro amigo.—Seño… Verónica. —intervino Cebolla—. Si llega a sonar la alarma en el reloj lo descubrirán.La mirada de mi mujer era de angusti
En verdad me encontraba encambronado, hace unos minutos di la orden de retirada a los hombres de Luisa, quedaré con mi grupo a terminar el asunto. El hijo de puta de Tommy se acababa de ganar una bala de mi parte, ¡grandísima gonorrea!Por su incompetencia, por los celos, o qué sé yo, pero tiene a más de treinta muertos en su conciencia por negligencia, eso le hará perder el puesto por marica. Perdí la comunicación con Luisa. ¿Roland podrá escucharme? Cambié la frecuencia.—¿Roland? —Eres instintivo viejo, por favor responde.—Aquí estamos Rata, Miguel y yo te escuchamos.—No tengo comunicación con Luisa.—La Pecosa está bien, cada cinco minutos me pidió que le escribiera. Activamos la comunicación cuando vi que los gringos se retiraban. Además, le dije que Churrusco puede escucharte cuando les hablas a los chicos.No debe extrañarme, siempre hemos manejado una buena sincronía.—Esa grandísima…—Sí, también pensamos lo mismo. —Si me interrumpió es que están escuchando otras personas.
Estoy que mato a Simón, ¿en dónde quedó su madurez? Llegamos ayer a Blanco, ahora estamos en familia y a mi susodicho novio se le dio por ser un celopata. Desde mis veintidós raños trabajo en la agencia rodeada de muchos hombres, ¿acaso no comprende que solo él era quien ha logrado vencer mis barreras? ¡No!, al señor se le dio por exigirme que deje de trabajar. ¡Qué sueñe!—Me imaginé que estarías en este lugar.Era Roland, lo abracé fuerte, me dio un beso en la frente. ¿Qué tienes Pecosa?—Nada, solo práctico.Estaba en la bodega que mi hermano me había construido al descubrir que me gusta practicar tiro al blanco, ya sea con arma o con arco. Fue un bello regalo de su parte, tiene de todo.—Claro, Luisa, ¿tienes mis permisos? Sabes que no me puedo mover de Blanco sin un salvoconducto de Any.—Si ya los tienes, además ella sabía de la apuesta, tienes permiso hasta para durar una semana en Brasil ni un día más. —Me levantó en voladas y no pude evitar reírme—. ¡Bájame Maluco!—Salimos m
Me puse roja, supongo que esa probada era… cielos imaginar su boca en mí ya húmeda flor. Simón me acostó sobre la mesa de las municiones, con esa mirada llena de lujuria dominó cualquier voluntad en mí.Me quitó la camisa, mi espalda se recostó en la fría madera, sin apartar la mirada me desbotonó y bajó el cierre del jean, de manera tan lenta que parecía una tortura, no tengo ni idea de lo que sentiré, pero ardo en deseo por experimentarlo. El pantalón se deslizó por mis piernas, quedé en ropa interior.—Eres preciosa.Su mano se deslizó suevamente por mis muslos, su dedo rozó mi centro y no puede evitar estremecerme, él se deleitaba con mirarme, uno de sus dedos se introdujo por entre mis pliegues.» Estas mojadita.Luego se llevó el dedo que había acariciado mi sexo a su boca, ese acto hizo estragos en mi mente, no pude evitar soltar un gemido.» Sabes delicioso. —Lo vi acariciarse su pene, se ve el bulto que tiene entre sus piernas—. Luisa, voy a tocarte, besarte y lamerte. No te
—Te amo, señora García. Serás el mejor juego de mi vida.Limpió el par de lágrimas traicioneras que salieron de mis ojos.—Pueden besar cada uno a su esposa.Dijo el tipo disfrazado. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo cuando los labios de Miguel se apoderaron de los míos, me encanta su manera tosca y fuerte con la que me toma, aunque, cuando lo hizo suave en la casa de la señora Consuelo, me gustó.Todo lo que me ha dado y mostrado mi marido lo adoro. Me cargó y caminó hasta llegar al lugar donde entregaban los certificados. Los documentos se los llevaría Inés para arreglar el tema legal a nuestro regreso en pocos días.—Hemos hecho muchas cosas juntos.Comentó Miguel cuando Roland y Simón llegaron a nuestro lado con sus esposas de la mano, Luisa estaba radiante.» Pero jamás me imaginé que nos casaríamos el mismo día en el mismo lugar nosotros tres.—Cosas de la vida y buenas anécdotas para que les cuenten a sus hijos.Dijo Roland. Los ojos en blanco de Vero me dieron a entender q
Mi celular sonó muy temprano. Estos dos días de luna de miel ha sido eso, una verdadera luna de miel, conociendo este bello país y su alegre colorido, la piel bronceada me queda muy bien —la mano de mi marido acunaba mi seno, ya es su costumbre.Volvió a sonar el celular y escuché el gruñido de Roland en mi espalda, me hizo reír, no creo que tengamos más de tres horas de habernos dormido, las deliciosas sesiones de sexo impartidas por mi marido nos tienen ocupados la mayor parte del tiempo cuando estamos solos. Contesté antes de que finalizara, era Miguel.—Buenos días. ¿Pasa algo?—Buenos días, Verónica. Hoy es el cumpleaños de mi esposa. Yo le tengo el regalo, se lo compré hace varias semanas en Bogotá. Quiero que sea un día especial, nunca se lo han celebrado, me gustaría regalarle tantas cosas que no tengo idea de que puedo darle primero.—Cálmate, ella querrá algo sencillo, déjame a mí y a Luisa la organización para esta noche. Por ahora, la invitaremos a desayunar, luego a almor
El día lo pasamos en una maratón, Roland aún no me ha dicho nada, solo fui consciente de los cambios realizados que llamaron mi atención. Comenzando por Miguel quien alquiló un vehículo y él era quien lo manejaba, mientras Simón se le dio por rentar una moto.Después del relajante masaje, nos arreglamos para el almuerzo, los encontramos en la recepción, pasamos un agradable momento en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, una vez regresamos al hotel continuaba el famoso plan de cumpleaños.En esta ocasión era pasar la tarde en el salón de belleza, lo que las grandes mentes no captaron era que la persona cumplimentada era una y los servicios incluidos eran dirigidos para las tres. Ninguna mencionó nada, ellos sabrán en lo que están.Entré a la habitación debía arreglarme para ir a bailar, vi un bello vestido negro en la cama con una nota, el resto de la ropa estaba en las maletas, como si nos preparáramos para huir en cualquier momento. La nota era bastante específica.«Has jod
No puedo contener mi felicidad en este momento, así arda Roland en cólera, yo no puedo estar más feliz. Menos mal salió en la mañana en compañía de Miguel y Simón a supervisar la compra del nuevo ganado.Este año a su lado ha sido el mejor regalo otorgado por la vida, han pasado tantas cosas, todo era bendición divina, hace tres meses nacieron las gemelas Moreno, Roland anda loco de felicidad con sus dos sobrinas, eso me da algo de esperanza para lo que se me viene, puede que se enoje un poco nada más.Debo dar gracias y aprovechar la euforia de las bebés, lo cierto era que Milena y Andrea Moreno serán mi escudo, toda la familia estará feliz menos el padre. Dios pon en mí las palabras correctas para decirle a Roland del embarazo —miraba la imagen en el espejo, no se ve nada, sigo con el vientre plano.Tenía la prueba irrefutable de embarazo, Diana ayer que fue al médico, trajo los test, desde hace más de un mes me sentía rara, solo mi asistente tuvo la malicia al considerar la posibil