*****•••••*****•••••*****•••••*****>>> Sophia:Él no me había dado una respuesta. No sabía por qué él reaccionaba así, ni por qué me buscaba tan pronto como había llegado. Era más de la media noche y estaba muy molesta antes de acostarme a dormir creyendo que él se quedaría con esa mujer hasta el día siguiente. Quería decirle muchas cosas, pero es curioso como en ese momento las palabras desaparecieron. Mi mente estaba en blanco, todo lo que quería era sentir el calor y el tacto de ese hombre del que me había enamorado locamente. Mientras sus fuertes brazos se aferraban a mi cuerpo, mis manos se movieron a su cabeza apoyándose una a cada extremo, hice que él me volviera a ver. Esos hermosos ojos verdes se posaron en los míos. Entonces una inquietud invadió mi pecho, no quería preguntar que había hecho, ni que había sucedido, no quería saber los
Mis caderas y mis piernas moviéndose lentamente mientras él tenía su rostro posado entre mi entrepierna degustando de mi intimidad. Yo disfrutaba el placer, ese que él me estaba provocando, causando que me sintiera cautiva de la pasión que desbordaba en todo mi cuerpo dándome una electrizante y acalorada sensación embriagante que me recorría de pies a cabeza. Dejé escapar un largo gemido, yo quería verle. — Vinci ~ Bésame por favor ~ Le dirigí hacía mi y lo besé, una y otra vez, su boca, sus mejillas, su mandíbula, su cuello, nuevamente me posé en sus finos labios. Mis brazos lo rodearon y fue así como nuestros resbalosos cuerpos se enredaron deleitándose del calor del otro, me moví hasta quedar encima de él. Vincent sonrió al ver qué era yo la que estaba viéndolo hacia abajo ahora. Me deslizaba lentamente de sus labios a su cuello y de el a su clavícula, continúe bajando mi
— Creo que tengo curiosidad. — Confesó Vincent apartándose de su esposa, de modo que quedó sentado al lado de ella. — ¿Crees que la tienes? ¿Por qué tendrías curiosidad de ir a mí veterinaria? — Por que te casaste conmigo por proteger la empresa de tu padre y esa veterinaria, eso lo tengo claro. — ¡Eso fue al comienzo! — Exclamó Sophia volviendo a ver a su esposo seriamente. — ¡Ahora es distinto! ¡Ahora tengo sentimientos por ti y no pienso dejarte! Él sonrió. Una pequeña sonrisa curvó las comisuras de sus finos labios. — Con mucha más razón, quiero ir. Ella exhaló. — ¡Esta bien! Pero no vengas vestido así, te verías muy presumido, utiliza ropa un poco más sencilla y cómoda, de lo contrario mis amigas se sentirán presionadas con tu aura y no trabajarán bien, son mujeres buenas y humildes. — Esta ropa es cómoda. — Respondió él tajante.
Esa mañana en la veterinaria Happy Animals. Sophia ingresó a su oficina y seguidamente lo hizo su esposo, Vincent Taylor. — Les has agradado mucho a las chicas, aunque exageraron un poco con eso de jamás haber estado cerca de alguien tan adinerado y conocido. — Reía Sophia mientras se dirigía a su asiento tras el escritorio. Vincent paseaba su mirada por los alrededores, era una oficina pequeña, bastante sencilla y muy ordenada. Sophia revisaba las cuentas como frecuentemente lo hacía cada que llegaba antes de comenzar a ocuparse de su trabajo práctico. Por otro lado, su esposo se sentó en una de las dos sillas frente al escritorio de Sophia, viendo con atención su alrededor. Él se preguntaba cuántas veces ese hombre (Charlie Jones) y su esposa habían estado intimando en ese lugar. Una horrible sensación le quemaba en su interior. Él sabía a qué se debía.
No pudo evitar sentir el desgarrador dolor que el impacto de esa simple negativa ocasionó en su corazón. Las palabras no salieron de su boca y ni siquiera logró hacerle una pregunta más a su esposo, ella desvío la mirada. No quería verse afectada y mucho mejor vulnerable. No quería "quebrarse" y llorar ante él. ¿Pero como lo lograría? ¡Por supuesto que estaba alterada! ¡Por su puesto que ella tuvo una ligera esperanza! Pensó que el cambio extraño de ese hombre sería algo positivo para ella y significaba el avance de su esfuerzo. Al menos eso quería creer su enamorado corazón con todas sus fuerzas. Sophia había dirigido su mirada a la puerta y continúo su camino sin decir más nada. Quería salir de ahí. No quería estar en su oficina encerrada un minuto más con ese hombre o creía que no lograría resistir y no solo iba
El señor mayor ingresó por la puerta del salón con amplias ventanas de cristal por las que se filtraba la claridad veraniega de ese hermoso día. — Un placer conocerlo, señor Frederick Taylor. — Decía amablemente Charlie acercándose al imponente hombre rubio de ojos dorados y extendiendo su mano. — Así que tú eres el señor Charlie Jones, veterinario y ex novio de mi nuera Sophia Williams. — Dijo el hombre mayor estrechando la mano de quién estaba frente a él. — El mismo, señor. — Sonrió Charlie. Frederick Taylor se sentó en un sofá individual unos cuantos metros frente donde se dirigió Charlie a sentarse. — Así que, ¿Cuál es la información importante que tienes e involucra a mi amado hijo y su esposa? Charlie suspiró, dudó por unos segundos de si decirle o no al respecto; pero había hecho todo ese viaje para ello, no decirlo haría que todo fuera una perdida de tiempo. — Su h
"Así que este chico está dispuesto a todo por los sentimientos que tiene hacia mi nuera, Sophia Williams" Pensó el hombre mayor, padre de Vincent. — Es poco creíble que hagas esto sin esperar nada a cambio, ni dinero o algún beneficio extra; pero investigaré a ese hombre supuestamente llamado "Ray" que es cercano a Enma. Por el momento necesito que sigas fingiendo que todo sigue igual y estés del lado de ellos, déjame tu contacto, te hablaré cuando sepa algo al respecto. Charlie sonrió mientras asentía. — Lo haré, le agradezco señor Frederick Taylor. Él sentía ese choque de emociones en lo profundo de su ser, una parte de él estaba arrepentida por ayudar en la relación de Sophia, ya que no debía impulsar si no más bien hundir ese matrimonio; otra solo quería lo mejor para su amada. ¡Él amaba locamente a Sophia Williams! ¿Por qué ayudar en su matrimonio? Sería
Sophia desvío su mirada hacía la ventanilla a su lado. — No es que haya aprendido de cocina de la noche a la mañana, verás, cuando estaba en la universidad no tenía ningún novio oficial, de ves en cuando salía con algún chico pero algo pasajero y casual, cuando tenía tiempo libre prefería dedicarme a mis pasatiempos, uno de ellos era cocinar, tome varios cursos. Vincent sonrió. Ella nunca antes le había contado tan abiertamente de su pasado y él inevitablemente sintió curiosidad por saber más de esa mujer que tanto le gustaba. — Has dicho que ese es "uno de tus pasatiempos" se puede saber ¿Cuáles son los otros? — Me gusta ejercitarme y correr en la playa, me gusta la natación y disfruto mucho de la música. — Respondió ella casi de inmediato, volviendo a ver a su esposo para ver qué reacción tendría él. — Oh, bueno, tiene sentido he sabido que has usado bastante el gimnasio en la mansión y