Madison
Es una Madison que no reconozco, tiemblo a sus caricias, tiemblo como una gelatina cuando sus manos comienzan a retirar mis dos piezas de seda con toda delicadeza y tiempo, la respiración de ambos es agitada. La habitación está iluminada solamente por la luz de la luna que entra a través del gran ventanal de su habitación. ¿Madison estás segura de lo que pasará a continuación? Algo en mi grita eufórica: “¡Si, muy segura!” Estoy en medio de su cama, su silueta alta e imponente me muestra a un hombre con un fuego y pasión desbordada, un hombre cargado de deseo. Sus manos con delicadeza comienzan a acariciar mis pies, luego el empeine.
―Karim…por favor…―suplico, estoy a punto de carbonizarme en cualquier momento. Él sonríe de una manera que casi me quita el aliento.
―Juego…previo, Madison. ―se reinc
KarimMis manos recorren la piel exquisita de Madison, sensaciones nuevas crecen en mí, sensaciones que se aferran en mi interior. Los labios entreabiertos de ella, su cabello regado sobre mis almohadas, su piel erizada, los ruidos que hace son ahora…música para mis oídos. La palabra que nunca había dicho en mi vida simplemente había salido sin más:“Habibi”Por primera vez había experimentado esto, entregarme a alguien. Algo me abruma en mi pecho, no puedo descifrarlo, es frustrante y al mismo tiempo…un tipo de euforia.Estamos bañados en sudor, la habitación tiene un olor único, un olor que jamás voy a olvidar, un olor que quedará impregnado en mi piel o quizás hasta en mi alma, quien sabe por cuánto tiempo. ¿Qué es lo que me está pasando? No lo sé. Lo qué sí
Karim―Gracias, actúa normal. ―cuelgo. Miro los ojos marrones de Madison, noto nerviosismo, mi mano busca la suya donde tiene puesto la gran piedra del anillo de compromiso.―No estamos preparados. ―susurra ella.―Siempre estamos preparados, solo sigue el hilo. Ven, comencemos a servir la comida, muero de hambre. ―dejo un beso en su frente antes de esquivarla y entrar de nuevo a la cocina, abro el refrigerador en busca de la botella de vino que puse a enfriar, Madison busca los platos.Se escucha desactivarse la alarma principal, luego escucho pasos a lo lejos.― ¿Y ahora que necesitas, Josef? ―imito irritación.―Soy tu padre. ―escucho la voz de él. Cierro la puerta del frigorífico y sonrío. Pero no miro a Madison en la cocina, miro a todos lados y entonces sale del almacén con unos tapetes de mimbre, recuerdo el regalo de mi madre cuando recién adquir&iac
KarimTenemos costumbres, pero mi padre parece ser que aquí para él no aplican. Desde joven había acatado cada costumbre y regla, pero después de mudarme, uno tenía que adaptarse, así que conservo unas, mi padre tiene que presidir la mesa, pero él se ha negado, quiere que se le trate como un invitado más.―Está exquisito, salud para tus manos, señorita Green.―Gracias, señor Farah.―Quita el señor, me haces sentir viejo. Además, serás de la familia…he visto el gran anillo.―Oh…sí. ―Madison mira en mi dirección nerviosa.Alcanzo a agarrar su mano.―El anillo de compromiso de mi abuela. Madre de mi padre…―Si. Anillo que ha pasado en generaciones. ―mi padre se queda en absoluto silencio. Mira de nuevo el anillo. ―Tu abuela se negó entregárselo a tu madre,
MadisonPresiono el botón del elevador, las puertas se cierran frente a mí, mientras sube, reviso mi atuendo gris oscuro, mi camisa blanca de cuello alto, mis tacones de aguja, luego el brillo del anillo de compromiso llama mi atención. Estoy a punto de quitarlo pensando detenidamente que no es necesario usarlo en el trabajo, solo debemos de hacerlo delante de su padre, entonces decido retirarlo. Lo guardo en mi bolsa de mano, mi mente se concentra en los números que van subiendo, finalmente llego a presidencia, empiezo la rutina como la asistente personal. Mientras reviso los pendientes, mi mirada se pierde en lo que ha pasado entre Karim y yo. ¿Cómo puedo seguir cuando me hace temblar con su presencia? Ahora que he estado en su cama y su aroma se ha impregnado en mi piel, ¿Cómo voy a seguir? Con solo recordar sus besos, sus caricias, sus manos recorriendo mi piel, me hace removerme de mi
Madison“Mi mundo” esas palabras se repiten desde esta mañana, miro el reloj nuevamente y solo ha transcurrido un minuto desde que lo vi por ultima vez. Repaso el momento, mis piernas habían tenido dificultad para levantarse, Karim había tenido que romper el momento al escuchar una llamada entrante en su línea privada. No sé como pude estar de pie sin tropezar o caer por lo gelatinosa que había quedado.― ¿Señorita Green? ―escucho a la señora Anderson gritarme desde su escritorio.Salgo de mis pensamientos y presto atención a la mujer que ha mantenido su línea muy estrictamente laboral entre las dos.― ¿Si, señora Anderson? ―arquea una ceja mientras sostiene el teléfono en su oreja del lado derecho.―La señora Clark pide que baje a lobby inmediatamente.―No puedo bajar sin antes…―la se&nti
Madison¿Qué? ¿Acaso a dicho que…? ¿Está de broma?―Ah, ¿Quieres “Tú” que me case contigo en un mes? ―Karim asiente confirmando mis palabras. ― ¿Estás…tomando medicamento y no me has dicho? ―veo frustración en su rostro.―Habibi…―levanto la mano interrumpiendo sus próximas palabras.―Quedamos que solo sería una semana y era fingir ser tu prometida, Karim, ¿Ahora quieres… que me case contigo? En lugar de terminar de tajo esto, está empeorando.― ¿Casarte conmigo es lo peor de esta situación? ―sus ojos muestran sorpresa.―Espera, lo que has dicho suena mal, no es lo que quise decir…―Pero lo dijiste…―susurra.―Mira, esto realmente se está saliendo de nuestras manos. Tienes que terminarlo, Karim. No puedo casarme contigo solo para
KarimMiro a Madison ansiosa por que la toque, pero quiero y necesito saber una respuesta. Sus pechos están expuestos frente a mí, todo es tan real y excitante. Creo que no se ha dado cuenta que me tiene embrujado en cuerpo y alma. ¿Cómo todo ha sucedido tan rápido? Llevo poco tiempo de conocerla y tratarla…y me vuelve loco. Recuerdo aquellas palabras que le había comentado cuando la puse contra la pared, “Eres un peligro”, el hormigueo que me provoca cuando la tengo cerca, mi cuerpo es como un imán con su cercanía, quiero tocarla, hacerla mía una y otra vez.―Sé mi esposa…Madison Green. ―ella sigue con esos ojos marrones abiertos de par en par, muda, su respiración es inestable, puedo sentir levemente un temblor de su cuerpo. Suelto mi agarre lentamente, ella sigue en el mismo lugar por su cuenta, sin tener que tenerla con mi mano en su
MadisonEl frío me hace removerme en busca de algo para cubrirme, mi cuerpo está en trance, en una nube de relajación, mis ojos apenas puedo abrirlos, no recuerdo en que momento me he quedado dormida, el frío se hace presenta erizando mi piel, mi mano comienza a buscar algo con que cubrir mi desnudez, algo me cubre haciendo que me alerte. Abro mis ojos por completo y estoy abrazando a Karim.― ¿Tienes frío? ―pregunta, se inclina y acomoda su americana sobre mi cuerpo. Asiento, pero entonces reacciono, miro alrededor y me doy cuenta de que es la oficina. Los grandes ventanales me muestran los edificios vecinos mostrando sus luces, el cielo aun está oscuro, me reincorporo acomodando la americana para no mostrar mi desnudez ante Karim, el pudor está en su gloria.― ¿Qué hora es? ―pregunto alertada, mi hermana debe de estar histérica.―Son las nueve de