Madison
—¿Y cuando regresarás? —pregunto a Karim quien está en el interior del gran armario, estoy sentada sobre mis piernas encima de la cama.
Sale finalmente con dos camisas de vestir y unas corbatas colgando de su brazo las levanta en el aire para que le ayude a decidir cual usar.
—Azul oscuro y el amarillo. —me encanta como se le ven esos colores.
—Regresaré mañana por la noche, esta reunión es importante, me nombrarán oficialmente la cabeza del imperio de mi padre, no puedo faltar, Habibi.
—Vale, pero tienes que regresar sano y salvo, ¿Lo prometes? —Karim deja de mirar su ropa en la maleta, se acerca y me planta un gran beso.
Al separarse acaricia mi mejilla, luego deja un beso en la punta de mi nariz. La otra mano acaricia mi panza abultada, me sorprende lo rápido que crece.
—Estar&e
KarimTodos los invitados toman lugar, unos cuantos murmuran entre ellos, el lugar de reuniones es en el hotel Burj Al Arab, uno de los hoteles más caros y más elegantes de Dubái.Veo a lo lejos a Farid, viene en su traje gris y su corbata color azul oscuro, detrás de él se queda su seguridad, entra al salón, mira el lugar, como si estuviera buscando a alguien, entonces su mirada llega a mí, puedo ver un gesto nuevo, un gesto que no sé describirlo.—Pensé que vendrías vestido de otra manera. —Farid arruga su frente.—¿Cómo están vestidos el resto del salón? No, hoy no, gracias. Adoro mi traje Armani. ¿Listo para tu nuevo nombramiento?—Sí. —digo firme, el nudo en el centro de mi estómago crece conforme pasa el tiempo. Suelto un suspiro e intento controlar ese sentimiento
MadisonEl escalofrío me recorre de pies a cabeza acompañado de una punzada de dolor en mi vientre, despierto bruscamente, Falah despierta al escuchar mi jadeo de dolor, mi mano se aferra a ese lugar.—Dios mío…—susurro, cierro los ojos fuertemente al sentir otra punzada más fuerte.—Tranquila, tranquila…Madison. Tienes que…—abro los ojos al escuchar su voz, pero entro en pánico al ver que su mirada baja al suelo, bajo bruscamente la mía y por mi pierna hay una línea roja cayendo en el suelo de piedra.—¡No, no, no, no! —cGreeno del terror.—Ven, tienes que tranquilizarte, es el estrés lo que…—lo interrumpo tomándolo bruscamente de su brazo.—¡Tenemos que salir o perderé a su nieto! —cGreeno, luego él pánico se adueña de &e
KarimUn golpe sobre la superficie de la mesa de cristal hace brincar al personal de seguridad.Seguía sin creer que nadie tenía nada acerca del atentado, lanzo una mirada a Farid quien está desajustando la corbata de su traje, puedo ver irritación.—Alguien debe de tener control en eso. —murmura frustrado. Me dejo caer en el respaldo de mi silla, le señalo a Josef que se retiren todos. Me paso ambas manos por mi rostro y lo masajeo. La tensión de estos días ha aumentado como nunca, mi ansiedad y desesperación por saber quien ha sido el culpable del atentando ha crecido desorbitantemente.—Alguien debe de estar borrando las pruebas. —Farid levanta la mirada y arquea una ceja, creo que ha llegado algo a su mente.—Perdona que lo diga de esta manera…—se levanta de su lugar y se sienta frente al escritorio. —…p
MadisonEl auto se estaciona frente a una casa elegante. Tomo con fuerza mi móvil, lo he apagado para que no fuese rastreado así como lo pidió Sophie. Había recibido una hora atrás un mensaje de un número privado. Algo en mi interior me decía que era Sophie y así fue. Había aceptado venir, pero le había comentado que no podía salir por la seguridad, movió sus contactos y en un dos por tres, estaba saliendo por la ruta de la cocina, sin ser vista. Las cámaras habían sido apagadas, entonces entendí que teníamos traidores dentro de nuestro equipo de seguridad.—La señora la está esperando en el interior. —dice el chófer, mientras que miro a mi alrededor, apenas podía ver, es de noche y no se veía mucho. La puerta se abre y un hombre alto de traje oscuro y calvo, me ordena que baje y le
KarimJosef me entrega un arma, me había puesto el chaleco antibalas antes de subir al auto, Giorgia estaba aterrorizada por lo que estaba sucediendo, le he prometido que regresaría con su hermana, a salvo. Madison había encendido el móvil, así es como Josef y el equipo de seguridad ha dado con su ubicación. La puerta de mi lado se abre, mi sorpresa es cuando veo a Farid.—¿Qué es lo que haces aquí? —me hace señas de que me recorra para tomar lugar. Niego.—Voy a cubrir tu espalda. —niego otra vez.—No vas a ir, ¿Sabes lo que va a pasar si tu padre se entera? —pregunto en un tono duro.—Que estoy ayudando a un amigo, qué me ha puesto a disposición toda la seguridad posible hasta las personas más peligrosas están en el auto gris. —me vuelvo a ver, y efectivamente hay u
Sophie sabía lo que debía de hacer, quitar toda pieza que le estorbara, que le estorbara a su hijo, Karim. Había decidido limpiar su imagen, necesitaba recuperar el terreno que se le había arrebatado. No se quedaría atrás, solo siendo un recuerdo en la vida de él.Había hecho las cosas mal. Lo sabía, no era tonta. ¿Pero qué más podía hacer? No quería a Madison para su hijo, pensaba que era poca cosa, qué no había motivado a Karim a ser importante, a ser grande para que quedara al lado de alguien que no estaba a su nivel.Sophie miraba a Madison temblar del miedo, la tenía donde la quería, donde su plan estaba trazado a la perfección. Sabía con seguridad que Karim aun estaba en la empresa, que había confirmado con la persona que tenía en la seguridad de su hijo.—Me aburres. Vamos a terminar con ello, teng
Un año después—Jamás había siquiera pensando en unir mi vida a una persona, pero desde que llegaste aquel día a mi empresa, con esos hermosos que me cautivaron, sentí que había alguien para mi y llenó de esperanza e ilusión, alguien con quien caminaría el camino llamado vida, a tu lado he aprendido a superar poco a poco esos miedos, esos ataques de ansiedad, he aprendido a entregar todo de mi sin esperar nada a cambio, he aprendido que...cuando te enojas, aquí mismo se aparece una pequeña línea, —mi dedo índice señala esa línea en su frente, ella hace un gran intento para no romperse en llanto. —Qué cuando te propones algo, se que lo lograrás, con o sin mi ayuda, qué tu corazón es demasiado grande y que siento que no lo merezco, pero el ver como me miras en este momento y en otros
Tres años después...Madison miró de nuevo esa prueba de embarazo. Cerró los ojos pensando que quizás estaba viendo mal. No quería ilusionarse. Ya había pasado tres años desde que se habían casado, tenían un gran departamento, con una bella vista al lago, y un negocio que crecía como la espuma, tenían casi todo.Solo faltaban los hijos.Madison abrió los ojos y confirmó sus sospechas:Estaba embarazada.Tenía un gran apetito por los cereales llenos de pasas, cuando antes se negaba siquiera a comprarlos, su ropa ya no le quedaba, sus pechos estaban creciendo aún más, Karim le había dicho que la notaba más llenita y eso le encantaba.—Estoy embarazada. —se dijo a si misma. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.Intentó tranquilizarse y