El viento juega con mi cabello y aspiro profundamente el olor del mar. Abro los ojos y contemplo los alrededores, cada vez más nos alejamos a gran velocidad del muelle donde estábamos hace poco, al igual que ya no se escucha los motores de los barcos de carga. El agua esta calmada y Dominic de a poco disminuye la velocidad del yate, dejándolo totalmente quieto en un punto muerto; y sin nada más que agua a nuestro alrededor.
— Este es mi lugar favorito — dice, apagando el motor —. Solía venir con mis padres y mi hermano cuando éramos niños.
— Tienes familia. Creí que estabas solo — digo y se sienta a mi lado —. ¿Tus padres viven cerca? ¿tu hermano es mayor o menor? Oye, ¿los debo conocer?.
Ríe.
— Respira — palmea sus piernas e inmediatamente me siento de lado en su regazo, su brazo rodea mi cintura y coloca la barbilla en mi hombro. Mi corazón quiere salir desbocado de mi pecho —. Mis padres fallecieron hace seis años. Mi hermano es mayor, por un par de años,
DOMINICSus palabras son confortantes y mi corazón cree a cada una de ellas. Sofia se caló más allá de mi piel, eso es algo que no puedo negar. Sus labios se han convertido en la maldita droga que necesito para respirar y no hay quien me salve a la marea de sentimientos que están naciendo en mí. Sus manos quitan botón por botón de mi camisa mientras nuestras bocas se estrellan con violencia. Jugando en una guerra en la cual estoy a punto de perder. Una vez quita por completo la camisa; desabrocha con destreza el pantalón y lo baja un poco junto con el bóxer. Nos separamos en busca de aire y su pequeña mano envuelve mi miembro, gruño y empieza moverla de arriba hacia abajo.— Me voy a desquitar por fin, de todo lo que me has hecho padecer, Dominic — sonríe traviesa. La tomo de la nuca y vuelvo a besarla con más fuerza.He caído por completo a sus píes, que me consuma todo lo que quiera, hasta que se canse de hacerlo.— Estas muy traviesa, princesa — muerdo su
SOFIALa estaba pasando muy bien, de eso no cabe la menor duda. En mi mente ya tenia pensado la una y mil maneras en las que iba a enloquecer a ese hombre; pero siempre debe aparecer la mosca en la sopa y lo arruina todo.— Nunca te he mentido, princesa — se gira y en sus ojos noto miedo.— Pero tampoco has dicho toda la verdad, Dominic. Si empezamos una relación es para que no hayan secretos entre nosotros. Y sé que no hace falta que te cuente sobre mi vida, si ya me has investigado y sabes todo de mí — respiro profundamente —. En cambio, cada día me estrello con alguno de tus secretos. Los he aceptado, pero no quiere decir que esté de acuerdo con esa vida que llevas. Dime ¿Qué sientes al meterte esa porquería?.Calla y relame sus labios. No soy tonta y lo que ese hombre le dio, es coca.— Estas pidiendo explicaciones que antes no pedías, Sofia. Te dije que te contaría todo de a poco, no me presiones.Resoplo y no puedo evitar sentirme decepciona
— Eres una mentirosa. Me he abierto contigo en muchos aspectos — me toma del cabello con fuerza y me jala hacia atrás, chillo por la fuerza que ejerce y el verdadero ser ha salido a flote —. Vete a la mierda, Sofia. Creí cada una de tus palabras y hasta llegué a pensar que serías la mujer de mi vida. No eres más que una mentirosa e interesada. Te conviene más un hombre bueno, como lo es Eric ¿no es así?.— Contigo no hay manera de razonar. Eres un hombre que solo escucha lo que le conviene — grité, sus ojos se desviaron por unos segundos y cuando volvió su mirada a mí, solo vi oscuridad —. Dominic, he estado aquí, y tus estúpidos celos no te dejan ver más allá. Si nos aliamos con Eric, tenemos en nuestras manos a Loren.— ¿Qué ganas tú con todo esto? — dice y me suelta. Me quedo atónita por pocos segundos y rio por lo que acaba de decir —. Deja a Loren y a mi hija tranquilas.¿Será que sufre cambios de personalidad? Nuevamente la esta defendiendo y no voy a s
Así como empezó, asimismo todo acabó. Dominic es muy desconfiado, loco y obsesivo; sin embargo, me hace mucha falta sus arrebatos.Dos semanas después de nuestra pelea en el yate, nos distanciamos definitivamente. Tal como le dije, volví a mi casa y empecé a frecuentar el hospital donde se encuentra mi abuela. En pocos días le darán de alta y debe de tener muchos cuidados, he descuidado a mi familia por un loco maniático que supo envolverme en su juego. Mi hermano va muy bien con sus estudios y es algo que me hace inmensamente feliz. Me ha interrogado mucho por saber de donde he sacado el dinero; le dije una pequeña mentira, diciéndole que pedí un préstamo en el banco y que pago cuotas bajas. Por lo menos, me creyó.No he sabido nada de Dominic, no he ido al club y el teléfono que me dió, parece estar muerto. Él tampoco me ha buscado y en cierto modo, duele. Pero no puedo exigir cuando fui yo, quien le dijo que no quería saber más de él.Suspiro y término de guarda
— ¿Dónde esta Dominic? — pregunto después de un tiempo en el auto.— No sabría decirle, Srta. Hace días se marchó en el jet privado y no ha regresado. Tampoco contesta a las llamadas del Sr. Nicolás. El jefe de seguridad perdió su rastro en el radar.El estómago se me comprime y el corazón late apresurado. Mi cuerpo empieza a temblar y la ansiedad llega de insofacto.— ¿Cómo así? ¿Se supone que eres su guardaespaldas?.— No puedo decirle más de lo que ya he dicho. No se preocupe, el mejor equipo de rastreo esta en su búsqueda.¡Por Dios! No puedo estar tranquila sin saber donde o con quien está ¿Y sí esta con esa mujer? ¿Será que volvió a caer en sus juegos sórdidos? ¿Me habrá mentido? ¿Me ha dicho la verdad o solo fui un estúpida a quien engañó? La mente me maquina a mil. Cierro los ojos y respiro profundamente ¿Hice bien en dejarlo solo aquél día? Me culpo y niego con el corazón quebrándose dentro de mi pecho.No debí dejarlo. No, sabiendo de to
Un olor fuerte se impregna en mis fosas nasales, y de a poco abro los ojos con un agudo dolor de cabeza. Me lleva algo de tiempo restablecer mi visión debido al desmayo que tuve, una suave voz llama mi atención.— Que bueno que has despertado — Camila retira el algodón de mi nariz y frunzo el ceño. Me encuentro en una habitación que evidentemente no es la mía —. Duraste dos horas inconsciente.— Tanto... — asiente con la cabeza y toma mi mano con delicadeza; es donde me doy cuenta que tengo puesto un catéter en mi muñeca.— ¿Sufres de alguna enfermedad?.— No, creo.— ¿Has comido bien?— No mucho, la verdad.— ¿Estas durmiendo correctamente?.— Hace mucho no conozco que es dormir correctamente.— Debes cuidar de tu salud, Sofia. Al parecer, es una anemia. También estas deshidratada, por eso te coloqué suero — vaya, Camila es doctora, supongo —. Pasarás la noche aquí, verás que mañana vas a estar mejor.— Gracias — susurro y
DOMINICVer partir a Sofia, acabó con todo esa parte buena que quería ofrecer para ella y el mundo. Mi corazón volvió a ese pozo del que ella se encargó de sacarme de a poco; pero ahora estoy cayendo más profundo que otras veces. Me abstuve lo suficiente para no lastimarla más de lo que hice. Sin embargo, fue en vano apretarla contra mi pecho con fuerza. Ella decidió irse, y en parte la entiendo. Su vida sería una miseria y una tortura a mi lado ¿Quién estaría dispuesta a pasar el resto de su vida con un monstruo como yo? Quizás me vean como alguien sin sentimientos. Pero los tengo, nadie se había tomado ese tiempo que me dió Sofia, para conocerme y apreciar quien soy.Juego con el collar que mandé hacer hace unos días para Sofia. Espero y lo acepte. No lo hago para que vuelva conmigo, me nació dárselo, y de a poco, quizás pueda ganarme su amor. Bebo un trago de licor, y ya no hace el mismo efecto que antes. En lugar de hacerme olvidar, mi querido tormento, aparece con f
SOFIALas horas parecían no tener fin. No como ni duermo desde que informaron la muerte de Dominic. Su cuerpo lo habían encontrado a varios metros de donde se estrelló el jet; completamente irreconocible. Por más de que mis ojos lo lloren, mi corazón me dice que él está con vida. Que en cualquier momento saldrá de las sombras, y me verá con esa mirada tan penetrante y única que siempre me daba.Nicolás, no está mucho mejor que yo. Han sido tres días en los que sus desgarradores gritos resuenan por toda la casa. Camila nos ha mantenido la mayor parte del tiempo sedados, y es como disminuir un poco el dolor. Sin embargo, la opresión en el pecho, me dejará en cualquier instante sin respiración. El corazón quema, arde, duele; siento las inmensas ganas de arrancarlo de mi pecho, y así, no sentir más este dolor y est