— ¿Por qué no me dijiste antes, mi amor? — susurro en su oído.
— Apenas si llegaste y no tuve la oportunidad. Quería que te enteraras de otra manera y no de esta. Además, que me afectó mucho lo de June; el corazón quema de pensar todo ese sufrimiento que vivió junto a ellos.— Pero ya esta con nosotros, princesa. Estará bien, ¿te importa si vive en nuestra casa.— Me preocupan sus traumas. Ella sufrió mucho — se enderezó y luego de limpiar su boca con un pedazo de papel qué saco del bolsillo de su chaqueta, se giró —. Amor, puedes llevarla, es tú casa. No debes de preguntarme a mí.— Claro que sí, mi reina. Ahora todo lo mío es tuyo — negó con una sonrisa.— Vayamos con calma, cariño — asiento —. Anda, ve. A&uaSOFIASabía desde un principio que sería cruel con ella. Lo vi en sus ojos, por primera vez vi el odio contra Loren. Quizás he subestimado y creído que Dominc era un hombre con trastornos y locura grave. Pero me ha quedado clarísimo, lo cuerdo e inteligente que es. Traté de soportar lo que más pude, pero fue demasiado para mí. Es la primera vez que veo como asesinan de la manera más despiadada, pero bien merecida a una persona; si es que se se puede llamar así a esa desgraciada. Merecía eso e incluso más sufrimiento. Un hielo bajó por toda mi espina dorsal al ver como el ácido quemó todo su interior. Sus gritos y su llanto era atroz y desgarrador, ese sí es el infierno en vida. Sin embargo, mereció cada una de las torturas de Dominic.— Srta, Sofia, que bueno es verla por aquí nuevamente ¿le preparo algo de comer o de to
Me encanta como reacciona ante mis toques. Envuelvo su miembro en mi mano y empiezo a moverla de abajo y hacia arriba, el agua hace que se deslice con gran facilidad y pueda mantener un buen ritmo al movimiento de la muñeca.— Eres una pequeña demonía, Sofia — jadea, me electrocuto con el toque ronco de su voz cuando está excitado —. Te gusta tentarme, y estoy perdiendo la cabeza; por no hacerte mía como se debe — se gira y no me da tiempo a reaccionar a nada, pues ya me tiene acorralada contra los azulejos —. Quiero hacértelo aquí, en nuestra cama, en el despacho y por cada rincón de nuestra casa. Que tus gritos y gemidos sean lo único que se escuchen en el silencio. Así de mal me tienes, y más sin embargo me gusta. Me gusta que seas la mujer que me llevará más a la locura, y al tiempo; demostrar lo cuerdo que estoy — me encara y más me
— Abuela, recuerdas que te había hablado de Dominic, mi novio y el padre de mi bebé — asiente. Es como si fuera a pedir permiso para quedarme en casa de algún amigo, cómo cuando estaba en la escuela.— Lo recuerdo muy bien, pero no mencionaste que era tu novio.— Bueno, abuela. Creí que lo supondrías — estrechó los ojos y sonreí —. Sabes que esta casa es algo pequeña, y ahora que Dominic ha vuelto, iremos a su casa. Solo por un tiempo, abuela ¿Sí?.— No quiero ser grosera ni mucho menos desagradecida, pero quiero irme a mi casa. Me siento muy incómoda estar en un lugar que no conozco, y siendo una intrusa en la vida de estas personas.— ¿Quién le ha dicho que es una intrusa? — entra Dominic sin tocar. Mi abuela lo mira por unos segundos, y luego me da una mirada que no comprendo &md
En el momento que su pequeño cuerpo dejó de temblar, sus brazos rodearon con fuerza parte de mi cintura. Sus manos se aferraron a mi cuerpo, mientras su respiración agitada se calmaba de a poco. Nos tomará un largo proceso ayudar con esos traumas que han marcado la vida de un ángel, la cual no tuvo culpa de haber nacido de un ser tan despreciable, cómo lo era esa mujer. Todo parece irreal, siquiera me había dado cuenta que Dominic estaba con nosotras en la habitación. Solo quería que la pequeña sintiera esa confianza por primera en vez en su vida.Una madre es tan necesaria en la vida de un hijo. Desafortunadamente, por azares del destino no pude contar con el cariño de la mía. Pero mi abuela es esa madre que sin importar qué, siempre nos brindó ese amor, nos dió lo mejor de sí para que en la vida no nos hiciera falta nada; incluso a costa de su propia salud.
DOMINICPor más que la abrace contra mi pecho, sus lágrimas y sus gritos siguen echándole ácido en este odio que siento por dentro. Cada suplica quiebra mis huesos en miles de pedazos. Tiembla en mis brazos, provocando que todo mi ser se erice. El sufrimiento de mi hija es algo que no puedo arrancar de sus más recónditas memorias. De mis manos se escapa ese poder de lograr que olvide para siempre todas las huellas que están marcadas en su piel y en su corazón. No puedo contener las lágrimas y término llorando sobre sus cabellos. Un dulce susurro más una cálida mano me atrapa y me lleva a esa paz, la cuál solo me brinda ella.— Shhhh, todo está bien — susurró, acariciando el dorso de mi mano y la espalda de June —. Duerme y no llores, cierra tus ojos que un ángel cuida de ti. Sonríe y no llores, deja que el alma brille con
SOFIACada día es peor que el anterior, cada noche se vuelve a reproducir el mismo escenario lleno de dolor y ansiedad. Esto está siendo mucho más difícil de lo que creí. Tres meses en los cuáles han sido una verdadera pesadilla. Aunque June a mostrado un poco de avance en sus citas con la psicóloga, aún queda mucho daño que resarcir. Sus pesadillas la atacan justo en la cúspide de la noche, cuándo se supone que un niño deba tener una dulce noche. Cada noche le canto y le arrullo hasta que sus sueños queden en plena tranquilidad, pero los míos quedan esparcidos en la habitación. Llevo tiempo sin dormir correctamente, y a causa de ello he enfermado un poco. Aunque tuve un leve sangrado hace unos días, gracias a Dios no le sucedió nada al bebé. Ahora debo aguardar reposo mientras Dominic trata de hacer lo humanamente posible por controlar la situac
Verlo partir por voluntad propia fue lo más duro y feliz que he podido experimentar en todo este tiempo. El doctor ha estado muy al pendiente de su seguimiento y del tratamiento adecuado que debe seguir; me ha dicho en varias ocaciones qué su comportamiento aunque ha mejorado, aveces muestra arranques de ira, lo qué, mayor parte del tiempo: lo mantienen sedado o bajo diferentes tipos de juegos de mesa, dónde pueda descargar un poco la frustración y el encierro. No me ha dejado hablar con él, y eso es lo que más me está matando. Ha sido dos largos meses, en el cual extraño todo de él. En pocos días tengo la ecografía para conocer el sexo del bebé, y me da algo de tristeza saber qué no estará tomando mi mano cómo en las primeras.June, ha estado algo callada por la inesperada desaparición de su padre, pero he tratado de hacerle entender que pronto volver&
DOMINICLa mejor decisión fue haber venido a este lugar. Al principio me negaba por tres razones muy importantes para mí. Por ellas mismas, hoy me encuentro acá; salvándome de mí mismo. No voy a negar que estar lejos de ellas, me hace dar cierta punzada en el corazón. Sofia está sola; embarazada y con mi hija a cargo. Mi princesa, contemplo la foto que me ha facilitado el doctor, y me culpo por haberme dejado llevar por la ira; sin embargo, es algo que no podía controlar. Ahora con las intensas terapias, he aprendido a manejar mis emociones un poco más. Su vientre está mucho más grande que la última vez que la vi. Sus ojos muestran demasiado cansancio, y su hermosa sonrisa sigue estando ahí. Por otro lado, está mi otra princesa; en sus labios se muestra una sonrisa que llega a sus ojos, los mismos que brillan de emoción, mientras sus mejillas han ganado carne. Est&aa