Ginna Renaux .
—¿Está todo claro para usted Ginebra?— inquirió el doctor con tono severo. —El hecho que vaya a casa no significa que pueda volver al trabajo. Usted deberá mantener reposo por lo menos durante un mes y medio más.
—Pero tengo un desfile...
—Pero nada—, interrumpió mi padre. —No se ocupe Doctor, yo me encargo de que mi hija se mantenga lo más tranquila posible.
—Cálmese y asegúrese de obtener el descanso que necesita&
Ginna Renaux Quedó en Shock durante largo rato, no solo por el embarazo en si. Sino es porque ambas estábamos embarazadas al mismo tiempo. «Si tan solo yo no hubiese tenido el accidente...» Vaya tretas que nos estaba jugando el destino.—Entonces, ¿No se lo piensas contar a Carlos? —le pregunté cuando pude reponerme del asombro.—No, no por ahora. Me imagino que este demasiado ocupado con su modelo de turno en América. Por ahora estoy tranquila con mi decisión de no decirle, y así espero estar por más tiempo.—En algún momento tendrás que contarl
Ra🍆| Emiliano SantoriniDecidí dejar varias cosas en orden antes de partir a la finca . Asuntos, de los que temo nadie se encargará. El haber hablado con Mila Renaux , me libero de una culpa que me estaba calando el alma. Después de haberle explicado las cosas, se mostró sensata y muy a su pesar alegó que no importaba lo que yo trataba de explicarle, aún así Carlos era el único culpable de haberle destruido el corazón. Logré entregarle el teléfono que había comprado para Ginna, y sin mucho más que decir, por ninguno de las dos padres, se marchó.Hay varios temas que debo procurar, para que Ginna
Ginebra RenauxLas semanas se fueron marchando sin darme tiempo a decidir cómo seguir con mi vida. Estaba en un estado en donde no tomar decisiones, era mi única decisión.Mi nuevo teléfono parecía muerto. A excepción de Solange que alguna vez se dignaba a enviarme un mensaje, no veía jamás encender la pantalla del dispositivo. Me daba demasiada nostalgia verlo, por lo tanto lo había condenado a una gaveta de mi mesita de noche.Mis hermanas tenían demasiado trabajo, y me cruzaba con ellas muy poco en casa, Mila regresaba cada noche muerta del sueño producto al embarazo y a penas tenía fuerzas para hablar.&nb
Ginna Renaux Encontrar un hotel para pasar la noche no fue difícil, la ciudad estaba llena de hoteles. Pague por una semana completa, para no estar presionada a la encontrar un buen piso para ambas.Si ya habíamos tomado esta decisión absolutamente todo tenía que ser Perfecto en todos los sentidos. Sobre todo por los cambios abísmales que ocurrirían en los próximos meses.Me llenaba de emoción al saber que en unos meses más habría otro inquilino o inquilina viviendo con nosotros. Pero ese pequeño integrante de la familia necesitaría una serie de cuidados especiales, muchos cuidados especiales Para ser exactos y ambas debíamos estar preparadas para afrontar esa situaci
Ginna RenauxLa voz no me decepciona. Ansiaba escucharla. Tan pronto habló la reconocí al instante sin necesidad de que se identificara.—Ginna soy Maria Eduarda, ¿Cómo has estado?— Tras unos segundos de silencio me recupero de la impresión que me causa oírla. No es él quien llama, pero él escuchar a su hermana me lleno de una extraña emoción, escucharla a ella es como si fuera una extensión de él. De alguna manera hablar con Duda me hace sentir a Emi más cerca, y sin dudas será la única forma de conseguir de primera mano las noticias que tanto busque en la madrugada en internet y que tanto deseaba oír.
Ginna Renaux Al llegar al hotel subo directamente a la habitación. Mila no está, hacia a penas media hora me había llamado para comentarme que tenía algo que hacer con una amiga, y que llegaría pasadas las ocho de la noche.Entré al baño a refrescarme, son cerca de las cinco de la tarde y decido ponerme cómoda para tomarme una siesta. Gracias a las semanas de reposo médico, me siento exhausta con muy poco que haga.El sonido de una vibración me hace lanzarme a bucear entre el contenido de mi bolso para encontrar el teléfono. Lo localizo, miro la pantalla y se trata de Maria Eduarda nuevamente, pero no es su pr
Ginna Renaux Me depositó despacio en el piso en aquella habitación a oscuras donde solo se podía escuchar el ruido de la lluvia golpeando los ventanales y nuestra agitada respiración. Aunque casi podía sentir mi corazón latir a un ritmo desenfrenado por todas las emociones contenidas durante todo ese tiempo que estuve sin verlo, que luchaban por salir de mi. Quería gritarle que lo amaba, quería demostrarle tanto lo mucho que lo había extrañado que no supe que decir ni que hacer. Nunca me imagine que fuera tan difícil amar de esta manera tan profunda, de una manera casi tóxica. Yo pensaba que el amor no podía vivirse de esta manera y aquí estoy siendo con
Ginna Renaux El viaje de regreso a Paris se me hizo eterno. Tan pronto el avión tocó tierra parisina, me lancé a la carrera, tomé un taxi y pase rápidamente por el hotel para dejar mis cosas.Localicé la dirección de la clínica y tomé las llaves del coche saliendo disparada rumbo al hospital. Al llegar caí en cuenta en la verdadera gravedad del asunto, muchas veces nos negamos a enfrentar la verdad, hasta que la realidad nos golpea con fuerza el rostro. La situación era tal cual como la describió Mila. Los médicos no tenían un buen pro