Ginna Renaux
La tristeza no había desaparecido de mi alma. Para ser sincera, creo que jamás recuperaré la alegría del todo. Mis hermanas intentaban hacerme sonreír todo el tiempo. Habían pasado dos días desde que desperté y el sencillo hecho de respirar sabiendo lo que había perdido, me dolía desgarradoramente . Un dolor que cargaría sola y en silencio el resto de mi vida. Ni siquiera el propio Emiliano sabría jamás lo que significaba ese embarazo perdido para mi.
Emi, otro de mis motivos de sentimientos encontrados. Lo estaba odiando prácticamente a muerte, pero me encontraba constantemente pensándolo y hasta añorandolo. Me moría de nervios la tarde anterior, él había estado en las afuer
Ginna Renaux—También podría yo —replique y él se volteó rápidamente con expresión de fastidio, pero sobre todo de dolor— preguntar por qué con tan evidente propósito de ofenderme y de insultarme me dices que te gusto en contra de tu voluntad, contra todo lo que está bien y hasta en contra tu modo de ser. ¿Creo que esto excusa ni falta de tacto para decirte rotundamente que no? Pero, además, como te atreves a venir a pedirme que me case contigo. ¿Acaso enloqueciste Emiliano Santorini? ¡Por Dios! Sé de lo que fuiste capaz de hacer. Y creo que tú también debes saber a qué me refiero , de hecho estoy segura de que lo sabes muy bien. Aunque estuviera arrastrándome de amor por ti, ¿crees que habría algo que pudiese tentarme a aceptar al hombre que ha sido el culpable de arruinar, tal vez para siempre, la fe
Ra🍆| Emiliano SantoriniSalí de aquel cuarto de hospital con un genio de los mil demonios. Los deseos de obligar a Ginna a escucharme los contuve. No era el momento, ni el lugar. Pero estaba deseando descargar mi ira en algún sitio.Conduje a casa a una velocidad endiabladamente rápida, y justo antes de llegar me detuvo un oficial, regalándome una encantadora multa de tránsito para apremiar aún más mi ya volátil y explosivo estado de ánimo.Al entrar a casa, descubrí que Amelie y mi tía estaban allí , para agregar este hecho a mi desgracia. No deseaba ver a nadie. No quería que nadie me molestara, que me hablara...
Ginna Renaux El impacto de ver a Emiliano de pie en el umbral de la puerta, solo se compara con la desesperación que sentí al ver su rostro. Entro como un huracán, arrasando a su paso los últimos dejes de tranquilidad con que contaba mi fortaleza interior. Yo completa temblé al estar ante su presencia. Aún con el alma destrozada, y contra mi propia razón, yo moría por ese hombre. Nada de lo que me pudiera haber escrito en esa carta, cambiaría ese hecho. Me enamore de todo lo que él es, y representa. Me enamore de su carácter, de sus defectos, de su forma tan placentera y escondida de hacerme suya.Sin embargo, se fue tal y como llegó, no tuve tiempo a reaccionar. Su fuerza interior no disminuy
Ginna Renaux .—¿Está todo claro para usted Ginebra?— inquirió el doctor con tono severo. —El hecho que vaya a casa no significa que pueda volver al trabajo. Usted deberá mantener reposo por lo menos durante un mes y medio más.—Pero tengo un desfile...—Pero nada—, interrumpió mi padre. —No se ocupe Doctor, yo me encargo de que mi hija se mantenga lo más tranquila posible.—Cálmese y asegúrese de obtener el descanso que necesita&
Ginna Renaux .—¿Está todo claro para usted Ginebra?— inquirió el doctor con tono severo. —El hecho que vaya a casa no significa que pueda volver al trabajo. Usted deberá mantener reposo por lo menos durante un mes y medio más.—Pero tengo un desfile...—Pero nada—, interrumpió mi padre. —No se ocupe Doctor, yo me encargo de que mi hija se mantenga lo más tranquila posible.—Cálmese y asegúrese de obtener el descanso que necesita&
Ginna Renaux Quedó en Shock durante largo rato, no solo por el embarazo en si. Sino es porque ambas estábamos embarazadas al mismo tiempo. «Si tan solo yo no hubiese tenido el accidente...» Vaya tretas que nos estaba jugando el destino.—Entonces, ¿No se lo piensas contar a Carlos? —le pregunté cuando pude reponerme del asombro.—No, no por ahora. Me imagino que este demasiado ocupado con su modelo de turno en América. Por ahora estoy tranquila con mi decisión de no decirle, y así espero estar por más tiempo.—En algún momento tendrás que contarl
Ra🍆| Emiliano SantoriniDecidí dejar varias cosas en orden antes de partir a la finca . Asuntos, de los que temo nadie se encargará. El haber hablado con Mila Renaux , me libero de una culpa que me estaba calando el alma. Después de haberle explicado las cosas, se mostró sensata y muy a su pesar alegó que no importaba lo que yo trataba de explicarle, aún así Carlos era el único culpable de haberle destruido el corazón. Logré entregarle el teléfono que había comprado para Ginna, y sin mucho más que decir, por ninguno de las dos padres, se marchó.Hay varios temas que debo procurar, para que Ginna
Ginebra RenauxLas semanas se fueron marchando sin darme tiempo a decidir cómo seguir con mi vida. Estaba en un estado en donde no tomar decisiones, era mi única decisión.Mi nuevo teléfono parecía muerto. A excepción de Solange que alguna vez se dignaba a enviarme un mensaje, no veía jamás encender la pantalla del dispositivo. Me daba demasiada nostalgia verlo, por lo tanto lo había condenado a una gaveta de mi mesita de noche.Mis hermanas tenían demasiado trabajo, y me cruzaba con ellas muy poco en casa, Mila regresaba cada noche muerta del sueño producto al embarazo y a penas tenía fuerzas para hablar.&nb