Desperté por un sonido muy ruidoso, mirando a todos lados buscando de dónde provenía.
Que m****a.
Al fijar mi vista en la puerta pude ver a Margaret parada en el marco, con un silbato entre sus labios.
Margaret es la señora que se encarga de traernos a las habitaciones y también de supervisar que hagamos nuestros deberes.
Es una gorda enojona y fastidiosa.— ¡Que rayos! , —exclamé.
—Levántense es hora de trabajar. —gritó Margaret.
—Son las 5 de la puta mañana, ¿Que sucede contigo? —refute molesta.
Margaret me sacaba de mis casillas, era un grano en el culo todos los días.
—Muévete bandrew serás la primera. — Margaret me fulminó con la mirada señalándome con su dedo índice.
—Me levanté de la cama para dirigirme al baño. —Bitch,— dije en vos baja antes de desaparecer por la puerta.
Ya en el baño una vez más mi rostro cansado estaba luciéndose ante el espejo.
Me desvelaba demasiado para descifrar tan poco, ¿qué clase de enigma estaba viviendo?
Me bañé, lavé mi cabello, cepillé mis dientes, estuve unos minutos mirándome en el espejo, en el fondo quería que todo acabara, y no hablaba de lo que ocurría allá afuera, sino de lo que me estaba matando por dentro.Salí del baño ya lista para bajar, mi atuendo no era el mejor, era domingo y haría trabajo de jardinería.
Que emoción. (Nótese mi sarcasmo) aunque me entusiasmaba la idea de ir al jardín, no tenía idea de que había uno.
Al llegar atravesé la reja de entrada, no era un jardín como tal, era una especie de vivero.
Había flores, pequeños árboles y plantas.
Era un lugar muy lindo y acogedor. Casi en la puerta trasera había un pequeño camión estacionado, al otro lado, estantes con pequeñas macetas y en un rincón un montón de rocas.Margaret se acercó a mí con una pala en su mano, me la ofreció.
—Toma, empieza a trabajar. —me dijo con esa voz tan odiosa y autoritaria.
— Levanta esas rocas y llévalas a la parte trasera del camión.
Linda Margaret, me las vas a pagar.
—Tomé la pala con fastidio.
Margaret se acercó más a mí.
—Si comienzas ahora tal vez termines para el almuerzo, —sonó su silbato en mi oído casi dejándome sorda, y me quedo claro que debía comenzar ahora
…Al principio no se me hacía muy difícil, pero después de llevar y traer rocas unas tres veces ya me estaba cansando.
Tenía calor, había muchos insectos, algún químico me daba alergias, no podía dejar de estornudar, mis ojos lloraban solos, y me picaba la nariz.
—Jodida m****a, que no se suponía que haría trabajo de jardinería, vine preparaba para plantar árboles que se yo, poder el césped, regar flores
Me molestaba mucho tener que hacer este trabajo, debe haber alguien encargado de hacer esto, Margaret solo quería molestarme.
Ella me odiaba y no sabía por qué.
La sensación de que alguien me miraba me sacó de mis pensamientos.Miré hacia atrás y lo que menos me esperaba era ver a taiker recostado en un pilar con su pierna arriba.
Lo miré apenada por qué seguramente había presenciado mi pequeña rabieta.
Él al notar mi vergüenza, soltó una risita.
— ¿Cuánto tiempo llevas ahí? —pregunté con fastidio.
—No mucho, pero... Se supone que debía podar el césped, regar las flores, tonta Margaret. —dijo imitando mi voz y también mis gestos.
—Que gracioso, te esperan en el circo, — dije con sarcasmo y su expresión de burla desapareció.
—Disculpa, estaba bromeando. —se acercó y me quitó la pala, seguido a eso, empezó a llevar las rocas por mí.
—Oye que haces, no, ese es mi trabajo. —dije
—Relájate, solo quiero ayudar, estás muy flaca, yo soy más fuerte.Lo mataré.
Tomé una roca y se la lancé, pegándosela en la espalda.
— ¿Qué haces? — preguntó confuso.
—defendiéndome, me dijiste debilucha.
—De nuevo estaba bromeando, si vuelvo a jugarme contigo tal vez me mates.—Alguna vez te han dicho que eres agresiva? —Preguntó sobando su mentón, como si pensara.
Tomé otra piedra y taiker alzó los brazos en son de paz.
—Está bien, tranquila, soy muy joven para morir.
Me reí ante su expreso de susto fingido.
—Eres muy malo actuando, sabías? —Pregunté burlona.—Y tú para los chistes sabías?
— No quieres morir cierto?
—Ok me callo,—dijo volviendo a lo suyo.
Taiker lucia despreocupado con esos shorts de cuadros y esa playera negra. Sus rasgos eran finos, tenia una piel muy bonita y sus cachetes se tornaban rojos debido al sol.
Su personalidad solía ser arrogante pero el hecho de ser chistoso y divertido le agregaba cierto encanto.Me pregunté el por qué el había venido aquí, pero no me molesté en preguntar, tal vez quiera pasarse por los baños a echarme una mano por allá también.
Después de unos minutos ya no faltaban más rocas.
Agradecí su ayuda, ya no podía más.
—De nada henni,—me dijo entregándome la pala.
— Grac... Espera, como me llamaste? Pregunté frunciendo mi entero ojo, —No me llames así.—Refute.
—Que aburrida eres henni, —dijo con cansancio.
—Lo fulmine con la mirada.
Coloqué la pala en su lugar, supuse que allí iba ya que habían otras cosas de jardinería.
Tienen todos los implementos, me cuesta creer que no hay una persona que se ocupe de este trabajo.Taiker se quedó recostado en el pilar con los brazos cruzados.
—Que miras? —Pregunté odiosa.
— Nada henni—respondió.
—Paciencia, —dije agarrando el puente de mi nariz.
Me enojé
—¿Que haces aquí?— pregunté.
—Puedo ir a donde quiera,— respondió alzando los hombros.
—Y justo decidiste venir aquí, interesante,—dije despreocupada.
—Me gusta este lugar, solo eso—respondió restándole importancia—Está bien, si tú lo dices,—Me encogí de hombros.
—Qué estás insinuando Bandrew,—Me miró confuso.
—Oh no nada ¿Y ya te vas, o tengo que soportarte por más tiempo?— pregunté cansada.
Me salía natural hablarle así, no lo conocía, apenas y intercambiamos algunas palabras el otro día, pero la verdad me gustaba fastidiar.
—Que mal agradecida eres henni, te ayude con tu tarea y me tratas así? Mala chica. De pequeña no te enseñaron modales.— su tono de superior haciéndose notar.
—Y a ti de pequeño te dieron mucho perico, hablas demasiado cállate ya.
Su cara de sorpresa al escuchar lo que dije me hizo reír.
Pareció molestarle porque se fue sin más
Amo mi capacidad de molestar a las personas, aparte no me gusta que me diga henni. … En la hora del almuerzo volví a sentarme con “los cuatro” y vaya vaya, taiker me ignoró todo el tiempo.¿Entonces el chico inalterable y perfecto
estaba afectado?
Quién lo diría
Las cosas estaba tomando forma, había algo de este lugar que no me cuadraba, y eso era bueno, porque estaba segura de que mis padres tenían algo que ver. Tal vez “los cuatro” puedan ayudarme a descubrir lo que esconden estás paredes.
Esos chicos también eran algo misteriosos, y por mucho que hayan sido los primeros en venir aquí, eso no explica que todos los traten como a unos dioses.
La primera vez que hablé con “los cuatro” noté al instante que trailer es la cabecilla del cuarteto y eso debe de tener un motivo.
Siento algo muy extraño, sin duda alguna el director de este lugar sabe qué ocurrió con mis padres.Directora ya he firmado el compromiso, puedo irme?Me encontraba en la oficina de la directora, me había llamado para firmar un papel donde yo me comprometía a no escaparme más, y de no cumplir con eso, el castigo sería mayor.—Si hennelle vuelve a tu clase, y ya sabes no más escapadas jovencita. —asentí con la cabeza.Salí de la oficina y me encaminé al salón de clases.Los pasillos estaban vacíos, se sentía bien caminar por ellos cuando no había nadie. Al llegar al salón de clases me senté en mi lugar y saqué mis cosas para empezar a copiar.El tema era corto, sobre química orgánica y esas cosas de cadenas carbonadas.La profesora era muy estricta, todo tenía que ser perfecto, y si en las cadenas (c-c-c-c-c) alguna “C” estaba torcida, te eliminaba todo, así que estaba medio complicado sacar 20.Ya no faltaba mucho para que acabara la clase, Igual quería terminar rápido, tenía tanta hambre qu
La noche me recordaba a ese día en mi balcón, eso me hacía recordarlo todo.Eso me hacía recordar que tenía mucho de que conversar con Laura y está vez si quería escucharla.—Henni, —me saludó taiker al verme.Al parecer ya no estaba molesto.—Te salvas que no hay rocas cerca,—dije apretando mis dientes.Me encontraba en el comedor, era la hora de cenar, y todos estábamos haciendo una larga fila para comer.—Hola chicos,—saludé a maxi, trend y bunmer.Bunmer era caso perdido, pero lo saludaba por educación.—Hola hennelle ¿como andas?— respondió maxi.—Bién,—respondí sin ánimo.—Por qué tan alegre eh?— preguntó trend.Lo miré y fingí una sonrisa.—Oh cuidado, no bromees con ella, podría hacerte daño,— dijo taiker simulando discreción.—Podría hacerte daño a ti,— respondí amenazante.Taiker se escondió detrás de maxi y todos reímos, excepto bunme
La segundaria ya no era tan pesada, y hasta amigos había hecho.No eran las personas indicadas o las más sanas pero que le iba a hacer.—Oye boggi, dame dos,— le di el dinero y este me entrego las dos bolsitas.Boggi era el dealer de la escuela, era reconocido por vender de la buena, el era un chico guapo con muchos problemas.Vendía droga para ayudar a su familia. Al principio boggi tenía una muy buena vida pero un día su familia cayó en la ruina y el prometió que su vida no cambiaría y que él se encargaría de eso, así que empezó a vender droga para seguir teniendo misma vida de lujos que siempre ha tenido.Este negocio no era tan difícil, cuando se tienen contactos y se hacen favores puedes conseguir lo que quieras.Y en este lugar era pan comido.Me encontraba detrás de las gradas de la escuela, solía hacer esto cada día, era una parte importante de mi estabilidad.Las guardé las bolsitas en mis bolsillos y me encaminé a la salidaEl d
Mi rostro frente al espejo del baño era un asco, el rostro de la chica que siempre fue perfecta, o que creyó que lo era.Después de escuchar músicas para olvidar terminé peorMirándome a través del cristal, pasaban flash backs del sueño, mi padre y yo diciendo buenos días al mismo tiempo, mi madre llamándome moon…El sonido del silbato de Margaret me sacó de mis pensamientos.— Bandrew ehh,— canturrio.Está loca.— Los baños te esperan,— canturrio de nuevo.— Muévete.Ella de verdad me asusta.Tenía que ir a hacer mi trabajo, creí que me escaparía de Margaret pero al parecer es imposible.Lavé mi cara, me cambié y luego me fui a los baños.El baño principal era el más grande, no era un baño lindo, simplemente tenía lo necesario, era color blanco y no tenías espejos.Limpié el baño con desgano, no tenía ganas de hacer nada. Pero no había de otra, y me esperaban 2 baños más.
Henelle Bandrew una adolescente de 16 años, pierde a sus padres de una manera inexplicable, Luego de este acontecimiento decide buscar a quien le quitó lo que más amaba y hacerle pagar por todo el daño que le hizo...El dolor de sus penas la lleva a idear un plan para vengar el asesinato de su madre, un plan macabro para ver sufrir a el maldito que se llevó su días felices.En el camino a hacia su venganza se oponen miles de obstáculos que sin importar las consecuencias ella estaba dispuesta a quitar.Pero lo que ella no sabía era que no sería fácil, y mucho menos sería saber por fin quien era el culpable de todas sus desgracias...Prólogo¿Del amor nace el odio? Pregúntaselo a Henelle Bandrew una adolescente huérfana de 16 años.Todo comenzó tras el asesinato de su madre y desaparición de su padreUn día llegó a su casa, le pareció extraño que todo estuviera en silencio, pensó que sus padres no habían llegado aún, pero cu
Desperté con la respiración agitada, me sentía expuesta.Por cuarta vez en esta semana despertaba con el corazón a mil por hora.—Henelle, cariño estás bien,— mi madre entro a mi habitación muy preocupada.—Si mamá lo estoy ¿Por que estás tan nerviosa?,—pregunte al verla perturbada. —Te escuché gritar.—Oh sí, solo fue una pesadilla,— respondí calmada.—Alístate ya es tarde, te esperamos para desayunar.— dio un beso a mi frente y luego salió.Mamá es una señora muy guapa, elegante, está en sus 37 años, es alta, su piel es muy blanca, su cabellos es castaño, sus ojos son azules, tiene una sonrisa hermosa y es muy amable.Es la madre más comprensiva, amorosa, sincera y honesta.Me arreglé lo más rápido que pude para poder bajar a tiempo ha desayunar con mis padres.Traté de no pensar en lo que había pasado, no quería asustar a mamá, pero desde hace días e estado t
Mi alma se desvaneció al ver que se llevaban el cuerpo de mi madre.Mis párpados querían caerse, mis ojos estaban hinchados, mi cuerpo exhausto y mi mente hecha un caos.Me encontraba tirada de rodillas en el piso de la cocina, de mis ojos no paraban de salir lágrimas.Me contuve lo más que pude para no impedir que se la llevaran, quería tenerla ahí y abrazarla, pero no fue por mucho. Cuando estuve apunto de correr tras la ambulancia mi padre entró a la casa y al verlo no dudé en ir a abrazarlo.Sus brazos me recibieron con la misma calidez de siempre.Quería refugiarme en él.Él se veía guapo como siempre con su traje formal. Estaba muy perturbado, y aunque su figura era imponente podía notársele lo abatido.Mi padre era un hombre intimidante, alto, bien parecido y muy estricto, hasta podría decirse que misterioso. Pero ninguna de esas características pudo esconder que él estaba muy afligido.
Mi madre murió por desangramiento, tenía miles de cortadas por todas partes, su cuerpo estaba irreconocible, por esa razón mi padre y yo habíamos decidido cremarla, pero recordé que mi madre en vida dijo “Cuando muera quiero tener un funeral digno, para que puedan estar conmigo una última vez y despedirnos. Para así amarnos en vida, en muerte, en el corazón y en la mente” Quién diría que sería tan pronto mi lunita y si, te amo y lo haré siempre.Queríamos hacer la voluntad de mamá, así que nos olvidamos de esa idea.Lo cuál fue la parte más difícil de todo, por qué al día siguiente del asesinato, tuve que encargarme de todo para el funeral, no podíamos esperar más tiempo, no podían pasar más días, la piel de mi madre estaba desecha, y queríamos que descansara en paz de una vez por todas.Decidimos hacerlo de una vez, solo podía detallar con claridad el color de su cabello, queríamos que todo fuera rápido, aunque aceptarlo no lo sería.Mi padre me pi