Naomi se quedó momentáneamente atónita. Sus pestañas temblaban mientras decía: "Yo tampoco sé. No sé cuál es nuestra relación ahora mismo. Además, no te tomas nuestra relación en serio, ¿no es así?”.

"Aunque nunca estuve en una relación, sé que los besos entre hombres y mujeres representan la intimidad de una relación. Pero nosotros no tenemos esa clase de relación. Bueno, quizá para ti no sea así".

Francisco no sabía si debía reírse o enojarse en ese momento. Se quedó de piedra delante de ella y le preguntó: "Entonces, ¿crees que lo nuestro es solo un juego para mí?".

"¿Hay alguna diferencia?". Los ojos de Naomi se enrojecieron, parecía un conejo al que acababa de intimidar.

"Sí, la hay". Francisco apoyó la mano contra la pared junto a ella mientras se inclinaba más cerca. "Si esto fuera solo un juego para mí, no te besaría. Solo tendría s*xo contigo".

Naomi estaba tan aterrorizada que se quedó inmóvil. Lo miró fijamente mientras él se acercaba aún más a ella. Una sonrisa diaból