Capítulo 269
De repente, Raimundo gritó con fiereza: —¡Venancio!

—Aquí estoy, patriarca— respondió tembloroso un anciano con aspecto de mayordomo de la familia Ortiz.

—¿Has averiguado la identidad de ese tal señor González? —Raimundo lo miró fijamente, con los ojos enardecidos.

El cuerpo de Venancio tembló y, con un golpe seco, cayó con humildad de rodillas al suelo. —Lo siento mucho, pero aún no hemos podido descubrir quién es.

—Si ya sabes que no sirves para nada, ¿por qué mejor no te mueres de una vez?

Raimundo sonrió de manera sádica, agarró furioso una silla y empezó a golpearlo salvajemente.

Venancio primero gritó de dolor, pero luego su voz fue apagándose poco a poco hasta que murió bajo los golpes.

Cuando todos temían convertirse en la próxima víctima de Raimundo, sonó su teléfono.

Lo contestó apresurado, y después de unos segundos, comenzó a reír de una manera que helaba la sangre.

—¡Ja, ja, ja….! La familia Ortiz está salvada.

—El primer discípulo del patriarca está en camino, llegará mañ
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo