Olivia.

El vivir en una manada es realmente genial todos nos conocemos, hay mucha unión y compañerismo pero como siempre hay paquetes de m****a que le arruinan la existencia a los demás y siendo una mestiza los paquetes de m****a suelen rodearme como buitres a una presa, como me hubira gustado patear les la cara y hacerlos comer tierra pero si lo así me metía en problemas con el alfa qué es un idiota de m****a que me detesta, el día que cumplí vientidos años fue el mejor momento de mi vida no importa tener que vivir en una cabaña alejada de las demás y comenzar a tener mi propia vida, buscar un trabajo que conseguí y no es el mejor de este lugar pero me puedo ganar mi propio dinero y comprarme mis lujos de ves en cuanto pero no todo es malo en esta manada tengo un pequeño rayo de sol que hace que mis dias se hagan más ligeros a veces es un poco idiota pero nos complementamos, desearía vivir más cerca de su casa pero al ser mitad humana no me desean tener cerca, nuestro Alfa es un racista de m****a que no quiere a los humanos, a veces he pensado en escapar de este lugar pero me convertiría en una solitaria y me sería peor todas las manadas me despreciaron solo por desertar de mi manada, esta noche es luna llena y todo en el bosque se ilumina con su hermosa luz quisiera poder pasear como los demás lobos en esta noche pero desgraciadamente mi lobo es demasiado pequeña tengo apenas el tamaño de un lobo normal y los demás lobos no dudarían en darme una lección por salir y arruinarle sus cacerías no me queda más que observar el bosque a través de mi ventana pero algo extraño entre las sombras de los árboles llama mi atención, veo pasar algunos lobos, qué extraño por lo general no se acerquen a la cabaña, escuchó un fuerte golpe en la cocina y me apresuro a llegar temo que alguien se allá metido, al salir de la habitación y entrar a la cocina me percato de que un gran lobo ha derribado la puerta de mi cabaña, no sé qué diablos está pasando y sé que esto será algo inútil pero no me puedo quedar quieta mientras intrusos atacan mi cabaña, me transformo y me pongo en posición de defensa aunque no sepa nada de combate no pienso quedarme quieta mientras atacan mi hogar pero para mi desgracia otros tres lobos entran.

*¿ cuantos son?

Escucho la voz de un lobo extraño en mi mente, supongo que son los invasores.

*no te importa.

*solo detectó el aroma de esta loba.

*no representa peligro alguno, ustedes tres vigilen la aquí los demás andando.

Uno de los lobos sale pero los otros tres se quedan, jamás había escuchado esas voces y sus aromas son extranos pasa por mi mente qué sean intrusos, debería de dar el aullido de alarma pero si me muevo estos tres me aran pedazos pero si no lo hago el Alfa de nuestra manada gana no durán en venir aquí y darme una lección por ser tan incompetente por no darle el aullido de seguridad y si los extranjeros ganan tengo una mínima oportunidad de sobrevivir, escucho más aullidos y gruñidos en el bosque solo espero que Elioth esté en su casa y no salga herido, las horas pasan y los sonidos de peleas se dejan de escuchar, la luna es reemplazada por el sol y en ese momento es cuando los tres lobos extranjeros salen de la cabaña me apresuro a correr hacia la puerta para transformarme y colocarla en su lugar y hacer una barricada con los sillones, me coloco una chores deportivos y una camiseta para vigilar por la ventana por si alguien más viene, jamás avía pasado esto en la manada, no sabia que teníamos problemas con las demás manadas aunque soy la última en enterarme de las cosas, pasan los horas y no se nada de nadien, no sé si ganamos o perdimos, me intento comunico con Elioth pero tengo algunos problemas pero por fin lo logro.

*Elioth ¿estás bien?

*si ¿y tu estas bien?

*si solo un poco preocupada ¿que paso?

*la manada fue atacada y tomada por un nuevo Alfa.

*¿qué pasó con el anterior?

*dicen que escapó como un cobarde.

*no me sorprende.

*quisiera poder ir para acerté compañía pero nos pidieron que no saliéramos.

*no lo sabía supongo que se olvidaron de mi.

*no te preocupes te mantendré informada.

*gracias.

me recuesto en la cama y miro el techo de mi habitación con aburrimiento, me pregunto que va a pasar ahora con la manada y conmigo.