Capítulo 54

—Minte ¿Hace cuánto que no comes? —

—No lo sé… he perdido la cuenta, lo único que he consumido es agua—

—Bueno, tendrás que consumir algo más que eso, si lo que te preocupa es comer las semillas de granada, déjame traerte algo de la superficie con la ayuda de tu madre—

—¿Serias tan amable, abuelo? —

Me giro hacia él con dificultad, la amabilidad de Érebo es un aire bastante fresco para mí; muchos dicen que las entidades del Inframundo, incluso las deidades primordiales son seres crueles y despiadados, pero yo he visto que mi familia no es así, sino todo lo contrario, son amables y muy unidos. Érebo asiente con la cabeza y se dirige a la ventana, antes de salir por ella mira en mi dirección.

—Volveré pronto—

Sin decir nada más, salta por la ventana; sé que puede surcar los cielos, pero eso no quita que me asuste cada vez que sale de esa forma por mi ventana. Me quedo parada cerca de la entrada del baño, no pienso irme hasta escuchar como extiende sus alas para emprender el vuelo. Cuand
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