Escuchar esas palabras me saben a gloria en estos momentos y alivia mi alma, no quiero tener que preocuparme constantemente por comer semillas de granada. Un suspiro de alivio se me escapa, miro a mi abuelo y asiento repetidas veces con la cabeza como si fuera una niña pequeña. Él me da un pequeño beso en la frente y me dice que debería ir a descansar, que tengo que estar en condiciones para cualquier cosa que se presente, una vez que se va, me levanto de mi lugar y camino hacia la cama, llena de alegría y fe.Durante los últimos tres días; sé que sólo han pasado tres días porque mi abuelo me lo dijo. Hades ha venido a mi cuarto como siempre, se nota algo tenso, pero eso no le impide hacerme suya hasta el amanecer. Tengo ganas de preguntarle que ha sucedo esta última semana, pero prefiero no decirle nada, no quiero que desquite su ira conmigo.—Minte, te veo mucho mejor que la última vez, debo admitir que estoy impresionado y siento curiosidad por saber que ha sucedido— Se le escucha
Una parte de mí se siente feliz de que él esté a mi lado, cuidándome y protegiéndome… muy a su manera, por otra parte, no sólo tengo miedo a las represalias de Perséfone, sino también por mi hijo, me duele el saber que él piensa que ha tenido culpa de mi desaparición, sé que Ares me dijo que se ha tranquilizado con las palabras de mi madre, pero tanto él como yo, sabemos que no es así y me angustia pensar que cometa alguna imprudencia o que se ponga en peligro de una forma innecesaria por culpa mía.De forma semi inconsciente detengo mi música, miro a la nada y puedo ver el rostro de mi hijo, la última vez que lo vi, estaba dormido junto con su lobo blanco, se veía tan adorable. Cuando está dormido, se parece mucho a Hades, se ve tan feliz en el mundo de los sueños que hasta me da pena despertarlo, sus enormes ojos negros siempre me han mirado con mucha atención y ternura.Me pierdo por completo en mis pensamientos, recordando con claridad el día que vino al mundo, sus pequeñas manita
A pesar de estar cansado, él no se detiene, en sus ojos se ve reflejado el dolor que siente, pero no estoy segura si es porque tuve un hijo con Ares y con él no o si es porque no tiene la dicha de ser padre por más que le ruga a su mujer.Estamos muy cansados y exhaustos, nuestras respiraciones son agitadas, ni siquiera tengo la fuerza necesaria para acomodarme bien en la cama o siquiera taparme con las sábanas. Mi cuerpo está muy adolorido, seguramente me quedaran marcas en todas partes.Al parecer, Hades tiene más fuerza que yo, ya que logra acomodarme a su lado y después taparme con las sábanas. Apoyo mi cabeza sobre su pecho y cierro los ojos, estoy tan cansada que podría caer dormida en cualquier momento, de eso no hay duda alguna.—¿Por qué? — Susurra con suavidad cerca de mi oído. —¿Por qué… con él sí? —Escuchar sus palabras me acongojan, de verdad que me muero de ganas de decirle la verdad, de gritarle en la cara, que mi niño, no es hijo legítimo de Ares sino suyo, pero todav
Una enorme sonrisa se dibuja en mis labios, miro hacia el horizonte con una enorme sonrisa y empiezo a correr a todo lo que dan mis piernas.—¡Minte! — El grito atronador de Hades hace que me detenga en seco, escucharlo tan furioso me pone los nervios de punta, su grito fue tal, que el suelo tembló, temeroso de que el dios del Inframundo desquite su ira con él.Me detengo en seco para luego voltearlo a ver, estoy aterrada por la ira del rey de los muertos, pero esta es mi única oportunidad de estar con mi hijo y no pienso desaprovecharla, ambos nos miramos a los ojos de forma fija, suavizo mi expresión para que no piense que estoy retando su autoridad en forma de burla.—Hades, tengo que irme… no puedo quedarme——¡Te dije que te quedarás aquí conmigo para siempre! —Empieza a caminar en mi dirección, pero se detiene al sentir el suelo temblar, pero esta vez no es por su enojo, sino por algo más. Un alboroto se escucha a mis espaldas, curiosa volteo a ver de qué se trata, para mi enorm
—¿Qué? — Susurra suavemente y con sorpresa.Su confusión es palpable en su rostro, tiene los ojos abiertos de par en par y da unos pasos hacia nosotros, pero se detiene casi enseguida, abre un poco la boca, pero no emite ningún sonido. Yo todavía sigo llorando por lo ocurrido.—¿Cómo? P-Pero… mis papás son Apolo y Ares… ¿No, mamá? — La voz de mi pequeño se escucha igual de confundido que su padre.Me giro hacia él y me pongo a su altura, tomando su rostro con delicadeza, Ares hace lo mismo, pero pone su enorme mano sobre la cabeza de Calix.—En efecto, eres mi hijo porque te he criado, pero no te engendre con tu madre—Puedo escuchar afligido a Ares, incluso parece que su voz tiembla levemente.—Es… una larga historia—Mi voz tiembla, tengo miedo de contarle la verdad, pero ya va siendo hora de que lo sepa.—Quiero escucharla— Me contesta decidido y firme.Volteo a ver a Hades por unos momentos y regreso la vista a Calix.—Como ya sabes, yo viví en el Inframundo junto con tu abuelo y tu
—Mierda, Minte… no eres una simple ninfa… eres una mujer maravillosa y sólo un imbécil no se daría cuenta— Refunfuña Ares enojado, mirando de reojo a su tío irritado.Le doy un suave codazo, ambos reímos levemente.—Cielo… tu sabes lo mucho que te amo ¿Verdad? ——Claro que sí, mamá… ustedes han visto por mí desde el día que nací hasta ahora— Su voz se vuelve melodiosa y aterciopelada.—Bueno, dicho esto… no es fácil para mi contarte lo que te voy a decir, pero tienes que saberlo— Aprieto sus hombros, lo miro directo a los ojos con mucho pesar. —Después de abandonar el castillo de Hades, fui a hablar con Caronte y contarle que todo lo que había sucedido, en ese momento le dije que estaba esperando una criatura del rey y… y le dije…— Rompo una vez más en llanto, no quiero tener que decirle esto. —Y le dije que no quería tenerte… le dije que no debía traerte al mundo—Calix abre los ojos de par en par.—¡Minte! — Me regaña Hades furioso.—Le dije que había sido una estupidez mía haberme
—Pero no se va a quedar mientras tu esposa este aquí, no pienso poner su vida en riesgo, quizás tu estés demasiado desesperado por sentir el cuerpo de alguien en tu cama, que no te deja pensar con claridad, pero es muy peligroso para ella quedarse aquí abajo, la estarías dejando a la merced de Perséfone— Se vuelve a cruzar de brazos, resoplando con fuerza. —Mira… si lo que quieres es coger, puedo traerte a otras ninfas e incluso mortales con las cuales puedas desquitar tus ganas, como dice ella… no hay necesidad que se quede——No quiero… coger…con una mujer, Ares, no busqué a Minte porque necesitara a alguien en mi cama, como bien dices… para eso, puedo buscar a cualquiera, pero no es el caso… yo… la extraño—Puedo notar como sus mejillas se ruborizan levemente, desviando la mirada brevemente, un pequeño suspiro se le escapa y niega levemente con la cabeza.—Bueno, bueno… eso es diferente y te entiendo, ella es muchísimo más cálida que tu amarga e insípida mujer y no sólo me refiero a
—Atravesar un portal podría debilitarla aún más… tampoco sería conveniente— Le responde Hades con un tono realmente tranquilo, me alegra saber que al menos uno de ellos se ha calmado realmente.Los dos se miran directo a los ojos en completo silencio, pareciera que han acordado algo entre ellos y siento curiosidad por saber que pasa por sus cabezas. Entrecierro los ojos, mirándolos de forma dudosa.—Debo advertirte, estando ella embarazada se pone muy delicada de salud y es probable que tenga que dar a luz aquí——Está bien, debo mantener alejada a Perséfone y para eso, necesito que la mantengas distraída— Una sonrisa de satisfacción se dibuja en sus labios, se nota que es su desquite por parte de Hades.—Pfff… mierda… no quiero tener que tirármela… enserio, es horrible… buscaré otra forma de distraerla, pero me niego a meterme con ella otra vez— Resopla con fuerza y se soba las sienes con fuerza. —Buscaré la forma de distraerla mientras esté arriba——¿Qué sucederá con mi hijo? Quiero