La memoria de Keyla no tenía un orden real, era como si cada si fuera un árbol del cual dependían ramas que se enredaron unas con otras hasta que no podía distinguir cada uno de los recuerdos que tenía. Pero uno en particular le fue repetido una y otra vez. «La mañana de la titulación de Sara bajó en busca de su padre para que la llevara a dicha ceremonia, como habían acordado. No obstante, lo único que pudo encontrar fue a sus padres discutiendo una vez más. Linda White pareció furiosa, nada fuera de lo común, se dijo. Pretendió ignorarlo, pero sus pasos se detuvieron con la mención de algo inesperado. __ ¿Todos estos años me has ocultado eso? - le preguntó Linda a un Hernán exasperado. - Tienes un hijo. Dijiste que no existía nada entre esa mujer y tú. Me mentiste, de nuevo. __ Cálmate. - intentó mediar su esposo. - Solo debes ignorarlo, como lo has hecho toda la vida. Esto no cambia nada.__ ¡Ese tipo tenía un expediente de Keyla! - le reclamó. - ¿Te parece bien?__ Es su herma
Una temperatura adecuada, la noche siendo la más tranquila de todas. Un ligera llovizna se cernió sobre Manhattan, mientras el silencio entre Marcelo y Gálata se volvió momentos para compartir dos personas que no tenían nada en común, según ellos. Pero la compañía era agradable. __ ¿Cree que esto termine bien? - preguntó Gálata con la duda que la asaltó. Marcelo levantó la mirada para darle su atención. - Me refiero a que todo es tan complicado. Tengo a un asesino de masas siguiendo mis pasos, tienen a la vida gritando un alto para ustedes todo el tiempo ¿por qué se creen invencibles? El hombre de ojos atrayentes dejó su comida a un lado. __ Un Crown no se cree invencible, se cree apoyado. - resaltó tomando la soda que comenzó a beber. - Mi padre tiene a su hermano, Adán Crown es todo lo contrario a nosotros. Ley y crimen no concuerdan, pero su apellido siempre definirá quien es, aunque seamos lo contrario a nadie le gusta que toquen a los suyos y así como vendría en ayuda de mi pa
No eran grandes referencias, no tenían señales claras de lo que Mauro estuviera haciendo, pero Gálata supo desde el instante que fue atacada que debía desaparecer de la ciudad. Su ex esposo no era alguien de ignorar. Sí se hizo notar de esa forma no fue solo para darle un susto. Tenía que huir, tan lejos como pudiera porque una exposición como esa, le dió la sensación de tirarse a un vacío que si tocaba el fondo no sería solo miedo el que podría sentir. Se miró al espejo, tenía leves cortes en sus brazos y una marca muy visible en su cuello. Había visto eso antes, dándole una única solución, huir. Pero se había cansado de hacerlo, era demasiado para ella. Al salir del baño encontró varias miradas entrelazándose, todas del mismo color, pero solo una como si un imán lo llamara la enfocó. Simuló no sentir lo que provocó, pero era imposible disminuir su ritmo. Llegó a la caja de cosas que pidieron rescatar del laboratorio y se concentró más en la sustancia que le inyectaría a Keyla, q
Unos pasos resonaron en la entrada del lugar, la puerta se abrió y una figura sin rostro apareció frente a ella, ahogó el grito de terror que le llegó a su garganta y se levantó de golpe con la frente totalmente bañada de sudor. __ Hey, Keyla. Solo fue una pesadilla, mírame. - dijo Joseph acunando el rostro de su esposa, la cual tembló al ver ese par de ojos dorados que la vieron con preocupación. - Es una pesadilla. Solo eso. Ella movió la cabeza de acuerdo con él. Pero algo dentro de su pecho le dijo que no, que sí era real, pero más que estaba muy cerca. No estaba equivocada. Pues no era más que fragmentos de su mente advirtiéndole de un peligro que había llegado. __ Brendan Archer. - saludó Mauro al ver al hombre que apareció frente a sus ojos. - El gobernador implacable te llaman ¿no? __ Mi fama solo crece. - se jactó el hombre de traje Armani que entró al despacho del bioquímico. - Crece y me vuelve imparable.__ Te vuelve imparable por mis favores. - reiteró Lance. __ ¿Qu
Todos los servicios de emergencia fueron alertados del ataque, movilizándose con rapidez. Ambulancias, bomberos, policías, incluso el ejército fue movilizado por el flujo de llamadas pidiendo auxilio, debido a heridas que ni siquiera podían ver, pero sí sentir. Sara abrazó al perro, este se quejó, pero no lo soltó. Keyla se movió con el retumbar de su cabeza siendo atacada por el dolor que no se fue cuando la ola expansiva se esfumó. Aún así fue liberada, intentando ayudarla a ponerse de pie como era su deseo. __ Necesitamos... Necesitamos llevarlas a un sitio seguro. - dijo el hombre de seguridad que las acompañó. Estaban afectados tambien, pero no podían ignorar el trabajo que les encomendaron. __ Llamen a Joseph, él está en el otro edificio, puede que también...Antes de que Keyla pudiera terminar de hablar varios hombres entraron, entre ellos su esposo y cuñados, quienes no esperaron en ir por ellas. Leonardo exhaló al ver a Sara de pie, yendo a ella. Mientras Joseph acunó e
Una finalidad, posibilidades infinitas. Dos apellidos que se conducían al primer enfrentamiento, del cual el más listo sabría ganar la partida. __ Jaque mate. - dijo Keyla tomando un poco de la botella con agua que sostenía en la otra mano. Marcelo se quedó estupefacto, reparando el tablero frente a los dos.__ Te dije, me puedes ganar a mí, no a ella. - le dijo Braulio en una especie de burla a su hijo que ni se esforzó en disimular. __ ¿Cómo hiciste eso? - quiso saber él. __ Mis técnicas no pueden ser reveladas. - alegó ella, en lo que el tío de su esposo admiró el tablero. Le encomendaron quedarse con ella un par de horas, mientras sus sobrinos se hacían cargo del transporte de las cajas que contenían un grupo considerable de armería. Ya que la fortaleza en Ottawa estaba casi deshabitada, sería puesta en defensa, así les costara un poco más, pero debían colocar armas que les diera un poco de seguridad extra. Las precauciones nunca estaban de más, ya lo tenían muy comprobado
__ Señor Leonardo Crown, Joseph Crown, Maximiliano Turner y Logan Santini, se les informa que deben comparecer ante las autoridades debido a los cargos de uso de artefactos, con procedencia desconocida como armas en el asesinato en masa recientemente. - exclamó el detective Conan mostrando la orden que se giró en poco tiempo. __ Supo jugar muy bien. - dijo Joseph a su hermano, Leonardo se mantuvo en la misma pose. Mientras tanto sus dos socios apenas se enteraron de lo encontrado esa mañana. __ Esto es una distracción. - dijo el mayor de los Crown. - Quiere lograr algo. Nos quiere encerrados para lograrlo. __ Los abogados ya van en camino a la estación donde los llevarán. - informó Adrián, mientras tanto Turner y Santini con un mensaje ya habían conseguido una defensa que los sacaría de esa situación. __ Comunícate con Liban. Qué los Daemons estén preparados para todo. - mencionó Joseph. __ ¿Un ataque más? __ O sacarnos de ese sitio si las cosas se complican. - determinó mirando
Las alertas fueron activadas, todos corrieron despejando el lugar, saliendo a toda prisa de la estación de policía en donde todos rodearon el lugar. __ Evacuar un rango de cinco kilómetros ¡Para ya! - espetó el capitán, mientras cada individuo se volvió hacia a ellos cuando las sirenas se encendieron. Eran muy optimistas de creer que algo como eso podría ser posible. Por mucho que corrieran cinco minutos eran muy poco para que lograran dejar vacía una extensión como esa, en una ciudad repleta. __ ¿Y que piensa lograr con eso, gran imbécil? - soltó Leonardo en contra del capitán que se vió indignado al ser insultado en frente de sus oficiales. __ Está creando pánico. Lo único que logrará será que se maten por querer salir de aquí. - refunfuñó Joseph colocándose frente al neutralizador.__ ¿Qué estás haciendo? - se acercó Aarón. __ Si quieren correr, háganlo. Pero prefiero intentar desactivarla, a correr como cucaracha. Turner y Santini que los medios no trasmitan esto. No le darem