La sonrisa de la joven castaña se borró de forma inmediata… aquello fue una bomba lo que le soltó Wagner ¿Casarse? ¿Ellos dos? Sería por la magia del momento que estaría alucinando… o realmente ese hombre tan atractivo le estaba proponiendo matrimonio en aquel espléndido lugar.
—¿Estás hablando en serio? Fue lo único que pudo preguntar.
—Absolutamente mi lirio. Quiero que seas mi esposa.
—¿Porque? ¿Porque yo?
Éste no le respondió, para él era un poco difícil expresar sus sentimientos de esa manera. No era tan fácil decirle (te amo) a una mujer, y menos cuando eres el tipo de persona que se dedica
Al día siguiente al salir el sol, Wagner llevo a Nadia hasta la cascada. La levanto tan temprano que la chica iba medio dormida por el camino.—Es demasiado temprano, ¿Porque siempre te levantas a estas horas? Se queja.—¡Me gusta nadar por las mañanas!—¡Ahs! Tengo mucho sueño. Dice mientras se pica los ojos.Al llegar a la imponente cascada lo primero que hizo Wagner fue despojarse de la ropa. Nadia se encontraba medio dormida pero al verlo desnudo y con esa erección más activa que nunca el sueño se le fue a la mierda. Éste se da la vuelta y antes de salir le dispara en la frente al pendejo que temblaba como idiota. En cuanto camina por el corredor por donde había entrado, se topa con el bartender que sacaba su arma. Wagner al ver la amenaza le dispara sin más…Aquel bar era privado, así que solo unos pocos tíos eran los que habían dentro. El mafioso les disparó a cada uno de los que habían allí, parecía como un juego de vídeo juego… se movía tan ágilmente que a ninguno le dio tiempo de herirlo. Uno a uno caían como moscas.Cuando ya no hubo más disparos y todo estaba calmado, optó por guardar el arma. Mira a su alrededor pillando una botella de un buen whisky. Se aproximó a la barra tomo un vaso sirviéndose un trago. Se lo bebió de uno solo trago, aquello le quemo la garganCapítulo XXXVI Secretos
Nadia recogía sus cosas una vez terminada la última clase, debía darse prisa porque seguramente Wagner la estaría esperando en la entrada… pero al salir con sus amigos no pillo ni el coche del millonario o el del Jeremy ¿Donde carajos estaban? Siempre eran puntuales.—¿Que ocurre? Pregunta Leonel.—No han venido a por mí.—Yo te llevo a casa entonces. Se ofrece el muchacho.—No, está bien. Ya deben estar por llegar.Nadia se despide de ambos y se queda en la entrada mirando hacia ambos lados de la vía. Estuvo así
Rápidamente Wagner baja el diminuto short de Nadia. Y en esa misma posición penetró el sexo de la joven que ya se encontraba listo para la invasión. Tomándola por la cintura haciéndole más presión dentro de ella.Deslizaba su pene una y otra, penetrándola sin darle tiempo de respirar. Esa noche había llegado muy caliente, y tan solo verla acostada de lado permitiéndole tener una buena visibilidad de ese culo. Lo puso mucho mas cachondo que antes.Con cada embestida aproximaba a Nadia a alcanzar el orgasmo. Lo podía sentir en las paredes de su vagina, se contraían al compás de los gemidos de su amante. Llevo una de sus manos hasta su monte de venus, volviéndo asaltar la pequeña protuberancia que se escondía entre los pliegues de su sexo.
Nadia observó cómo Josh la detallaba de pies a cabeza. Se sintió algo incómoda, hacía mucho que no lo veía. Y ahora estaba allí estaba acompañado de una exhuberante rubia de piernas largas.—¡Vaya! como has cambiado Nadia.—¿Que haces aquí? Ella pregunto, ya que nunca se imaginó a su ex novio codeándose con los ricos.De hecho ella sabía muy poco de él… nunca le presento a su familia o amigos. Siempre fue muy solitario.—No creo que sea de tu incumbencia. Le responde tajante. — Veo que tienes la vida resulta no. Mírate, con ese vestido. La señala con la mano. —Y esa gargantilla, que seguramente debe costar una fortuna.—Ya debo irme. Nadia intenta pasar a un lado de él, ya que no deseaba escuchar nada más que tuviera que decir.—¿A donde vas? ¿Correras a sus brazos? La sostiene del brazo ejerciendo fuerza.—¡Sueltame! No estás en posición de reclamar nada, no cuando estás bien acompañado. La castaña observa a l
El camino a casa estuvo en silencio. Wagner no dijo una sola palabra, más bien el ceño fruncido de su frente era un indicador que no deseaba argumentar palabras.Nadia no era tonta, valoraba su vida como para preguntar algo… aunque se estuviera muriendo de la intriga y curiosidad por saber quiénes eran esos hombres y porque enojaron tanto a Wagner.Fuera de eso… el momento romántico se había ido al caño, todo había sido tan lindo hace un momento. Y ahora… ahora iba acompañada de un hombre a quien seguramente le hervía la sangre.Llegaron a la mansión, Jeremy los despidió y se marchó. Nadia se sentía un poco incómoda por como actuaba Wagner, lo mejor era subir a la habitación y o
Pero la castaña había respondido muy tarde, porque la respiración de Wagner se había hecho constante. Lo que significaba que se había quedado dormido antes de escuchar su respuesta.<Que lastima> penso… realmente deseo que la escuchara. Acomodo su cuerpo en el hueco que el rubio le había echo con su cuerpo, también estaba cansada y necesitaba reponer fuerzas. Ese hombre de ojos gatunos era insaciable.[...]Los rayos del sol escalaba las paredes de la habitación donde dormía una Nadia agena a lo que estaba pasando dentro de la recámara.Cuando de pronto un ruido sordo la despierta de golpe. Ésta abre los ojos como platos enfocando de donde provenía el estruendo.
—Vamos bebé, no juegues.— Déjame. Responde sacando el pene de su boca para luego volverlo a meter en su boca.Subía y bajaba, su lengua hacía círculos alrededor de su carne propinandole más placer. Lo sabía por los fuertes jadeos que Wagner soltaba.—¡Ohhh! Joder, si bebé. Que buena eres en esto. Decía con los ojos cerrados mientras se recostaba.La castaña al verlo en ese estado, supo que se correría. Rápidamente le coloco el condón mientras que ella se sentaba sobre él. Al instante sintió las manos de Wagner sobre sus nalgas. Instándola a moverse. Y así lo hizo.Cabalgaba a su hombr