La mente de Nadia se volvió en blanco… le pasó lo mismo que con el primer beso que le robó, dejo de pensar y simplemente se dejó llevar por las emociones que sentía justo en ese momento. Sintió como su cuerpo era arrastrado hacia atrás, segundos de eso escucho que la puerta se cerraba lo que causó que la magia de aquel extraordinario beso se rompiera. Separandose de Wagner mientras intentaba conciliar el aliento robado.
—No entiendo… dice mirando hacia el piso agitadamente. —¿Porque me hace esto? ¿Que es lo que quiere? Levanta la mirada fulminando a Wagner con los ojos.
—¡Me gustas Nadia!
Ella negó lentamente… aquel tío era muy directo
Nadia ni siquiera se tomó la molestia en voltear a verlo, era tanta la vergüenza que sentía en esos momentos que no tenía ojos para observar al hombre con el que estuvo apuntó de tener sexo… se sentía tan mal con el pobre de su novio. Ella jamás le había sido infiel, y ahora allí, buscando algo con que cubrir la desnudas de su cuerpo. Era una mujer mala, de las peores… y lo peor de todo era que… ese tal Wagner pensaría exactamente lo mismo de ella.—¿Estás bien? El seguía detrás de ella.—¡No! Y te agradecería que te fueras de mi casa. La joven se caló un suéter largo, pertenecia a Josh y la verdad es que se sintió peor aún.Wagner observó el at
La puerta del apartamento fue azotada por un Josh cabreado. Dejando a una Nadia sumergida en un mar de llanto. Wagner no estaba muy seguro de que debía hacer en esos momentos, ya que no había pasado por uno anterior… observó a la chica que lloraba hipeando en silencio, con las manos cubriendo sus labios. Se sintió culpable ya que por su culpa Nadia se encontraba en esa situación.Pero por otro lado ese tío era un maldito miserable, como se atrevía a insultarla y en su cara… encima de eso, tuvo la osadía de amenazarlo. Ja, patético pensó.—Nadia, cálmate.—Todo esto… todo esto, es por… tu culpa. Soltó derramando cientos de lágrimas que bañaban su
El tío no podía estarse en pie, los golpes que recibía por parte del hombre al que supuestamente debía asesinar eran muy fuertes… Wagner casi que lo sujetaba para continuar golpeando su rostro y cuerpo. Al final lo dejo en el suelo casi inconsciente, tomo el arma que el sujeto extraño trajo consigo. Introdujo un nuevo cargador dentro de la nueve milímetros y apuntó al infeliz tirado en el piso.—¡Maldito cabron! Brama enojado.Disparó casi todo el cargador del arma en el cuerpo del tío. A sus espaldas escucho unos quejidos, camino hasta el lugar donde provenía los ruidos. Se encontró al idiota que tenía la pierna en un ángulo difícil de describir. Se arrodilló ante el para tomarlo del cuello y sacarle el pasamontaña.
—Hoppe prepara a Life, saldrás está misma noche con un encargo.Wagner tiro la carpeta sobre el escritorio del hombre. Este tomo sus gafas se las puso para leer la lista de pedido.—Es mucho armamento Wagner. Levantó la vista de la hoja. —¿Estás seguro?—Por supuesto que sí. Además recibiré un buen regalo por enviarlo esta noche. No te preocupes no tendrás problemas.—Es que es mucho…—Si algo sale mal, te he dicho que hacer. Sal de allí, yo resolveré el resto. Sonríe.—¡De a
Ambos se separaron dejando un hilo de saliva que los mantenía unidos aún… Wagner limpio el labio hinchado de Nadia con el pulgar y luego la miró a los ojos. Estos estaban dilatados, lo que causó una punzada de dolor entre su entrepierna.—No tienes… ella mantenían ojos cerrados mientras hacia el intento de hablar. —No tienes ningún derecho de hacerme este tipo de escenas. Finaliza abriendo los ojos.—Eres mi chica, tengo todo el derecho. El vuelve a su posición colocando la mano en el volante. —Ademas, ya no tienes novio.—Lo mío con Josh… eso…Eso...—Silencio… no quiero que vuelvas a mencionar
Miro la hora en su Rolex faltaba muy poco para que Nadia saliera de clase. Gracias a sus influencias había conseguido su horario de clase, con eso la tendría bien vigilada. Ya que la muy, muy no le atendía las llamadas. Se puso en pie, tomo su saco Armani para terminar de abandonar la oficina.—¿Se marcha señor D'Blukcle? La voz sensual de su secretaria sonó no más al salir de la oficina.—Si. Hasta mañana.—¡Hasta mañana señor! El la observó de reojo y noto como lo mormoseaba mientras mordia el bolígrafo.Este negó mentalmente mientras caminaba hacia el ascensor. Era obvio que si le pedia a esa mujer que s
El apartamento ardía y ardia, sumergido en llamas… era imposible aplacar el fuego, casi todo el edificio había sido desalojado. Las personas se reunian afuera esperando y resando porque el fuego no se extendiera destruyendo todo a su paso. El jefe de policía que parecía la sombra de Wagner ya estaba en el lugar de los hechos, al verlo se acercó a él.—Señor D'Blukcle… últimamente se ha visto involucrado en muchos incidentes.—No tengo tiempo para usted oficial. Responde poniendose en pie con una Nadia llorosa y temblorosa.—Lo atrapare D'Blukcle. Susurra. Pero Nadia apartó esa voz molesta de sus pensamientos justo cuando sintió la lengua de Wagner posarse sobre los labios inferiores de su sexo. ¡Joder! Eso sí que era maravilloso pensó la mujer, aferrenadose de ambas almohadas que descansaban debajo de su cabeza.La lengua experimentada del millonario se introdujo en la cavidad de sus labios internos, saboreandola mientras la movía en círculos. Instintivamente Nadia abrío más las piernas, era automático un reflejo imposible no dominar. Los besos de Wagner arrancaron de su garganta gemidos que sonaron en toda la habitación.Este besaba y chupaba la pequeña protuberancia de su intimidad, y a la vez se bebía el néctar que de esta salía. Wagner con mucho pesar se separó de Nadia quien segCapítulo XXII Al Fin Suya