Narra Katherine.

La flacidez de mi cuerpo pasa a ser pesada en algún punto entre la realidad y el sueño, lo último que sé de mi misma es que estoy siendo cargada por alguien y después todo se vuelve negro, para cuándo mi cerebro vuelve a funcionar mi cuerpo grita en dolor, no abro los ojos, estoy tratando de evadir una realidad en la que no me quiero adentrar, cómo si pudiera detener el tiempo con solo permanecer aquí, el aroma que entra por mi nariz es putrefacto, sobre lo que quiera que estoy se siento húmedo, no es un buen lugar.

Cuando por fin tomo el valor necesario para abrir los ojos apenas y veo algo, todo está en oscuridad, parece una habitación sin terminar de construir, estoy sobre el suelo, suelo húmedo, también hay una pequeña rendija por la que puedo ver algo de luz entrar, apenas, ni siquiera alcanza a iluminar más allá de mis pies.

Con el dolor palpitante en mi cuerpo batallo para sentarme y ver mi alrededor, incluso tragar saliva me cuesta trabajo, mi garganta está se