Narra Katherine-Parece que el hombre vino, solo, vamos- Daniell desata el nudo de mis pies con una navaja de un solo tajo y ordena a uno de sus hombres con la mirada para que me sostenga detrás, lo hace y no pongo objeción, Daniell va enfrente y todos se mantienen detrás junto conmigo, Zac toma una de las esquinas cubierto por algunos hombres más adelante para no mostrarse y lo miro pero él solo está concentrado en la silueta que se acerca, la brisa de la noche empieza a enfurecer y a hacerse más fuerte, trae consigo las primeras gotas de lluvia, dentro de esta bodega solo se escuchan la caída de gotas estrellarse, los pasos de la silueta caminan y solo es iluminado por la luna en su máximo esplendor.Cuando el cuerpo se para pasos en la entrada alza su rostro y junta sus manos en medio de su cuerpo, el aire sale de mis pulmones, él está aquí, llegó.Solo un hombre cómo el logra que todos alrededor se tenzen cómo ahora, siento su incomodidad y como algunos tragan el nudo en sus garg
Narra KatherineSus brazos no me sueltan, siento que tiene mi peso, porque yo no tengo la fuerza para hacerlo.-Edward- las lágrimas brotan de mis ojos, sostiene mi mano con fuerza mientras entra a la camioneta que derrapa para detenerse a nuestro lado, mi madre mira a Edward para abrir la puerta-Entren- ella nos mira desde el asiento de adelante y su acompañante toma el volante.Ambos estamos mirandonos a los ojos, besa mi frente con amor y paso mis manos por su rostro porque todo esto me parece una ilusión más dentro de aquella húmeda habitación.-Estan aquí, estás aquí- logro decir sin aliento sintiendo los mechones de su cabello entre mis manos, mi respiración es agitada pero nada de esto importa.-Katherine- mi nombre lastimero en su voz me hace mirarlo, las ideas perturbadas de su mente están jugando con él de nuevo, lo sé, lo veo.-Yo luché, luché para verte Edward, no me importa lo que digas, malditamente me voy a quedar contigo pero justo ahora, necesito que le digas eso...
Narra KatherineCuando vuelvo a saber de mí, el constante pitidos proveniente de algún lado hace estallar mi cabeza, abro los ojos solo para mirar el techo blanco y los vuelvo a cerrar rogando porque mi cerebro vuelva a desconectarse pero no lo logro.Sobre abro mis ojos cuando recuerdo donde estoy, en un hospital, quiero levantarme de la cama pero no puedo.-Katherina- la voz de mi madre se filtra por mis oídos y la miro a lado de mí, me recuesta suavemente sobre la cama de nuevo.-Todo está bien, debes respirar cariño - no sé a lo que se refiere hasta que el sigo sus movimientos, estoy tan acelerada que la máquina de pitidos lo señala, repito sus acciones para respirar más profundo y se calma.-Mi bebé- es lo único que logro decir con la garganta seca.-Shhh, están tomando análisis, estuviste sedada por un tiempo, pero debes estar, tranquila - paso mis manos por mi estómago y miro la ventana, aún es de noche pero ha dejado de llover.-Y Edward- mis ojos vuelven a ella y suelta una l
Narra Katherine. -El sentimiento que está en tu pecho ahora, también lo sentí yo, Katherina, podemos con eso hija, lo prometo - la miro a los ojos desde la cama mientras junta nuestras manos, se que ve en pánico en mi mirada, no por mí, por mi hijo.-No conozco a esas personas o sus tradiciones, pero debes decírmelo ahora madre, ¿Ellos serían capaces de quitármelo?- quito mis manos de las suyas y las pongo en mi vientre. Mi madre no acepta o niega, pero el sonido de la puerta abrirse le da fin a nuestra conversación, nuestras miradas se concentran y vemos una silueta que nos tenza a ambas. Puedo respirar cuando miro su rostro, Edward aparece por la puerta y nuestras miradas se conectan, Edward no espera más tiempo para abrazarme y mi madre se aleja para darnos espacio y mirarnos desde el fondo de la habitación.-Haz quitado un millón de años de mi vida, Katherine- quito sus mechones rebeldes de su frente y niego. -Prometo devolverlos todos- su cuerpo cae con cuidado sobre mi pecho
Narra KatherineObservo al hombre, las cicatrices en su rostro lo hacen ver más temerario, su tez blanca combina con la de mi madre igual que el azul penetrante de sus ojos, casi como si pudiera ver muy dentro de mí, de pequeña no conocía muchas personas con ese azul característico, pensé incluso que podía ver cuándo le mentía atravez de ellos, el sentimiento se desvaneció cuando crecí, pero justo ahora al ver a este hombre el sentimiento vuelve y de repente en esta cama tengo 8 años.-брат- (hermano) La voz de mi madre me saca deis pensamientos y la vista del ubre se dirije a ella, Edward se acerca más a mi lado y permite el encuentro de ellos.El hombre mira a mi madre estático por un momento, toca su pelo un momento y después asiente, cómo si s estuvieran comunicando todo atravez de su mirada.-моя сестренка (Mi pequeña hermana) - cuando dice eso no tarden en lanzarse en los brazos del otro, sonrió por un leve segundo, nunca había visto a mi madre abrazar con tanto cariño a una pers
Edward solo podía caminar de un lugar a otro fuera de esa habitación, su camisa había sido cambiada por una nueva prenda, había quitado la suciedad de sus muñecas y las manchas de sangre seca de sus brazos, incluso las pequeñas gotas que estaban invisibles sobre su rostro.El pensamiento de que Katherine y su bebé estaban fuera de peligro había quitado gran peso de su espalda por ahora pero los Rusos aún seguían aquí y él no había recuperado del todo su poder en su propia zona, ni siquiera quería pensar en eso ahora, todo lo que llenaba su cabeza era que podía haber perdido a Katherine por no ser lo suficientemente fuerte y eso solo alimentaba sus demonios.-Cuando los hombres mantienen sus pensamientos en silencio no es bueno- la madre de Katherine habia vuelto de la cafetería mientras le entregaba uno de los dos vasos de café.Edward tomó el pequeño vaso entre sus manos sin importar la alta temperatura de este y lo bebió de un trago, como un elixir amargo, había tomado cosas más fue
5 meses después.Narra Katherine.Caminé por los pasillos de la nueva casa, una construcción moderna, con terminados hogareños algo lejos de la civilización por petición del mismo Edward, un regalo sorpresa del que no me enteré hasta salir del hospital, nadie se atrevio a recordarme sobre el cambio, ni siquiera cuando mudaron mis cosas de una casa a otra y cuando salí del hospital mi habitación ya había sido remodelada y adaptada en el piso de abajo para no subir escaleras debido a mí condición. Como decía, sin zapatos, había descubierto que era mucho más placentero tocar el frío mármol para mis agotados pies, después de cargar el peso del bebé.Afortunadamente no estaba Edward por aquí para escuchar su constante reclamo ante mi falta de cuidado, no importa cuántos artículos científicos le mandara al día para refutar su teoría sobre contraer gripe estando descalza, el hombre no cedía ante la ciencia con sus creencias, aunque tampoco me molestaba ser cargada en sus brazos hasta nuestr
Narra Katherine El camino es lo suficientemente largo para que mis ojos se cierren por si solos y duerma.-Gatita!- abro mis ojos de golpe en cuanto escucho la voz de Ellen gritar cerca de mi oído.-Dije llamarla suavemente - reprende Nik cuando me mira despierta, veo como Ellen saca la lengua en su dirección y recuerdo que estos dos son como hermanos desde que regresaron de su estados en el pueblo mientras Nik la cuidaba.-Su madre al teléfono - Nik me entrega el aparato mientras bostezo, el embarazo me mantiene cansada la mayor parte del día, incluso sin hacer nada.-Hola mamá - saludo mientras escucho murmullos por parte de Ellen y Nik mientras se pelean por algo en susurros.-Oh Katherina, dime qué estás camino a la cena y Brawn no te encerró en tu dormitorio para no dejarte ir- me río un poco ante la idea porque es algo que me imagino haciendo a Edward y ahora que mi madre convive con él también lo sabe ella.-No lo hizo mamá, estamos en camino--Bien, escucha, estoy saliendo en