Narra KatherineCuando vuelvo a saber de mí, el constante pitidos proveniente de algún lado hace estallar mi cabeza, abro los ojos solo para mirar el techo blanco y los vuelvo a cerrar rogando porque mi cerebro vuelva a desconectarse pero no lo logro.Sobre abro mis ojos cuando recuerdo donde estoy, en un hospital, quiero levantarme de la cama pero no puedo.-Katherina- la voz de mi madre se filtra por mis oídos y la miro a lado de mí, me recuesta suavemente sobre la cama de nuevo.-Todo está bien, debes respirar cariño - no sé a lo que se refiere hasta que el sigo sus movimientos, estoy tan acelerada que la máquina de pitidos lo señala, repito sus acciones para respirar más profundo y se calma.-Mi bebé- es lo único que logro decir con la garganta seca.-Shhh, están tomando análisis, estuviste sedada por un tiempo, pero debes estar, tranquila - paso mis manos por mi estómago y miro la ventana, aún es de noche pero ha dejado de llover.-Y Edward- mis ojos vuelven a ella y suelta una l
Narra Katherine. -El sentimiento que está en tu pecho ahora, también lo sentí yo, Katherina, podemos con eso hija, lo prometo - la miro a los ojos desde la cama mientras junta nuestras manos, se que ve en pánico en mi mirada, no por mí, por mi hijo.-No conozco a esas personas o sus tradiciones, pero debes decírmelo ahora madre, ¿Ellos serían capaces de quitármelo?- quito mis manos de las suyas y las pongo en mi vientre. Mi madre no acepta o niega, pero el sonido de la puerta abrirse le da fin a nuestra conversación, nuestras miradas se concentran y vemos una silueta que nos tenza a ambas. Puedo respirar cuando miro su rostro, Edward aparece por la puerta y nuestras miradas se conectan, Edward no espera más tiempo para abrazarme y mi madre se aleja para darnos espacio y mirarnos desde el fondo de la habitación.-Haz quitado un millón de años de mi vida, Katherine- quito sus mechones rebeldes de su frente y niego. -Prometo devolverlos todos- su cuerpo cae con cuidado sobre mi pecho
Narra KatherineObservo al hombre, las cicatrices en su rostro lo hacen ver más temerario, su tez blanca combina con la de mi madre igual que el azul penetrante de sus ojos, casi como si pudiera ver muy dentro de mí, de pequeña no conocía muchas personas con ese azul característico, pensé incluso que podía ver cuándo le mentía atravez de ellos, el sentimiento se desvaneció cuando crecí, pero justo ahora al ver a este hombre el sentimiento vuelve y de repente en esta cama tengo 8 años.-брат- (hermano) La voz de mi madre me saca deis pensamientos y la vista del ubre se dirije a ella, Edward se acerca más a mi lado y permite el encuentro de ellos.El hombre mira a mi madre estático por un momento, toca su pelo un momento y después asiente, cómo si s estuvieran comunicando todo atravez de su mirada.-моя сестренка (Mi pequeña hermana) - cuando dice eso no tarden en lanzarse en los brazos del otro, sonrió por un leve segundo, nunca había visto a mi madre abrazar con tanto cariño a una pers
Edward solo podía caminar de un lugar a otro fuera de esa habitación, su camisa había sido cambiada por una nueva prenda, había quitado la suciedad de sus muñecas y las manchas de sangre seca de sus brazos, incluso las pequeñas gotas que estaban invisibles sobre su rostro.El pensamiento de que Katherine y su bebé estaban fuera de peligro había quitado gran peso de su espalda por ahora pero los Rusos aún seguían aquí y él no había recuperado del todo su poder en su propia zona, ni siquiera quería pensar en eso ahora, todo lo que llenaba su cabeza era que podía haber perdido a Katherine por no ser lo suficientemente fuerte y eso solo alimentaba sus demonios.-Cuando los hombres mantienen sus pensamientos en silencio no es bueno- la madre de Katherine habia vuelto de la cafetería mientras le entregaba uno de los dos vasos de café.Edward tomó el pequeño vaso entre sus manos sin importar la alta temperatura de este y lo bebió de un trago, como un elixir amargo, había tomado cosas más fue
5 meses después.Narra Katherine.Caminé por los pasillos de la nueva casa, una construcción moderna, con terminados hogareños algo lejos de la civilización por petición del mismo Edward, un regalo sorpresa del que no me enteré hasta salir del hospital, nadie se atrevio a recordarme sobre el cambio, ni siquiera cuando mudaron mis cosas de una casa a otra y cuando salí del hospital mi habitación ya había sido remodelada y adaptada en el piso de abajo para no subir escaleras debido a mí condición. Como decía, sin zapatos, había descubierto que era mucho más placentero tocar el frío mármol para mis agotados pies, después de cargar el peso del bebé.Afortunadamente no estaba Edward por aquí para escuchar su constante reclamo ante mi falta de cuidado, no importa cuántos artículos científicos le mandara al día para refutar su teoría sobre contraer gripe estando descalza, el hombre no cedía ante la ciencia con sus creencias, aunque tampoco me molestaba ser cargada en sus brazos hasta nuestr
Narra Katherine El camino es lo suficientemente largo para que mis ojos se cierren por si solos y duerma.-Gatita!- abro mis ojos de golpe en cuanto escucho la voz de Ellen gritar cerca de mi oído.-Dije llamarla suavemente - reprende Nik cuando me mira despierta, veo como Ellen saca la lengua en su dirección y recuerdo que estos dos son como hermanos desde que regresaron de su estados en el pueblo mientras Nik la cuidaba.-Su madre al teléfono - Nik me entrega el aparato mientras bostezo, el embarazo me mantiene cansada la mayor parte del día, incluso sin hacer nada.-Hola mamá - saludo mientras escucho murmullos por parte de Ellen y Nik mientras se pelean por algo en susurros.-Oh Katherina, dime qué estás camino a la cena y Brawn no te encerró en tu dormitorio para no dejarte ir- me río un poco ante la idea porque es algo que me imagino haciendo a Edward y ahora que mi madre convive con él también lo sabe ella.-No lo hizo mamá, estamos en camino--Bien, escucha, estoy saliendo en
Narra KatherineMis manos tiemblan mientras me aferro al cuello de Edward, escucho los pasos apresurados y después el ruido estruendoso de la calle.Soy subida a la camioneta con rapidez, puedo ver a Robert a un costado y como Nik entra al volante.-Aun no es tiempo- alcanzo a decir, el dolor empieza a ser más intenso justo en la zona baja.-Se fuerte Katherine, necesito que seas fuerte una vez más, por mí- su mano se une a la mía, las lágrimas siguen fluyendo por mi mejilla, él intenta limpiarlas pero no dejan de salir.-Tengo miedo- lo hago, digo la verdad, no lo había dicho hace mucho tiempo, vivo con ese sentimiento oculto desde que supe sobre Edward, desde que los Rusos vinieron, desde que vi a mi madre sostener un arma...pero es la primera vez que sale de mi labios para ser escuchado.-Voy a estar ahí, voy a estar contigo pero no puedes dejarme Katherine, no lo hagas porfavor- quiero decirle que nada me apartará de su lado, pero un grito sale de mi garganta antes.-¡Mas de prisa
No sé cuánto tiempo he pasado mirando el suelo, cuando los zapatos de Nik corren hasta mí, me levanto de mi lugar alerta cuando lo veo.-Te quieren en el quirófano, Katherine ha reaccionado, está débil pero necesitan sacar a su bebé- mi corazón late rápidamente, mi cerebro solo procesa las palabras que incluyen a Katherine y el bebé.Una enfermera aparece a nuestro lado y me indica donde debo ponerme el maldito uniforme azul para pasar a verla, lo hago, pongo la cosa rara sobre mí y salgo apresurado para ser llevado por otras puertas.Necesito de todas mis fuerzas para mantenerme de pie mientras veo el rostro pálido de Katherine sobre una cama con personas a su alrededor.-Edward - escuchar su voz es como una bomba que me desestabiliza, corro a su lado y beso su frente, soy fuerte, soy fuerte por ella ahora, porque ella está aquí y me necesita.- Vamos a estar bien, estoy aquí ahora, vamos a estar bien- susurro contra ella cuando aprieta mi mano con fervor.-Supongo que es el padre, d