Su mano se posa en mi espalda y con la otra toma mi cuello y acerca mi cara a la suya, respiro con dificultad, si no me deja tranquila voy a morir de taquicardia o de insuficiencia respiratoria, todavía no me decido por cuál de las dos.
— Eres una cobarde, Zoa. Imaginé todo de ti, menos que te negaras a enfrentar tu realidad — Abro los ojos alucinada, este hombre no para de insultarme y de menospreciarme.
— Puedes pensar y decir lo que desees, no vas a tentarme o a hacerme caer — Le respondo, distrayéndome por un momento al observar sus labios.
— No solo quiero decirlo, deseo hacerlo Zoa, deseo desnudarte poco a poco hasta que tu humedad se desborde y pueda recibirla en mi boca. Deseo tumbarte sobre esta mesa, abrir tus piernas y perderme en tu interior. Deseo, poseerte y enterrarme en ti hasta que me pidas más — Parpadeo en repetidas ocasiones al escuchar su
Con un solo gesto de su parte, la música se detiene y las personas que nos acompañaban, se alejan.— No necesito cenas románticas, lugares especiales o lo que sea que se te ocurra, si lo único que deseas es follarme — Me detengo frente a él y me quito la camisa sin dejar de mirarlo a sus hermosos ojos verdes.En un solo movimiento, tiro los platos y todo el servicio que se encontraba en la mesa al suelo, terminó de desvestirme y aunque siento un poco de frío al principio, me quedo frente a él con la respiración agitada y tan solo unos tacones.— ¿Por qué haces esto? — Me pregunta sin dejar de mirarme.— Porque yo también solo quiero tenerte — Me siento sobre la mesa, me inclino un poco hacia atrás, apoyando mi mano y brazo contra esta y levanto mi pierna derecha y dirijo mi tacón hacia el centro del cuerpo de Travis, donde
YO EN MODO: ¿Y LA BRÚJULA DONDE ESTÁ?— ¡Hola! — No sé si estoy preparada para otro asalto, aunque la duda solo me dura unos segundos, tiro de la corbata de Travis y me apodero de su boca mientras cierro la puerta de mi apartamento.Nos desvestimos con tanta velocidad que cada vez mejoramos nuestra marca, logramos llegar hasta mi sofá donde Travis sin esperar un segundo me embiste con potencia, gimo y me muevo con él, a su ritmo, lo hemos hecho tanto en el último mes que comprendemos lo que el otro desea con solo mirarnos.Siento mi primer orgasmo llegar con fuerza, pero necesito más y sé qué me corrí muy rápido, por lo que Travis seguirá penetrándome hasta hacerme correr de nuevo.Me inclino y lo empujo con fuerza, él comprende y tomándome por la cintura me deja sobre su cuerpo. Pliego las rodillas sobre el so
Desde que terminé con Aramis no he vuelto a salir a mi terraza, aunque con el frío que hace, estoy segura de que no lo haré durante algunos meses.Tomo una manta y me apretujo en mi sofá con la chimenea encendida y un libro que me regaló Lila.Reflexiono en qué pronto se terminará el año y yo cumpliré veinticinco años y siento que mi vida empieza a estancarse.Me encanta la adrenalina que siento con Travis y la forma en la que juega con mis sentidos, en ocasiones pienso que soy adicta a su cuerpo, a su voz, a su sabor.Pero también creo que sentí muchas cosas estando con Aramis, no podría compararlos o explicar lo que siento por Travis y mucho menos lo que sentía por Aramis.Aun así, es como si mi corazón los quisiera a los dos y es estúpido, porque aunque Travis siempre me tentó cuando estaba con Aramis, no sent&iacut
Siento que alguien choca contra mi cuerpo y aparto la mirada.— Disculpa, guapa — Me hago hacia un lado sin responder y dirijo mi mirada de nuevo al lugar donde lo vi, pero ya no está.Paseo mi mirada por el local, me llevo la mano al corazón esperando que se calme y vuelvo a mirar a mi alrededor ¿Lo habré imaginado?— ¡Zoa! No sabes a quién acabo de ver — Lila se acerca a mí y yo dejo de respirar al pensar que no lo he imaginado y que Aramis estaba en este lugar y Lila acaba de verlo, al igual que yo.— ¡Lila! Pensé que me habías abandonado — El adolescente se acerca a nosotros y abraza a Lila que hace un gesto de fastidio, creo que el chico la ha molestado con su intensidad, además de interrumpirla cuando estaba por decirme algo importante.— Querido, estoy en medio de una conversación relevante con mi mejor amiga, no
YO EN MODO... ¡PUNTOS SUSPENSIVOS!Siempre me he preguntado si el destino existe, porque no logro entender como dos personas pueden llegar a conocerse por una casualidad y terminar juntas y enamoradas.No es que yo sea una persona cínica, para nada, solo que me cansé de ser una soñadora de la que todo el mundo se burla y decidí no creer en el amor, ni en el destino, para mí, ninguna de esas tonterías existe.Solo somos las marionetas de personas maquiavélicas y disfuncionales, en un mundo perverso y destructivo, lleno de envidia, de deseos insanos y de ambición.En realidad, detesto a las personas ambiciosas, que hacen todo lo que esté a su alcance por tener una mejor posición en sus vidas, hasta llegar a acabar con los sueños e ilusiones de las personas que las quieren.No sé cómo pasé de ser una chica tierna y soñadora a una mujer tímida y desilusionada de la vida. Bueno, si lo sé, solo que trato de olvidarlo y mentirme, es la mejor manera de hacerlo. Todo sucedió cuando Lorenzo me
YO EN MODO... ¡Y ESTO CONTINÚA!— ¡Hola! — Escucho la voz de mi asistente; es una chica muy dulce, muy parecida a cómo era yo hace algunos años y todavía no sé, si me gusta o no, aunque últimamente parece mi única amiga. — Dime ¿Sucede algo? — Espero que no vaya a decirme alguna tontería, el pecho me duele un poco por la sacudida que acabo de recibir. — La reunión, Zoa, tu padre me ha pedido que te lo recuerde — Vale, está claro que mi padre confía muy poco en mi puntualidad. — Lo sé, Lila, intentaré llegar lo más pronto posible —le digo haciendo un gesto de dolor.— ¿Qué quieres decir? ¿Qué debo decirle a tu padre? — Escucho el temor en la voz de Lila. Después de lo de la reunión fallida hace pocos días, la pobre se esconde de mi padre, a pesar de que ella no tuvo la responsabilidad.— Resulta que he tenido un accidente, pero no te preocupes, no es nada grave, firmo los documentos para la aseguradora y salgo para allá — Levanto la mirada al ver un par de piernas al lado de mi vent
Dos semanas antes YO EN MODO... ¡PELEA! ¡PELEA!— Zoa, ¿Qué haces? — Grito al sentir el calor del líquido que se derrama sobre mis manos y mis senos ¡Bendito sea! Le he dicho a esta chica que llame a la puerta antes de entrar, pero es como si hablara con una pared, tiempo perdido.— Te he dicho mil veces que no entres sin llamar antes a la puerta — Le digo con los dientes apretados, no voy a gritar ni a llorar por el ardor que siento, solo sé que esto duele una barbaridad.— Ven que te ayudo y además si no te has dado cuenta, he llamado a la puerta — Lila me quita la tasa de café de las manos y me acompaña hasta los aseos privados de mi oficina — ¡Que te has quemado mujer! Debes prestar más atención a las cosas — ¿En serio? Y yo que ni me había enterado.El agua fría alivia mi dolor. Aunque tendré que cambiarme de ropa y por fortuna, mi padre me enseñó que siempre tengo que tener un traje de cambio en la oficina. — Lila, gracias, creo que podré arreglármelas sola — Lila, deja de to
El chico desaparece de mi vista y yo, suspiro, ha entrado a su casa, por lo que creo que mejor sigo leyendo mi libro. Sin embargo, no logro concentrarme, ni siquiera la continuación de esa escena tan caliente y tórrida logra atraer mi atención, me doy cuenta de que he leído la misma línea más de tres veces y que mis ojos no paran de mirar hacia el otro balcón, esperando que el hombre guapo vuelva a salir.Una hora después, y sin haber avanzado absolutamente nada en mi lectura, entro a mi casa un poco triste y decepcionada por no haber vuelto a ver a semejante belleza.A la mañana siguiente, me detengo en la ventana de la cocina con una tasa de café en mis manos, desde este punto, puedo observar hacia el apartamento del hombre y aunque no puedo verlo muy bien como desde mi terraza, sé que mi día comenzaría genial si pudiera echarle un vistazo.Mi corazón se acelera cuando lo veo salir a su balcón con una tasa en sus manos. Levanta su cara como si estuviera saludando al sol y yo suspiro