Joseph, mi pasante, se encuentra completamente desnudo, tiene un cuerpo realmente perfecto, como el de un deportista y yo nunca lo había notado.
Su cabello rubio ceniza y ojos oscuros se abren desmesurados al verme, y los míos al ver su, increíble... amigo, que, por supuesto, se muestra potente y majestuoso. ¡No sé por qué diantres pensé que ya tendría que haber vuelto a su estado normal!
Levanto la mirada, hace calor, mucho calor, sobre todo porque siento el cuerpo de Aramis detrás del mío y escucho lo que susurra a mi oído.
— Me hubiese encantado tenerte así en este momento — ¡Oh por Dios!
¿Cómo puede ponerme así de caliente con sus palabras y un solo roce cuando acaba de decirme que no soy más importante que alguna de todas esas chicas que se folla contra la pared del balcón de su casa?
Vuelvo a recorrer el cuerpo del Joseph, que se encuentra con los brazos extendidos y atados contra los barrotes de la cama co
No sé qué era lo que esperaba de él, nos conocemos personalmente hace poco tiempo, a pesar de que he visto todo lo que hace en las noches desde la terraza de mi apartamento, lo que solo me indica que, como pensé anteriormente, solo es un puto mujeriego.— ¿Qué le dijiste? ¿Y cómo sabías que si se reía podía ayudar a desatorar el piercing? — Pregunto y luego agrego para mí misma — Qué pregunta tan estúpida he hecho, ¡si eres un experto!— Susurro, todavía enojada.— ¿Estás insinuando algo? Porque me saben a cacho las insinuaciones, prefiero la gente que habla claro y fuerte — Me dice con la voz baja y grave, que me hace estremecer, pero también me cabrea más de lo que ya lo estoy.— ¿Quieres que te hable de frente?— Me vuelvo a mirarlo— Sabías lo que estaba pasando solamente con leer el extraño mensaje de Lila, estabas tranquilo y llegaste y lo solucionaste en segundos. Ahora ilumíname, porque al parecer tienes una vasta experiencia con res
YO EN MODO: ¡ME DERRITO!Los preliminares no existen en esta ocasión, nos hemos deshecho de nuestra ropa en el preciso momento en el que Aramis ha cerrado la puerta de su apartamento.Siento sus manos por todo mi cuerpo y me muerdo los labios al verlo frente a mí por completo, desnudo, alto, musculoso y con un cuerpo tan gloriosamente perfecto que me pregunto internamente qué habré hecho para merecérmelo.Sus cejas pobladas, pestañas y ojos grises, tan oscuros y brillantes que podrían confundirse con el acero, atrapan mi mirada y convierten mi cuerpo en un cúmulo de nervios y sensaciones que alteran mis sentidos.Su boca atrapa la mía, sus manos presionan mis glúteos y me obligan a rodear sus caderas con mis piernas; su beso se vuelve mucho más intenso y suspiro cuando siento la invasión de dos de sus dedos en mi interior.Mi coraz&oacut
— ¿A qué te refieres?— Mi mente sigue por completo perdida en medio de su calor, su abrazo y los pequeños estremecimientos de mi cuerpo ¡Oh por Dios! ¿De todo esto me estaba perdiendo por culpa del imbécil de Lorenzo y su pequeño pene?— Me refiero a que en mi mundo todo es físico, Zoa— Me mira a los ojos y tengo la impresión de que no se siente cómodo— Todo es básico, carnal, no hay tiempo para descubrirse, para entregarse, no como ha sucedido contigo — Mi corazón late con fuerza ante sus hermosas palabras.Sonrío, flotando en un mundo lleno de romance y dulzura. De súbito, vuelvo a la realidad y la parte de su cuerpo que todavía acojo en mi interior y la humedad viscosa que siento borran la estúpida sonrisa de mi cara.— ¡Oh por Dios! No has utilizado nada—
YO EN MODO: ¡SÍ! ¿CÓMO NO?¿Su dueña? ¿Esta mujer se cree metida en medio de una película de mafiosos? O tal vez ha leído muchos libros eróticos, con situaciones inverosímiles que todas las chicas sueñan vivir algún día y desea que Aramis cumpla sus fantasías.— ¿Leticia? ¿Que haces aquí a esta hora? — Aramis sale del cuarto de baño con una toalla envuelta en sus caderas y yo paso saliva y me vuelvo a mirarlo, está tan guapo con sus benditas abdominales que le doy la espalda a Leticia, sin importarme lo que la diva opine.¡Que no puedo permitir que esta mujer me vea babear como una adolescente! ¡Oh por Dios, acabo de tirarme a un Adonis!— No te he visto y no contestas a mis llamadas, ¿qué sucede, Aramis? — Un momento, están hablando en esp
A pesar de toda la intensa actividad que hemos tenido en tan pocas horas y de que mi cuerpo no está acostumbrado a recibir a un hombre y mucho menos a alguien tan grande y en tan repetidas ocasiones, contrario a que pensaba que caería agotada, no he podido dormir, Aramis duerme a mi lado, boca abajo y completamente desnudo.Verlo es un espectáculo, increíblemente bronceado y hermoso y todavía intento creer que todo lo que ha sucedido es verdad.Miro mi teléfono portable, son las cinco de la mañana y hasta solo hace una hora dejamos de hacerlo como conejos, imagino que sus vecinos van a quejarse, porque no dejé de gritar y no estoy segura de que sus paredes sean lo suficientemente gruesas e insonoras.Pienso en su jefa y en lo que le dijo de sus clientes ¿Será verdad que solo busca un cuadro?, no conozco el apellido de la mujer, pero seguro que si pongo su nombre seguido deven
YO EN MODO: ¡MALDICIÓN!¡Maldición!Reacciono cuando siento un fuerte dolor en mi espalda y cabeza, me he caído de la cama y me he golpeado, lo que me faltaba, teniendo en cuenta que me duele hasta el último músculo de mi pobre cuerpo, por la noche movida que tuve.— ¡Maldición! — Son los ocho y treinta y cinco de la mañana y voy tarde a la estúpida reunión con Devereux. Esto es literal, comenzar el día con el pie izquierdo, porque no solo voy a llegar tarde, sino que también voy a verle la cara al idiota, a tan tempranas horas de la mañana.Odio la alarma de mi teléfono, no ha sonado y ahora tengo que correr. Aunque, en realidad, no recuerdo haberla encendido.Igual todo es culpa del idiota de Devereux, solo a él se le ocurre programar una reunión a horas, como si la gente no durmiera. ¡Solo
Son las nueve y cuarenta y sé que mi padre va a jalarme las orejas, porque la puntualidad es uno de los valores de la empresa.— Entiendo, señor Devereux, para una próxima vez, la cita podría ser a las diez y así nos quedaremos todos contentos y sus colaboradores podrán descansar un poco más— Le sonrío falsamente y las dos personas que lo acompañan, abren los ojos desmesuradamente, al parecer acabo de ofender a su jefecito.La reunión se me hace eterna y, con la actitud de Travis, no he pedido beberme ni un solo café; busca hasta el más pequeño fallo en la presentación de la campaña que debe ser aprobada en una reunión del Consejo de la empresa de su familia en dos semanas.— Perfecto, espero que podamos vernos en una semana y empezar la campaña.— ¿Una semana? Estoy segura de que la fecha que te
YO EN MODO: ¿DE DÓNDE SE APAGA?Me duele la cabeza, lo juro y, aunado a la voz estridente de Lorenzo, ¿cómo no me había dado cuenta de lo molesta que es su voz?La situación me tiene al borde de una crisis nerviosa, lo que ahora parece muy común en mí.Lleva no sé cuánto tiempo hablando de la moral, la ética, la dignidad y no sé cuántas estupideces más.—Lorenzo, solo estaba follando, no he vendido secretos profesionales, para tus estupideces y tu lesión de falsa moral —le digo completamente exhausta de su discurso.— No son estupideces, Zoa, ¿te imaginas si te hubiera visto uno de nuestros colaboradores o un guardia de seguridad? — Otro al que le encanta esa palabrita estúpida: "colaboradores". Al parecer él y Travis son iguales.— No hubiese pasado nada — Giro en mi silla y cierro las piernas, necesito ir a asearme — o tal vez sí, porque si hubiese sido una chica, estaría pensando en el fabuloso cuerpo de Aramis y dese