YO EN MODO: ¿Y ESTE QUÉ?
¿Qué está haciendo el idiota de Devereux por aquí? ¿Vivirá cerca?
Me pregunto si me he equivocado, tal vez solo era un chico cualquiera, de ojos azules, conduciendo un Porsche.
Vale, que aunque esté como una cabrá, podría reconocerlo donde sea y ese era Travis. ¿Qué hacía por acá?
Recuerdo el beso que me dio esta mañana y me enfurezco con él, pero especialmente conmigo misma, por lo que sentí en ese momento y por dejar que hiciera conmigo lo que se le dio la gana.
— ¡Señorita! — Aramis me pega a su cuerpo y vuelve a besarme mientras subimos en el ascensor de su edificio y mi cuerpo vuelve a perderse en sensaciones maravillosas y excitantes. — He preparado la cena para ti — su voz ronca y baja, me erizan la piel.
No sé
El calor me recorre, siento como si la lava descendiera y arrasara con todo en mi interior, su boca y su lengua se mueven deprisa, levanta mi rodilla izquierda y acomoda mi pierna sobre su hombro, quedando a su disposición.La inseguridad hace presa de mí, siento un vacío en mi vientre y la presión de la boca de Aramis degustando hasta la última gota de mi ser, me hacen olvidarlo todo.Su mano continúa acariciando cada resquicio de mi cuerpo que tiene a su alcance; mi piel se estremece ante cada sensación y mis manos se enredan en su húmedo cabello, que tiro con fuerza mientras de mi garganta se escapan pequeños y roncos gemidos; como si el oxígeno se me escapara y mi respiración se expandiera entre cada gemido.Reaccionando ante sus estímulos, entierro mi tacón en la espalda de Aramis y este gime, apretándome con mucha más fuerza.—
YO EN MODO: ¡HACE CALOR!—Dile a tu amiga que piense en algo gracioso mientras nos espera—me dice Aramis y, después de mirarlo extrañada por su comentario, le escribo a Lila lo que acaba de decirme.— ¿Sucede algo? — Lo siento extraño desde que salimos de su apartamento, interrumpiendo mi muy deseada folla... mama... ¡Oh, bueno! Lo dejaré solo, en orgasmo, sin dar más detalles.En definitiva, desde que el pobre se quedó con ganas y tuvimos que ir a mi oficina, porque en ese lugar Lila guardaba las llaves extras de su casa. La expresión de Aramis ha cambiado considerablemente.《No puedo, estoy aterrd》Leo la respuesta de Lila y voy a responderle cuando escucho que responde a mi anterior pregunta.— No, todo está perfecto. Pronto llegaremos a casa de tu amiga — Su tono es serio y de inmediato cambia de tema, paraluego fruncir el ceño — Hay algo que no entiendo,¿Lila es tu secretaria o
Joseph, mi pasante, se encuentra completamente desnudo, tiene un cuerpo realmente perfecto, como el de un deportista y yo nunca lo había notado.Su cabello rubio ceniza y ojos oscuros se abren desmesurados al verme, y los míos al ver su, increíble... amigo, que, por supuesto, se muestra potente y majestuoso. ¡No sé por qué diantres pensé que ya tendría que haber vuelto a su estado normal!Levanto la mirada, hace calor, mucho calor, sobre todo porque siento el cuerpo de Aramis detrás del mío y escucho lo que susurra a mi oído.— Me hubiese encantado tenerte así en este momento— ¡Oh por Dios!¿Cómo puede ponerme así de caliente con sus palabras y un solo roce cuando acaba de decirme que no soy más importante que alguna de todas esas chicas que se folla contra la pared del balcón desu casa?Vuelvo a recorrer el cuerpo del Joseph, que se encuentra con los brazos extendidos y atados contra los barrotes de la cama co
No sé qué era lo que esperaba de él, nos conocemos personalmente hace poco tiempo, a pesar de que he visto todo lo que hace en las noches desde la terraza de mi apartamento, lo que solo me indica que, como pensé anteriormente, solo es un puto mujeriego.— ¿Qué le dijiste? ¿Y cómo sabías que si se reía podía ayudar a desatorar el piercing? — Pregunto y luego agrego para mí misma — Qué pregunta tan estúpida he hecho, ¡si eres un experto!— Susurro, todavía enojada.— ¿Estás insinuando algo? Porque me saben a cacho las insinuaciones, prefiero la gente que habla claro y fuerte — Me dice con la voz baja y grave, que me hace estremecer, pero también me cabrea más de lo que ya lo estoy.— ¿Quieres que te hable de frente?— Me vuelvo a mirarlo— Sabías lo que estaba pasando solamente con leer el extraño mensaje de Lila, estabas tranquilo y llegaste y lo solucionaste en segundos. Ahora ilumíname, porque al parecer tienes una vasta experiencia con res
YO EN MODO: ¡ME DERRITO!Los preliminares no existen en esta ocasión, nos hemos deshecho de nuestra ropa en el preciso momento en el que Aramis ha cerrado la puerta de su apartamento.Siento sus manos por todo mi cuerpo y me muerdo los labios al verlo frente a mí por completo, desnudo, alto, musculoso y con un cuerpo tan gloriosamente perfecto que me pregunto internamente qué habré hecho para merecérmelo.Sus cejas pobladas, pestañas y ojos grises, tan oscuros y brillantes que podrían confundirse con el acero, atrapan mi mirada y convierten mi cuerpo en un cúmulo de nervios y sensaciones que alteran mis sentidos.Su boca atrapa la mía, sus manos presionan mis glúteos y me obligan a rodear sus caderas con mis piernas; su beso se vuelve mucho más intenso y suspiro cuando siento la invasión de dos de sus dedos en mi interior.Mi coraz&oacut
— ¿A qué te refieres?— Mi mente sigue por completo perdida en medio de su calor, su abrazo y los pequeños estremecimientos de mi cuerpo ¡Oh por Dios! ¿De todo esto me estaba perdiendo por culpa del imbécil de Lorenzo y su pequeño pene?— Me refiero a que en mi mundo todo es físico, Zoa— Me mira a los ojos y tengo la impresión de que no se siente cómodo— Todo es básico, carnal, no hay tiempo para descubrirse, para entregarse, no como ha sucedido contigo — Mi corazón late con fuerza ante sus hermosas palabras.Sonrío, flotando en un mundo lleno de romance y dulzura. De súbito, vuelvo a la realidad y la parte de su cuerpo que todavía acojo en mi interior y la humedad viscosa que siento borran la estúpida sonrisa de mi cara.— ¡Oh por Dios! No has utilizado nada—
YO EN MODO: ¡SÍ! ¿CÓMO NO?¿Su dueña? ¿Esta mujer se cree metida en medio de una película de mafiosos? O tal vez ha leído muchos libros eróticos, con situaciones inverosímiles que todas las chicas sueñan vivir algún día y desea que Aramis cumpla sus fantasías.— ¿Leticia? ¿Que haces aquí a esta hora? — Aramis sale del cuarto de baño con una toalla envuelta en sus caderas y yo paso saliva y me vuelvo a mirarlo, está tan guapo con sus benditas abdominales que le doy la espalda a Leticia, sin importarme lo que la diva opine.¡Que no puedo permitir que esta mujer me vea babear como una adolescente! ¡Oh por Dios, acabo de tirarme a un Adonis!— No te he visto y no contestas a mis llamadas, ¿qué sucede, Aramis? — Un momento, están hablando en esp
A pesar de toda la intensa actividad que hemos tenido en tan pocas horas y de que mi cuerpo no está acostumbrado a recibir a un hombre y mucho menos a alguien tan grande y en tan repetidas ocasiones, contrario a que pensaba que caería agotada, no he podido dormir, Aramis duerme a mi lado, boca abajo y completamente desnudo.Verlo es un espectáculo, increíblemente bronceado y hermoso y todavía intento creer que todo lo que ha sucedido es verdad.Miro mi teléfono portable, son las cinco de la mañana y hasta solo hace una hora dejamos de hacerlo como conejos, imagino que sus vecinos van a quejarse, porque no dejé de gritar y no estoy segura de que sus paredes sean lo suficientemente gruesas e insonoras.Pienso en su jefa y en lo que le dijo de sus clientes ¿Será verdad que solo busca un cuadro?, no conozco el apellido de la mujer, pero seguro que si pongo su nombre seguido deven