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7- Mi esposa se respeta.

Los párpados de Augusto se cerraban de sueño,bostezó y levantó los brazos para estirarse un poco, se vio  en la obligación de levantarse antes de que Adelaida llegara a la mansión.

Una sonrisa de satisfacción se reflejó  en su rostro aún somnoliento,el agua tibia de la ducha le espantó  el sueño,salió  en bata de baño silbando una tonada.

-¡Es un día hermoso!, ¿no crees,Adelaida?

La discreta empleada que iba subiendo la escalera se apartó  para darle paso al patrón y lo miró con gesto de rareza.

-Buen día,señor Martínez.Me alegra verlo de excelente humor.

-¿Qué más queda?, tengo que estar en pie de lucha,Valentina sólo me tiene a mí,por cierto colócale un lindo vestido y la maquillas un poco.

-Cómo ordene señor-.La mujer siguió a la habitación de Valentina y murmuró entre dientes-¿a este que mosca le picó?,ayer nada más andaban sus ánimos por el subsuelo y hoy de los más contento,¡Ay Dios!,no se le vaya a correr la teja a mi patrón.

La enfermera sigue en sus labores de atender a la paciente y nota la sábana manchada de sangre,ella pensó que la joven estaba en sus días,cosa que le pareció extraña porque ya le parecía que había tenido la menstruación ese mes.

El doctor visitaba a la enferma y Adelaida le preguntó si era eso normal.

-Puede ser debido a los tratamientos que se administraron en días anteriores o un desbalance hormonal. En su estado puede pasar-.Alegó el doctor con voz grave.-Me dices que fue un sangrado leve,si vuelve a repetirse tendré que hacer unos estudios-.Masculló el galeno.

La vieja enfermera se sintió aliviada al escuchar al médico confirmar que el leve sangrado que había experimentado Valentina no era de preocupación.

La enfermera y el médico se retiraron de la habitación, dejando a Valentina en compañía de su esposo, quien había llegado justo a tiempo para enterarse de lo ocurrido.

Augusto miró con cariño a Valentina y le preguntó con voz tranquilizadora: 

-¿Estás bien, mi amor?,para ser tu primera vez no estuvo nada mal,me gustaría repetir.

Valentina lucía cómo una maniquí de tienda,Adelaida le había colocado un vestido casual,su boca maquillada de rojo y su cabello perfecto,nadie se percató de lo que en realidad había sucedido la noche anterior.

Augusto, acarició la mano de Valentina con ternura y agradeció-Gracias por darme tu pureza,te guardaste para mí.Eso me hace feliz,no obstante sería más feliz si te despertarás-.Susurró el joven al oído de Valentina.

Adelaida, la enfermera, regresó a la habitación de Valentina,y Augusto con tono enojado,le recordó la importancia de consultar antes de tomar decisiones sobre la salud de su esposa. 

-La próxima vez antes de hablar con él doctor,consúltalo conmigo,recuerda que firmaste un contrato de confidencialidad-. Sentenció el hombre con cara de muy pocos amigos.

-¿Me va a despedir?,yo nada más me preocupo por su salud,estos meses que llevo cuidando a la niña me he  encariñado con ella-Gimoteó la mujer.

-¡Que no es una niña!,tiene veintiún años y es mi mujer.-Masculló exasperado por la intervención de Adelaida.

-Lo siento, no fue mi intención ignorar tus recomendaciones-.Se disculpó sin mucho afán,consideraba que no había nada de malo en querer ser cuidadosa de la salud de la paciente.

—Aprecio tu preocupación por Valentina—. Dijo con sinceridad.

Adelaida asintió con tristeza y se dispuso a retirarse de la habitación cuando Augusto la detuvo con amabilidad. 

—Espera, Adelaida. Valentina está bien y , así que por favor, tómate el resto de la tarde libre. 

Te lo mereces,aquí tienes la tarjeta de crédito,comprate algo para tí— expresó Augusto con gratitud en sus ojos. 

Adelaida, sorprendida por el gesto de generosidad de Augusto, agradeció con un gesto de asentimiento y se retiró del lugar con una sonrisa en el rostro.

Augusto se acercó a Valentina, la abrazó con delicadeza y le susurró al oído—Te amo, Valentina.Al fin estamos a solas. 

Cerró la puerta con seguro por dentro y se desnudó con rapidez para meterse entre las sábanas con ella.

-¡Que rico hueles mi amor!-.Añadió mientras acariciaba sus muslos.

Disfrutaba  de la estrechez de la chica y la calidez de su intimidad,embestidas feroces aligeraron el clímax y se recostó   extasiado en el pecho de su amada.

Casi se quedaba dormido cuando fue despertado por los ruidos provenientes de afuera.

-¡Hijo abre la puerta!, los sirvientes no me dejan pasar.-Don Augusto vociferaba furioso.

-¡Qué  rayos!-?Exclamó al vestirse lo más pronto que pudo,alcanzó a colocar una colcha sobre el cuerpo desnudo de su esposa.

Abrió la puerta y su padre pasó como un bólido.

-¡Ahora te encierras para no recibirme!

-Respeta mi intimidad papá. 

-¿De qué rayos hablas?,esa mujer está más muerta que viva.-El señor Martínez clavó sus ojos endurecidos sobre su hijo.

-¡Largo de mi casa!-.Extendió la mano mostrando la salida a su padre.

El señor Martínez hizo un gesto de negación con la cabeza,él pensaba que su hijo no estaba bien de la cabeza,ese accidente lo había puesto todo patas arriba,la guerra del millonario era que Augusto era su único hijo y necesitaba un heredero para que la estirpe siguiera, Valentina ya no era la nuera perfecta y Don Augusto deseaba que su hijo se buscara otra esposa.

-Yo sólo quiero tu bienestar,al menos sal de estas cuatro paredes,en el club hay chicas bellas y solteras,ten una aventura con alguna y la preñas-.El señor hizo una pausa y tragó seco antes de continuar—.Al menos has eso si no te quieres divorciar del adefesio éste,dijo señalando a Valentina.

¡Pum!-.Un puño se clavó en la mandíbula del señor quien cayó al suelo.

-¡Auch!,me has pegado desgraciado,te voy a sacar de mi herencia-. Vociferó el magnate masajeando su quijada ante el brusco golpe que le había propinado su hijo.

-Pregúntame si me importa,me haces el favor y te vas de mi casa,a mi mujer nadie la insulta,puedes ser mi padre,pero Valentina se respeta.

El hombre le lanzó una mirada de odio y se acomodó el traje para luego salir hecho una furia de la mansión.

MARISOL DUARTE

Bienvenidos a este hermoso viaje por la historia de Augusto y Valentina,un amor incondicional que traspasa las barreras entre la vida y la muerte y demuestra que el amor es lo más importante. Regalame un corazón y tu valioso comentario.

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