-Buenos días señora Martinez,al menos tenga la educación de saludar-.Masculló Augusto con sorna.

La joven lo miró fijamente,habían chocado en el pasillo, estaban durmiendo en habitaciones separadas.

-Tienes razón,buenos dias,aunque no creo que sean tan buenos para tí-. dijo ella con una mirada determinada.

-Te equivocas hoy vamos a colocar los puntos sobre las ies-Se arregló la corbata,tenía un implacable traje azul océano y se había rasurada el rostro,se veía más guapo de lo normal.

Valentina lo observó con la boca entreabierta y su corazón doy un vuelco,sacudió la cabeza para obligarse a recuperar la compostura.

-Tienes que saber que a partir de hoy, tomaré las decisiones en mi empresa, la junta de hoy es vital. ¡Anda, despídete desde tu puesto!-. continuó Valentina con firmeza.

Augusto la observó con una sonrisa cínica y le respondió: ¿Estás segura, Valentina? La vida nos da sorpresas, pero bajemos a desayunar,debes alimentarte bien,no quiero que tengas problemas de salud. Los as