A las seis de la mañana sonó mi alarma, tenía mucho sueño, pero era el último día que me quedaba en la ciudad y debía aprovecharlo al máximo. Hice todo lo correspondiente para estar lista, tardándome dos horas y media, a las diez salí para buscar la revista, y asegurarme que nada malo estuviese pasando. — Es usted la de la foto, Lisa, felicidades — dijo el joven que vendía en la tienda y que ya conocía mi nombre por llegar todos los días a comprar revistas. —Es que he ganado un premio — Aclaré para obviar lo que decía, aunque en realidad ya sabía que si estaba ahí no era por buena fotógrafa — No, no es solo por el premio — Advirtió mientras me la entregaba Sus palabras me alertaron y me dejaron atónita, estábamos en la primera plana de la revista Enredadera, en la sección de espectáculos y de farándula de las demás revistas "Thiago Villarreal, CEO de la reconocida Agencia de Modelaje Siluetas, paga el premio nacional de fotografía Fotomodel, a su más reciente amante Laura Mier
Supe que ya no quedaba tiempo, que el día se me había ido pensando en el viaje, y ni siquiera había podido ir a visitar a mis padres. Cuando amaneció, supe que no quedaba de otra que había llegado el momento de marcharme. Tocaron a la puerta— Thiago — dije asustada cuando abrí— Déjame entrar, después reclamar — señaló pasando rápidamente al apartamento— ¿Qué haces aquí? Sabes bien que todas nuestras fotos están en las redes y en el periódico. Te fui a buscar a la oficina, te llamé, te escribí, y solo me has ignorado, mandaste todo para que me largue, entonces qué vienes hacer aquí — Dije enfadada mientras él se sentaba— No es tan fácil Lisa — balbuceó sin mirarme*** NO ESTÁN FÁCIL, LISA *** Tres palabras que me sobrepasaron la tolerancia— Sí, no es tan fácil, es más fácil deshacerte de mí, mandarte lejos, porque simplemente no quieres enfrentarte a ella, a decirle lo que en verdad pasa lo que sientes por ella, se operó para no tener hijos contigo, entonces, por qué te empeñas en
Llegué al aeropuerto con el más inmenso de los miedos, temerosa de la mirada de la gente. Después de esperar en la inmensa fila, la joven detrás de la ventanilla me anunció amablemente lo inminente: — Toda su papelería está en orden, Señora Lisa, su vuelo saldrá en un momento Me sentí más débil que nunca, mi estómago revuelto desde ya por las náuseas, los nervios alterados por imaginar lo que podía suceder ahí dentro y mi falta de conocimiento sobre el embarazo me obligó a preguntar con mucha pena: — ¿Hay algún problema si estoy embarazada? — ¿Cuántas semanas tiene? — Interrogó y yo me quedé en silencio La muchacha me vio con ironía porque me tardé sacando la cuenta y quizá se asombró, pues mi nerviosismo denotaba que no lo sabía y me interrumpió — Si tiene menos de 29 semanas no hay ningún problema, puede viajar con tranquilidad, solo elija los asientos cerca de las alas o en la parte delantera, en estos lugares se suele sentir menos el movimiento del avión para que evite las
— Sí es verdad que estoy embarazada, pero mi hijo no es de Thiago — Aseguré — Y ese tema de las noticias amarillistas me tiene cansada — Oh, siempre confié tanto en la revista Enredadera — Dijo abrumado — Son igual de amarillistas que el resto, completamente patéticos — Gruñí molesta, cuando al instante unos hombres con trajes de empresarios se acercaron a Diego — Hemos venido por ti — Dijeron después de saludar, hablando en español — Ella es Lisa, una amiga que va al mismo internado, se irá con nosotros — Explicó y los hombres solo asintieron sin interrogar nada más — Mucho gusto, Lisa Miere — Contesté dándoles la mano para saludar y presentarme En el trayecto a la universidad solo pude pensar en cómo mi vida había cambiado tanto, en qué pasaría si tomaba la decisión de no regresar y darle una mejor vida y educación a mi hijo, y finalmente olvidarme de Thiago y de la agencia, pero cómo me cobrarían después el haberme pagado el curso, todo era tan contradictorio que no pude evi
En la mesa, Diego no hizo más que mirarme como un bobo. — No me veas tanto que me siento incómoda, el embarazo no me tiene muy bien que digamos, mi cara de fantasma es decadente — Dije llevando el bocado de comida a la boca con suma vergüenza — Eres preciosa, Lisa, la palidez de tu cara remarca el color de tus ojos y tus pecas, tu cabello se vería mejor corto — Contestó dejándome anonadada — Debes revisar tus lentes — Contesté insegura de esas cualidades, aunque lo del cabello me pareció una buena sugerencia — No miento, en verdad eres muy linda, si gustas yo mismo podría cortarte el cabello, estudié estilismo cuando era joven — Explicó — Eso sí lo acepto, los piropos no — Contesté agradecida por su disposición — ¿Y qué más escondes? ¿Eres pintor, músico o poeta? — Interrogué asombrada — No, solo estudié estilismo cuando era joven como he dicho, ya sabes hay épocas en las que deseamos ser todo para después enterarnos que no somos nada — Explicó apesarado — Jum, dímelo a mí, que
Me regresé a la habitación con un nudo en la garganta, mi mente era tan volátil, y la desesperación que tenía me hacía pensar muchas cosas, no era capaz de concebir en mi mente la casualidad tan oportuna con Diego, y todo lo que le rodeaba, el sentarse justo a mi lado, hablarme alegando que sabía quién era, estudiar el mismo curso que yo, la vestimenta de quien lo recogió, su interés en mí, la llamada que le hizo denotar nerviosismo, todo era demasiado confuso. — Thiago, respóndeme — Le escribí intentando calmar mi ansiedad — Sí, Lisa, mañana lo soluciono, descansa por favor, todo estará bien — Respondió al cabo de un rato. — Thiago, no quiero estar aquí — Escribí inmersa en el llanto, la angustia me estaba aniquilando Thiago no respondió y eso dolió más, pues solo él podía salvarme de tantas preocupaciones que él mismo me había impuesto, pues aunque yo entendería que todo era por mi bien que debía estudiar que era una excelente oportunidad, por más que yo me auto controlara y d
Durante el día Diego no se atrevió ni a mirarme y eso me sirvió para poder entablar comunicación con una española bastante guapa que se acercó a mí únicamente porque le gustaba Diego, y quería que yo le ayudara a conquistarlo. — ¿Guapa, el chico que siempre está contigo es tu novio? — Me preguntó mirándolo, Diego se encontraba en la otra mesa, frente a la mía — No, él es solo mi amigo, somos del mismo país — expliqué — A mí si me parece supremamente simpático — Dijo la española con su acento bien marcado que se me dificultaba comprender — Todo tuyo, bonita, así me quitas un peso de encima —Alegué cerrando mi computadora— ¿Acaso es muy molesto contigo? Es que míralo ahí con su carita guapa cualquiera caería rendida, es un morenazo divino — Alegó la mujer completamente eufórica por el hombre — Sí, es re fastidioso, pero buena gente — Exclamé riéndome, Diego nos observaba con temor, por encima de sus lentes redondos — ¿A ti te gusta? — Preguntó para convencerse de dar el otro pa
Las palabras de Thiago eran cada vez más confusas, quise seguir preguntando, seguir hablando con él, pero debía mantenerme al margen de la situación y no agobiarlo más con mis emociones también contradictorias. Cuando me encontré a Lucía en el comedor, a la mañana siguiente, no dudó en interrogarme, sobre lo que en verdad no quería hablar.Y entonces le conté también lo que había sucedido con mi embarazo y lo que sentía por Thiago y me abrazó demostrándome confianza — De película, amiga, ¿pero este guapo Thiago qué siente por ti? ¿Qué es lo que piensas hacer con él? ¿Admirarlo de largo? — interrogó — No, Clara, yo con Thiago solo deseo casarme, amarlo por siempre, darle el amor que no ha recibido, pero es muy confuso, sé que él me quiere porque ha sido más que bueno conmigo, pero no sé si algún día realmente se divorciará y decidirá compartir su vida de millonario conmigo — Dije con tristeza — Pero nena, si en la revista hoy han citado que se está divorciando, y eso de millonario