—¡Dr. Richard Goldsmith! ¡Lo siento! ¡No me había dado cuenta de que usted estaba aquí! ¿Vino a visitar a Rachel también?... ¿Acaso la conoce? —se disculpó Christopher , pero sospechó del director, y él de Christopher …—Yo te lo preguntaré de nuevo hijo… ¿Cómo está eso de que la chica es tu alumna…? Tú y yo sabemos que eso no es verdad… —reflexionó el director. —Habla muchacho… —¡A usted no puedo engañarlo! Pero, por favor, no le diga nada a nadie en el hospital y ayúdeme. Verán, ella es una chica buena, y no tiene a nadie más en el mundo... Acaba de perder a su papá, el señor Pedro Baker, quien fue mi fiel empleado, y no merece pasar por esto ella sola… Y yo no puedo hacerme el desentendido después de lo que le hice… Creo que a estas alturas usted ya se enteró de que falté un par de días porque fui yo mismo quien la arrolló… ¿Pueden fingir que no saben la verdad, por favor, para evitar el escándalo y hacerla pasar por mi alumna? Quiero cuidar de ella mientras se pone estable emoci
—De acuerdo, solo tomo unas cosas y me iré… Por cierto, ¿dónde está tu “héroe”? ¿Ya no te llevará a su casa?... ¿Lograste convencerlo? ¿Estabas llorando, verdad?... Tienes todos los ojos hinchados… ¿Fue por eso? ¿Y ese vestido? —cuestionó Ricardo, dándome la espalda.La verdad, me molestó que preguntara tanto y no se fuera. Para no tener que soportarlo más tiempo, tuve que contestarle rápidamente.—Está con el director… Vino a visitarme porque conoció a mi padre y él me obsequió este vestido… Christopher fue a tomar un café con él… Creo que ahí me esperarán… Y sí, antes de que tu entraras sin tocar, estaba llorando porque hoy será el día en que dejaré mi pasado atrás… ¿Algo más, señor? —respondí de mala gana.—¡No me contestes así, chica berrinchuda! ¿Crees que a mí me importa tu vida? ¡Ja, ja! ¡Qué risa! —dijo con sarcasmo. —Solo te pregunto porque me preocupa el futuro de mi amigo, y más ahora, que al parecer mi padrino está al tanto de tu situación. ¿Qué no te pones a ver lo que
—¡Terapia psicológica! ¿No estarás pensando en…? —se exaltó Ricardo, tirando el café por los lados, recordando que Christopher se lo había mencionado antes…Parecía que Ricardo Jaime podía leerle perfectamente la mente. Tan solo oír la palabra psicología, le hacía pensar en una sola persona que él conocía perfectamente.—¡Sí! De hecho Ricardo, me gustaría ver si tú pudieras ayudarme… —añadió Christopher King.—¿Qué? ¿Yo? ¡No bromees! ¡Ni loco! ¡No! ¡No! Y ¡No! —cruzó Ricardo los brazos, tirando el resto de su café.—¡Vamos, viejo! Sabes lo difícil que es conseguir una cita con ella, ¡con lo ocupada que está! ¡Pero a ti nunca te negaría nada! A pesar de todo lo que le hiciste, aún sigue muy enamorada de ti… Además ya no sales con Jazmin y estás soltero… ¡Vamos, por favor, amigo! —suplicó Christopher .—¡Jamás! ¡Sería como rogarle! ¡Rebajarme! ¡Me he dado muy bien mi lugar ignorando sus mensajes y no voy a ceder! ¡Lo siento, tendrás qué resolverlo de otra forma! —respondió Ricardo Jai
—Nunca he ido más allá del hospital central, doctor. Me gustaría conocer la ciudad… Aunque tomara ese autobús alguna vez, aún así creo que me perdería… Podría parar un día en el aeropuerto sin querer… —bromeé, mientras retiré poco a poco mi mano. El director volteó a mirarme cuando sintió que había quitado mi mano de la suya. Me sentí muy avergonzada de inmediato y me puse muy colorada. Sin embargo, para mi suerte, el doctor no mencionó nada al respecto.—¡No te preocupes! ¡Nunca llegarás tan lejos, porque el aeropuerto está en una avenida diferente! ¡Jajaja! —bromeó el director.—¡Je…je! Sí, ¿verdad?... Como nunca he ido… —contesté, riendo y sudando.—Bueno… algún día lo harás, te lo aseguro… ¿Te gustaría viajar, Rachel? —me preguntó amablemente, mirando de nuevo a su ventana.—Sí… Es decir… ¿A quién no le gustaría? —supuse.—¿A qué lugar te gustaría ir? ¿Has soñado con ir a alguna parte? —continuó el doctor.—Bueno… He oído que Inglaterra es un país muy bonito… —respondí, con lo p
Sin embargo, algo distrajo su mirada. Cuando él estaba tan cerca de mí, que casi podía sentir su aliento en mi piel, noté que sus ojos voltearon a ver fijamente algo a mis espaldas. No pude evitar voltear a ver también. Di la vuelta, dándole la espalda a Christopher , y él me abrazó por la espalda con ternura. Sin embargo, lo que estábamos viendo, nos preocupó a ambos. Se trataba de Dr. Goldsmith. Estaba al lado del sepulcro de mi padre, arrodillado en otra lápida. Le lanzaba las flores una a una y parecía que oraba o le hablaba. Después nos dimos cuenta de que en realidad ¡estaba llorando! Su espalda mostraba constantes movimientos en su diafragma y a menudo se llevaba las manos a los ojos para limpiarse las lágrimas. Nunca imaginé que el director fuera tan sensible, pero, una especie de presentimiento recorrió mi cuerpo. El comportamiento del director, por muy empático que fuera, era muy extraño de ver en esos precisos momentos. Quizás le dolía la muerte de su propia es
La historia oculta detrás del atractivo y arrogante rostro del casanova Ricardo Jaime, envolvía un tórrido romance con la más célebre autora de la ciudad, Bella Baumann, antes de que ella ganara toda esa fama. Ella era una reconocida doctora en psicología, dedicando gran parte de su investigación al trastorno psicológico ocasionado por la depresión y la tanatología, pero saltó a la fama cuando su libro "Cómo vencer la soledad sin morir en el intento" se volvió un Best Seller en todo el mundo. Se podría decir que se trata de una mística conspiración del universo, que ella estaba destinada a llegar a mi vida para ayudarme.Bella Baumann era impresionantemente famosa en todo el mundo, ya que había salido varias veces en la televisión y participado en muchas conferencias motivacionales. Ella era todo un fenómeno en las redes sociales, ya que se le conocía por compartir frases inspiradoras y videos cortos de reflexión. Además tenía su propio canal y programa de radio donde hablaba ampliam
—Bueno, la carrera de doctor es algo a lo que mi familia y amigo se dedican… Comenzando por el padre y el padrino de Ricardo, quienes han sido muy importantes para mi vida… Y yo ya quería estar en acción directa con la gente. La medicina es una carrera en la que las prácticas sociales inician desde que ingresas a estudiar, y eso era lo que yo quería. Los sueldos no se comparan con los de un político o empresario, pero la verdad no hago esto por dinero. Además, los doctores viven siempre aprendiendo, mediante su entrega a la investigación, con un amplio impacto para el mundo —describió Christopher . —Tus padres te dieron todo, ¿no es así?... Has sido muy afortunado, porque nunca has tenido que trabajar por tu supervivencia… Nunca has tenido que preocuparte por si el pan llegará o no a tu mesa y por eso puedes dedicarte a lo que amas… —comenté con un poco de celos por la vida perfecta de Christopher . —Bueno, quizás no he tenido que sufrir algo así, pero estoy agradecido por que mi vi
—¡Sí! ¡Imagínate! ¡Con lo celosa que es ella! ¡Sería el fin del mundo si se entera! —bromeó Ricardo, viendo de reojo a Bella, pero aún indiferente. —¿Y qué dice Christopher sobre el planteamiento de los posibles celos de su novia? —preguntó Bella.—Dice que inventará que esta chica pobre es tan solo “su alumna”… Cree que todo el mundo es tan inocente para tragarse eso… —volteó los ojos Ricardo.—¿No crees que exista la posibilidad de que a Christopher en realidad le guste la chica? —intuyó Bella.—¡De ninguna manera! ¡La chica no es guapa! Además no tiene educación, estilo, contactos, cultura, dinero… Estoy seguro que ni siquiera sabe quién eres tú… Es una chica pobre, rural, poco agraciada, con nada de seguridad propia… —describió Ricardo, como si se tratara de lo peor del mundo.—¡Uhmmm! ¡Ya veo! ¿Acaso no te has dado cuenta que a Christopher no le interesan esas cosas de las personas? Él le daría la mano ya fuera a un indigente como a un presidente… —insistió Bella, comenzando el