— ¿Deseas hablar con Astrid?— preguntó Bruce extrañado— ¿De qué abuelo? — Ahora no me preguntes, no tengo cabeza para darte razones ahora, ten paciencia hijo, ahora ocupémonos de tu abuela. Muchas fueron las personas que estuvieron dándole el último adiós a la esposa de Gerrit Callister, él se mostraba sereno. Ya en la casa de su abuelo, Bruce buscó la oportunidad de hablar de una vez por todas y conocer ese secreto que había guardado su abuela por tanto tiempo. — No has podido sacarte las palabras de Marjorie de la cabeza; ¿verdad Bruce? — No abuelo, eso me ha estado rondando todos estos días que duró el funeral, no entiendo si ya tú lo sabías, ¿por qué no hablaron conmigo? — De mi parte no veía la necesidad de hablar de algo que me hizo tanto daño al momento de saberlo. — ¿Desde cuándo lo sabes abuelo? — Podría decir que desde siempre, pero me enteré el día que tu padre tuvo aquel accidente que le costó la vida tanto a él, como a tu madre. — ¿Puedes contarme por favor?—Es
— Ya te explico, no te preocupes— dijo Gerrit— cuando mi nieto me anunció que tu estabas haciendo todo lo posible para que mi nieto tuviera un heredero para la dinastía Callister, me sentí muy orgulloso de ti. — Gracias abuelo— dijo ella— haría cualquier cosa para que mi amorcito esté tranquilo, sé lo importante que es para ustedes tener descendientes, por eso me esforcé. — Si eso que dices que harías cualquier cosa, es muy cierto, hasta alquilaste un vientre para buscar a mi heredero, casi lo logras, pero surgieron complicaciones y aún así saliste airosa del problema. — ¿A qué viene éste recuento, abuelo?— dijo ella. — Paciencia querida, ya lo verás— explicó el anciano. — Hace poco inicié una investigación y descubrí cosas desagradables, Bruce ha vivido momentos muy duros por el fallecimiento de su abuela, pero pienso que es mejor un golpe fuerte de una vez, que ir cada día recibiendo trompadas, por eso querido nieto, quiero que veas lo que hay en éste sobre. Bruce arrugó el en
— ¿Que pasaba por tú mente cuando decidiste meterte con mi mujer, Paul? — Como te lo dije al inicio, solo sucedió, no fue algo que planeé; cuando conocí a tu mujer, me impactó, me gustó es tán llena de vida, me gusta cómo es y aunque me dije que era tuya, que no tenía por qué mirarla, un día sucedió, ella me dio un beso y caí, lo demás lo sabes, bueno no tengo justificación Bruce, pero estoy enamorado de ella, así de simple. — Así de complicado querrás decir, meterse con la mujer de otro no es algo simple Paul, pero jamás imaginé que tú me hicieras ésto, no sólo me quitaste a mi esposa, si no que también le hiciste una hija que debió ser mía, por aquello de estar casados, pero tú no te conformaste con Astrid, también querías un hijo de ella. — ¡No Bruce, así no son las cosas, la niña no fue planeada, nada de lo que está sucediendo fue planeado; ¡lo juro! — ¡Mira, no jures nada! Ya no te creo, mejor me voy acá no tengo nada que hacer, me quitaste mi familia Paul, me destruiste la
— No puedes hacerme esto Bruce, todo lo que hice fue para darte un heredero, Paul me informó que algo entre nuestra genética hacía que los niños engendrados por nosotros no llegaran a término y por eso quise probar con él y logré a Fanny. — ¡Que cinismo de tú parte Astrid, las fotografías de mi abuelo y las de Richard son recientes, si éso fuera cierto; ¿por qué continuaron viéndose o mejor dicho, acostándose? — !Te dije que éso es un montaje! — ¡Ya basta Astrid! ¡Sal de mi vista! ¡Eres una cara dura! ¡No deseo seguir unido a ti un minuto más! ¡Por lo menos ten la dignidad de aceptar que eres una adúltera! Ella apretó la mandíbula y salió de aquella casa mascullando maldiciones que solo ella escuchaba, se juró que todos ellos se la iban a pagar. —Bueno primo, me parece que la mujer entendió— dijo Richard. — ¡Me sorprende lo intensa que es!— dijo Gordon. —Te sugiero que te quedes acá hasta que Astrid salga de tú casa y de tú vida— aconsejó Richard. — Gracias primo, la verdad no
— Mi madre está dentro, voy a ver si está dispuesta para saludar, no se ha sentido muy bien últimamente. — Ay que pena, no quisiera importunar, mejor dejala descansar. — De todas maneras iré a ver. Entró en la casa y Gerrit la siguió hasta la sala, Camila se dirigió a la habitación donde seguramente se encontraba su mamá. La vió sentada en la cama, Alba al ver entrar a su hija la miró con angustia. — ¿Por qué no me dijiste que habías encontrado a tu padre? — Porque hasta hoy lo confirmé, solo tenía sospechas, pero no quería crear angustias por gusto; él quiere conocerte. Alba se alarmó y se negó— ¡No Camila, no estoy preparada! Además; ¿crees que pueda reconocerme? — No lo sé mamá; ¿si tú lo hubieras visto sin haberlo oído hablar, lo hubieras reconocido? — No lo creo. — Entonces vamos, quiero ver que sucede cuando te vea, ha pasado mucho tiempo mamá, no tengas temor. Se arregló un poco el cabello y dijo:— ¿Me veo bien? Camila sintió ternura al responder. — ¡Estás her
— ¡Que camino libre! ¿Estas loca? No deseo tener nada que ver con él, me hizo mucho daño, así que deja de decir tonterías. —¿No piensas decir nada por la muerte de la esposa? — Que quieras que diga, la verdad no lo lamento, ni siquiera me importa, ella fue muy desagradable conmigo. — Ya deberías olvidar eso mamita, el rencor es malo para la salud. — No es rencor hija, pero lo más saludable para mí fue alejarme de ellos, tanto Gerrit como la esposa me hicieron mucho daño. — Estamos de acuerdo, pero mira todo el tiempo que ha pasado, él lo reconoce y está arrepentido, me lo dijo, no sé cuánto escuchaste de la conversación. — Escuché todo lo que te dijo, pero aún así no me siento lista para volver a verlo. —¡Mamá! Voy a cumplir veinticinco años, por lo tanto has tenido suficiente tiempo, se que no esperabas verlo algún día, pero sucedió y quiero terminar con ésta cadena de desastre en mi vida, deseo que mi padre se entere de mi existencia, ¡No tienes idea de lo mal que me siento p
Camila había escuchado aquella pregunta de Richard y se preparó para responder:— Sí amor, lo conoces muy bien, ésta casa es de Gerrit Callister. — ¿Mi tío sabía dónde estabas? Me imagino que te prometió guardar el secreto, viejo tramposo. —No te vayas a enojar con él, este lugar que me proporcionó por éste tiempo, fue la mejor medicina para sanar heridas y reflexionar sobre lo que deseo vivir contigo. — ¿Y si deseas vivir conmigo amor mío? — Tú sabes que sí, te amo con el alma Richard McIntyre. — ¡Me encanta escuchar esa declaración, porque también te amo con todas la fuerzas de mi ser mi cielo bello! — dijo besando los labios de ella con pasión.Luego de aquel delicioso beso exclamó:¡Quiero ver a mis hijos! Ella sonrió complacida y respondió:— ¡Vamos! El bebé está durmiendo en la habitación al final del pasillo, y el pequeño Richie debe andar detrás de la señora Samuelson. Él, la llevaba abrazada por la cintura, no quería separarse de ella, se sentía feliz de tenerla tan c
—¡Es una historia increíble! Pero me hubiera gustado que mamá estuviera presente para que te enteres de todo, pero puedo ir adelantando algo. — Vaya, la verdad estoy sorprendido de que él te haya ayudado, aun sabiendo que yo estaba desesperado por no saber de tí, el tío Gerrit es todo un personaje. — Si, es un hombre muy especial para mí; ¿sabes? Gerrit Callister es mi padre biológicoÉste se levantó de un salto por lo que escuchó de Camila. —¿Qué estás diciendo? — Lo que oíste, hace muchos años, él tuvo un romance con mi madre y nací yo. — ¡Esta si que es una historia increíble, tuviste razón al calificarla de esa manera! Nunca imaginé que el tío hubiese tenido un romance extramarital. — Se siente feo, ser una hija bastarda mejor no digo más hasta que lleguen ellos. — No quise ofender, es que tío Gerrit siempre ha sido tan estirado y correcto que me sorprende que tenga una hija fuera del matrimonio, ¿estás bien mi amor?— Si, no te preocupes, estoy bien. —¿Siempre lo supiste