Eran las siete de la noche cuando Camila entró al salón hermosamente decorado, Gordon de inmediato la miró, su corazón rebosaba de emoción al verla salió al encuentro de la muchacha. En el lugar estaba Gerrit y Bruce, a pesar de que ellos tenían una fotografia de Camila, la manera como estaba vestida en ningún momento imaginaron que ésta hermosa mujer era la misma chica que ellos buscaban.Gordon se sentía ufano de caminar al lado de aquella mujer única a su manera de ver y sentir, se acercó a donde estaban estos dos hombres y Gordon haciendo las veces de anfitrión dijo:—Buenas noches señores Callister, es un honor para mí presentarles a nuestro gerente de mercadeo la señorita Camila Sánchez.Camila al escuchar el apellido un susto inundó la parte alta de su estómago, pero su rostro no reflejó la sorpresa que la había ocasionado, haber escuchado aquel apellido, uno de ellos se adelantó y dijo:— Es un placer señorita Sánchez, soy Bruce Callister, este caballero acá es mi abuelo, Gerr
Apretó la mandíbula y una sonrisa aflora a sus labios, tomó la mano que ella le ofrecía en modo de saludo y la llevó a su boca, depositando un tenue beso, mientras la miraba a los ojos. — El placer es mío. En ese momento se adelantó Stella diciendo:— Señorita Sánchez, yo soy la esposa de éste señor, mucho gusto de conocerla. Camila no esperaba aquella presentación, pero si pasó algo en el interior de la muchacha, su rostro no lo reflejó, con una amable sonrisa se acercó dando un beso en la mejilla de la mujer. — Un placer señora McIntyre, esperamos poder agasajarlos como merecen dos personas como ustedes, siéntanse en casa— dijo Camila— Gracias cariño, eres muy amable al referirte de esa manera de mí. — Es la verdad— dijo él— les confieso que ésta dama y yo estamos saliendo y esperemos que surja algo más que amistad. Ella lo miró con ternura, mirada que Richard notó y sintió una puñalada imaginaria, pero extraña en su estómago, necesitaba hablar con Camila lo más pronto posibl
— De todo y de nada en específico— dijo ella con rapidez— las estrategias que estamos implementando en sistema de mercado, precios, estadísticas.— Con razón se veía tan entretenida la conversación— dijo Gordon. — También le pedía que me regalara un baile — dijo Richard— ya que Stella no está inspeccionando mis movimientos me siento en libertad para invitar a ésta maravillosa mujer. — No faltaba más Richard, claro que puedes bailar con mi chica— dijo Gordon— Será un placer señor MacIntyre—dijo Camila siguiéndole hasta la pista de baile. Una vez allí bailaban al compás de la música y él insistía en que necesitaban reunirse para conversar, ella se negaba, no quería problemas y menos dar una falsa imagen ante Gordon que sí haata el momento se mostraba que deseaba algo serio con ella. — Por favor mi amor, di que irás mañana hasta las inmediaciones del hotel donde me encuentro— dijo Richard. — No me parece justo engañar a Gordon que hasta ahora ha sido tan bueno conmigo— dijo ella.
— Richard, mejor paremos ésto acá, no quiero complicar mi vida siendo inconsciente, acostándome con un hombre que ya está casado— dijo ella a modo de excusa. — Amor, sé que estoy casado, pero no amo a Stella, eres tú la mujer que deseo a mi lado en cuerpo y alma, por favor cree en mí— rogó el. Ella cerró los ojos, quería aquellos besos, sentir las manos de él recorriendo todo su cuerpo, pero una vocecita le advertía que si entraba en aquel abismo no habría vuelta atrás. Richard aprovechó este momento de debilidad y sé dispuso a cumplir los deseos del corazón de ella. Los besos se profundizaron y ya Camila estuvo perdida, las manos de él y ella de enlazaron quitando toda la ropa que estorbaba a sus deseos, Richard pronto se apoderó de los pechos de ella que estaban listos con los pezones endurecidos por la excitación que Camila experimentaba, lo besos cortos en el cuello hicieron el trabajo de rendición más fácil. Él, bajó poco a poco por el torso desnudo de su amada besando cada
— ¿A qué te refieres?— preguntó Richard preocupado— huyendo, ¿de que? No entiendo. — La mujer que me hizo inseminar, desea destruir al niño, y yo tengo miedo de que ella un día me encuentre y logre su objetivo— confesó Camila. — ¡Oh por Dios!— exclamó él— conmigo estás a salvo, no permitiré que nadie te haga daño, ni a tí ni a tu niño. — ¡Gracias! — dijo ella más tranquila— mientras menos sepas de mí mejor, no quiero ser pública ni que me conozcan mucho, se que el mundo es un pañuelo y no quiero arriesgarme a estar en el ojo del huracán, por eso no debí involucrarme contigo. — Amor, yo te amo, no voy a poner en peligro tu persona, ni al niño, prometo que seré muy discreto, te lo aseguro— prometió él. — ¡Si vas a realizar el divorcio, no expongas lo que sientes por mí, usa cualquier excusa por favor!— rogó ella. — ¡Mi vida linda, quiero que te tranquilices! Al parecer esa mujer tiene mucho poder, estas temblando de miedo, nada va a pasar, ¡confía en mí por favor!— dijo él, abraz
Tómate tu tiempo mamá, no tengo prisa en que lo perdones, espera a que lo tengas frente a tí, le reclamas, le propinas unos cuantos golpes y después empiezas la terapia de reconstrucción— dijo Camila. — Hija a veces pienso que quiero perdonar a Gerrit, estaba tan joven y me dejé llevar involucrando mis sentimientos con un hombre prohibido, en todos los sentidos, además de millonario era casado, él era un buen hombre, yo también fui culpable— dijo Alba—solo quiero estar en paz y pasar los últimos años que me quedan tranquila.—No hables así mamá, no lo justifiques, él te sedujo, era un hombre hecho y derecho, mayor qué tú y te envolvió con su palabrería.— dijo Camila resentida. — No te preocupes hija, se como sucedió y como te lo dije ya— dijo Alba— entiendo que debo vivir un proceso, pero sólo sucederá cuando lo tenga enfrente nuevamente. La chica miró a su madre que en ese momento se sentía contrariada, pero no dijo nada, solo notó un brillo de tristeza en la mirada de Alba. L
— ¿No saliste a caminar? ¿En dónde estabas entonces cariño? — preguntó la madre. — Salí con Richard mama— dijo Camila sin vacilar— no quise decirte al momento, tenía vergüenza contigo, pero eso me ha estado atormentando todo el día, no me gusta mentirte y lo sabes. — No te entiendo, ¿para qué la mentira? Eres adulta y nunca he dudado de tú buen criterio al escoger hacer las cosas, pero ya no te preocupes— dijo Alba— gracias por decirme.— Sabes que no es tan fácil— dijo ella— aún hay más, estuve con él mamá y no usamos protección y tengo miedo de que salga embarazada. A éstas alturas Alba se había quedado mirando a su hija, trataba de entender lo que escuchaba. —Camila, acabas de tener un bebé, tener otro tan seguido y sin una pareja estable me parece irresponsable de tu parte, no entiendo porque actuaste de esa manera— dijo Alba preocupada— ¿Tan enamorada estás de ese hombre? — Si mamá, la verdad en ese momento no pensé en las consecuencias, ahora que pasó todo y viendo que est
Camila pestañeo varias veces al escuchar aquella pregunta, ella iba dispuesta a meterse en la cama con Gordon, con tal de anteponerse a las consecuencias de un embarazo obtenido por acostarse con Richard irresponsablemente, pero ahora que este buen hombre le hablaba de matrimonio no pudo evitar emocionarse al punto de lágrimas y dijo por respuesta:— ¿Estás seguro de querer casarte conmigo Gordon? Sabes tan poco de mí. — ¡Claro que estoy seguro mi amor! Lo poco que sé de tí me encanta, deseo compartir mi vida contigo— dijo él emocionado— antes, por estar casado aun no me atrevía siquiera a proponer que fuéramos novios, pero ahora estoy libre de ataduras y deseo unirme a tí, si tu me aceptas. Ella lo miró con ternura y respondió:— Antes deseo contarte algunas cosas, si después de eso aún deseas casarte conmigo, gustosa caminaremos hasta el altar y me convertiré en tu esposa. — No es necesario, pero si eso te hace estar más tranquila, adelante, dime todo lo que desees— dijo él con u