Tuvimos que esperar un corto tiempo junto a la parada de autobuses al otro lado de la autopista.Gracias al cielo, mi mochila se sentía liviana al no llevar sino la ropa sucia del día anterior, porque de lo contrario me hubiera cansado en cuestión de nada allí de pie, bajo el cielo que empezaba a oscurecerse. Durante todo el trayecto de regreso a casa, me quedé profundamente dormida sobre el cómodo hombro de Jack, a pesar de haber obtenido el lado de la ventana esta vez, no tuve oportunidad de mirar el paisaje debido a mi agotamiento. Sentía sus dedos acariciar el dorso de mis manos entre sueños coloridos y llenos de vida, que parecían tan reales como para no creérmelos por completo. Ante mí había un mundo distinto al que conocía, donde vivía sin preocupaciones junto a Jack, con nuestros hijos, con mi madre y los chicos de la casa hogar. No estaba del todo segura por qué el escenario era una playa que ni siquiera conocía, dado que nunca había salido más allá de Ellijay, sólo podía
No tuvimos tiempo de hacer absolutamente nada, la supuesta sorpresa que me tenía preparada quedó en el olvido debido a su madre, y para mi desgracia, no pude descansar como tanto había deseado de camino a allí. Bajé escalón por escalón, con la mochila entre mis manos, Jack iba a mi lado, con sus labios totalmente sellados.Caminábamos a prisa fuera de allí, para poder alcanzar a Deborah, quien fumaba un cigarrillo en medio de la calle. Jack se notaba demasiado tenso para mi gusto, su madre con un perfil bien recto, ponía sus ojos en blanco cargada de fastidio cada vez que nos miraba, estáticos a la espera de que apareciera el dichoso auto, que al parecer, nos llevaría hasta la capital. Para mi sorpresa, fue una extravagante limusina la que se detuvo frente a nosotros, mi boca entreabierta por la sorpresa, le sacó una sonrisa burlona a Jack, quien al recordar que su madre se encontraba allí, fue perdiendo su estado anímico normal. El interior era acogedor, el aire calentaba mis man
A pesar de haberle dicho que todo estaría bien, aún cuando lo había consolado por un largo rato, Jack seguía manteniendo esa actitud distante conmigo.Había intentado un poco sonreír y platicar de cosas demasiado triviales mientras desayunábamos, pero había sido en vano, ya que yo podía darme cuenta sin hacer mucho esfuerzo que algo realmente grave estaba ocurriéndole.Algún asunto que desconocía le atormentaba, tanto como para perder esa alegría que lo caracterizaba. No obstante, preferí no preguntar nada al respecto, ya que estaba convencida de que me lo diría por su propia cuenta cuando él lo quisiera. Se marchó después de lavarse los dientes, dejándome en aquella estancia totalmente sola, pero con un poco de dinero que me había regalado para que comprara lo que se me antojara, lo que era casi nulo en ese instante. Así que me dediqué a mantener mi mente ocupada lavando nuestra ropa, ordenando cada rincón de ese lugar, limpiando el polvo acumulado, pero cuando todo relucía perfect
No recuerdo cuánto tiempo nos quedamos en silencio mirándonos fijamente a los ojos.Esperaba de alguna forma encontrar las respuestas que necesitaba saber en lo más remoto de su mirada, pero me fue imposible sin importar lo mucho que lo intentara. Jack tenía una expresión de preocupación fusionada con la confusión de verme en ese estado, de tenerme allí de pie a solo unos pasos de distancia sin poder despegar los labios, debido al pánico que sentía correr por mis venas.Temía descubrir que todo lo que me había dicho Deborah era verdad, ya que en lo profundo de mi ser aún albergaba el anhelo de que Jack no me hubiese mentido durante tanto tiempo.Quería creer en él, en sus palabras y sus actos. Pero una pequeña parte de mí, dudaba sobre la sinceridad de aquella relación, un lado de mí tenía que asegurarse cuanto antes de que realmente me quería y no solo era un juego para él, que esos sentimientos eran mutuos y no como Deborah me había comentado; sólo para desestabilizar mi estado an
Para mi asombro, logramos dormir profundamente en esa inmensa cama, abrazados bajo las cálidas cobijas. Mis sueños fueron confusos, divagaban en luces y colores inentendibles, acompañados por las mismas palabras en un hilo de voz; las cuales se repetían una y otra vez, produciéndome un poco de malestar al escucharlas.Para mi amarga sorpresa, al despertar no recordaba absolutamente nada de lo que había oído, ni menos lo poco que había vislumbrado. El sol radiante se había colado travieso por las ventanas de la estancia, obligándome a abrir mis ojos de sopetón, observé mis alrededores a la espera de encontrarme con Jack a mi lado, pero este no estaba por ningún rincón de la habitación. Me levanté confusa, mientras restregaba mis ojos con el dorso de mis manos y bostecé perezosa, mientras caminaba en dirección a la cocina, donde hallé al guapo chico vestido de traje, sentado en el comedor leyendo el periódico. Desayunaba fresco como una lechuga, ajeno a mi presencia. De pie en medio
Para mi desgracia, tras otra sesión frenética bajo el agua tibia de la ducha; terminó obteniendo eso que tanto deseaba oír, así que tuve que aguantarme la amargura al ver su sonrisa victoriosa, mientras se marchaba perfectamente vestido a la reunión con el abogado. Cuando me encontré totalmente sola en aquel apartamento tan grande, me dediqué a mantener mis manos ocupadas, para de esta manera no empezar a pensar en cosas innecesarias más de la cuenta.Quizás era una pequeña terapia para olvidar aquel asunto que me atormentaba tanto.Primero, avé los trastes, luego limpié el desorden que había hecho Jack en un solo día; tenía papeles regados en el sofá, y la ropa sucia tirada en cada rincón del apartamento. En el momento en que vi todo brillar gracias a mi arduo trabajo, me dirigí al primer piso del hotel a recoger las bolsas de mis compras del día anterior. Subí de regreso con una amplia sonrisa y me tendí en la cama a revisar que todo se encontraba allí.La ropa la colgué en el arm
Escuchaba su voz diciendo mi nombre, veía su rostro aterrorizados al imaginar lo que sucediera conmigo y entonces, antes de que el auto me alcanzara a arrollar en mis profundos sueños, abrí mis ojos de golpe. El aroma a potentes medicamentos llenó mis fosas nasales, observé en todas las direcciones, completamente confundida de estar en ese lugar, cuando segundos atrás estaba en medio de la carretera, charlando con Jack. Me incorporé de sopetón en medio de la camilla, tenía una bolsa de suero conectada a mi brazo derecho a través de una aguja.Sentía un dolor corto punzante en mi cabeza, pero era soportable, mi pecho subía y bajaba precipitadamente debido a mi respiración acelerada.Gente en un estado fatídico mucho más grave que el mío se hallaban a mi alrededor, algunas durmiendo y otras hablando con su respectivo médico. Me arranqué la aguja con violencia, para así poder bajarme de la camilla y poder caminar fuera de allí sin ningún problema, en busca de Jack. ¿Por qué no estaba
Cuando me dieron de alta con una brillante sonrisa, vagué por las calles de Atlanta y sin percatarme de mi andar, terminé de pie en la acera, esa donde me había llamado por última vez.Allí donde había visto sus ojos mirarme con tal miedo de perderme, que no se detuvo en segundo en pensar cuánto sufriría yo estando de este lado del cruel universo. Sin darme cuenta, terminé acurrucada abrazándome el cuerpo, mientras lloraba desconsolada. Las calles estaban desoladas y el cielo nublado a esas altas horas de la noche era mi única compañía. Era testigo del dolor que ahora me invadía, ese que Jack no podría ver ya que él no estaba vivo y por mucho que lo deseara no volvería a mi lado, ni en un millón de años. —Dijiste que todo se había terminado, prometiste que regresaríamos a casa juntos, no yo sola —farfullé en un hilo de voz—. ¿Cómo puedes dar tu vida por una inútil como yo? ¿Cómo puedes dejarme sin siquiera despedirte de mí? ¡Lo has hecho de nuevo, imbécil! —chillé, mirando hacia l