-¿Todos estos autos pertenecen a tu mafia? –pregunté cuando entramos en el estacionamiento lleno de autos nuevos, la motocicleta estaba al lado de la camioneta, pero Keller activó la alarma de un Ferrari negro totalmente deslumbrante.
-Mi mafia –repitió con burla para sí y me respondió: - todos estos autos me pertenecen, el resto tiene sus propios autos.
¿Todos?, ¡vaya!, eran como cien autos en este amplio estacionamiento, me daba curiosidad por saber qué tipo de mafia manejaba Keller, por lo que sabía podía estar metido con la droga o tal vez con negocios ilegales de documentos, incluso reventa de piezas… tal vez hacía todas las anteriores.
Debía asustarme, pero… no lo hacía.
-Alessia –dijo cuando cerró la puerta del auto y lo encendió con el celular, tuve que recordar que no era normal
Unos meses después. Ibamos en el carro hacia el aeropuerto, esta vez, me llevaban más escoltada que el mismísimo presidente con toda su familia en una campaña publica, sabía el lugar a donde íbamos no quedaba exactamente en ninguna parte; asi lo hacían ver, que no existía.Estos últimos meses habían sido tal vez los más horribles de mi vida debido a que me tuve que guardar el hecho de que casi ayudé a Keller a robar al gobierno, así hubiera sido como “robar al ladrón”, porque ellos eran una mafia, la más peligrosa del país, y todos en este lugar los odiaban porque tenían prácticamente la ciudad en sus manos, así que simplemente guardé este sentimiento para que nadie me dijera lo estúpida que era o lo incoherente de mis actos por amar a un hombre que supuestamente era aborrecible.Él ya no estaba, pero seguía creo que nunca podría amar a otra persona como lo hice con él.Escuché que no duraría ni un día en la cá
Cuando llegué al aeropuerto, comencé a temblar, ¿Cómo estarían mis padres adoptivos?, ¿habrían cambiado mucho las cosas?, y sobre todo… ¿Keller? Había visto unas pistas, pruebas de que él seguía vivo, pero no había nada que me lo confirmara, después de todo nadie encontró su cuerpo porque se lanzó al mar.No quería darme falsas ilusiones, pero… la esperanza era lo último que se perdía.Si yo tenía 30 años, él debía de tener 44 a punto de cumplir los 45, Dios mío, si estaba vivo de seguro que ya se había casado, tendría hijos y su esposa sería una mujer hermosa con buen busto y… cerré los ojos, no debía pensar en él otra vez, duré diez años para olvidarlo, no podía caer en lo mismo nuevamente… pero ¿estaba vivo?
Sus ojos azules tan hermosos como los recordaba, las arrugas en su frente parecían estar más pronunciadas y su larga cabellera ya no estaba, se había cortado el cabello, mi pecho sintió el susto de la impresión y los sentimientos que habían muerto comenzaron a florecer otra vez dentro de mí. Él dio un paso hacia mí, examinándome detenidamente con una mirada retraída, como si no me conociera.-¿Quién eres? –murmuró.Esas dos palabras fueron suficientes para sentir mis ilusiones morir otra vez, él se había olvidado por completo de mí. Abrí la boca pero mi voz tardó en manifestarse.-Alessia –dije-, o como tu me llamabas… Catira.Keller pestañeó varias veces y frunció el ceño como si yo fuera una estupida niña loca.-Alessia está m
Capitulo extraTres años despues.Nos habiamos casado en Las Vegas, yo siempre me pregunté cuan grande podía ser la influencia de Keller, pero al parecer como todo empresario del mercado negro, tenía enlaces en casi todo el mundo, y por ende, demasiada proteccion, los policias tambien trabajaban para él, y estaba segura que hasta parte del gobierno tambien estaba involucrado en esto, por lo que no harían nada para encerrarme otra vez, o eso esperaba.Siempre andabamos en movimiento, Keller me enseñó a usar un arma, y las tacticas más faciles de ataque, yo era su mano derecha, o por lo menos eso me decía él. Me preguntaba qué pensarian mis padres adoptivos respecto a esto, yo había practicamente hecho la antitesis de lo que ellos querían con mi vida, pero no me arrepentía de nada.-¿Y qué pasó con el 30%? –preguntó el sujeto en la mesa con el que la mafia Deluca te
Hoy era el cumpleaños de mi padre, así que me mandaron a comprarle un pastel, al menos había conseguido su favorito; uno de vainilla, ya la fiesta había iniciado, pero fue una fiesta demasiado improvisada, mi padre era el alto sacerdote de la iglesia de la ciudad por lo que todos querían estar cerca de él y de la nada todos comenzaron a aparecerse en la casa, no tuvimos más opción que comenzar a hacer bocadillos y comprar el pastel.Empujé la puerta de vidrio con mi cadera para poder salir a la calle, mis manos sostenían la gran caja con un pastel de vainilla.Solo esperaba que no se me cayera…A lo lejos podía ver una moto acercase, me daba tiempo cruzar la calle, o eso creía, porque no vi él desnivel que dividía la calle de la acera, mis pies
Capítulo 1No podía creer todo lo que había provocado la torpeza en mis pies, ahora me tendría que montar en una moto, con un desconocido para que me diera el pastel y evitarme la ira de mi mamá.Sí, definitivamente, haría de todo con tal de no ver la ira de mi madre.Me monté en la parte de atrás.-Yo debería llevar el pastel -sugerí-, ahí se te puede caer.-Entonces tendrás que sujetarla -dijo.¿Uh?Antes de que le refutara, él chico arranco y mis manos salieron voladas a agarrar la caja en sus piernas y pegándome a su espalda como una garrapata.Mi corazón latía demasiado rápido, nunca me había montado en una moto, ni nunca había estado tan cerca de un muchacho… principalmente porque en nuestra religión era muy mal visto.Definitivame
2Contaba los minutos para que la clase de sociales terminara, no me gustaba esa materia, apenas estaba iniciando el segundo año de castellano en la universidad central, mi horario era un completo caos, por lo menos hoy, tenía que quedarme hasta las dos de la tarde y luego tendría que ir al templo, yo usualmente era la que cantaba en todos los servicios.Cuando el profesor dijo que nos podíamos ir, fue como musica para mi oidos, sin embargo, solo teníamos una hora para almorzar antes de entrar a nuestra última clase. Tenía un pequeño grupo de amigos con los que me juntaba, no porque yo los hubiera elegido, sino porque solo nosotros habíamos perseverado en la carrera, apenas quedábamos veinte, y solo tres tenían exactamente el mismo horario que yo.Llegamos al comedor y tomamos asiento en el patio cerca del estacionamiento, Jenny hablaba de lo bien que lo
3Me fui a mi casa cuando pude serenarme de la impresión que me dejó Keller, me aliviaba que hubieran cancelado la clase de la tarde de esa forma podía descansar. Mi madre estaba en una reunión de mujeres del templo (se reunían a tomar el té en un hotel) y mi padre en el templo asesorando a todos los que necesitaban ayuda.Amaba tener la casa sola, con mis padres a veces sentía que ni siquiera podía respirar, ellos eran demasiado estrictos en cuanto a la disciplina.Subí rápidamente a mi habitación, lo primero que hice fue sacar mis audífonos de su caja, quedando todavía más impresionada de que fueran azules, ¿Cómo pudo saberlo?Sabia que algo raro estaba ocurriendo, pero también estaba ese lado que simplemente estaba feliz y agradecida sin nada de preguntas.Me tomé mi tiempo para bañarme y cambiarme a