Ya son las cinco de la tarde y aún estoy bebiendo con Camila prometí solo tres copas y ya llevamos como cien cada una, mi voz sale cortada y unos cuantos hipos se escapan de ella, la música es buena son nada más y nada menos que las Canciones de la cantante Espinosa Paz.Mi papá debe de estar botando chispas pero el sabor a licor invade mi mente tanto que no soy capaz de ponerme de pie.—Oye Thor ven y dame con tu martillo!—dice Camila su voz es suave está muy borracha.—Escúchalo Camí—pongo mi dedo en mi oído indicándole que escuche el tema de Espinoza, canto a todo pulmón dándome golpes de pecho y con botella en mano—¡Que te lo crea tu madreYo no te creo nada...Me estabas engañandoQuien sabe desde cuandoPero todo en la vida se paga¡Todo en la vida se paga!...Ambos gritamos.—¡Infiel!... Infiel!Mi teléfono suena y lo ignoro, hoy quiero seguir bebiendo hasta el amanecer mi garganta pide ayuda estoy afónica pero eso no me impide el dejar de cantar, mi amiga cada vez que viene Th
—Deja de decir tonterías, anoche bebí demás y un chico se me acercó cruzamos un par de palabras y de hay no recuerdo más nada.—En pocas palabras me estás diciendo que tuviste sexo del duro anoche.—No lo se amiga.—Mal por ti, sabes anoche Thor y yo lo hicimos, y si supieras la tiene tan grande como una anaconda—suelto la risa, y la miró con reproche.—Que envidia—ella me mira sonriendo, enserio que envidia anoche no sé ni con quién tuve sexo y lo peor es que no vi la cara del tipo.—Venga—me agarra la mejilla y la acaricia—no tengas envidia a veces pasa, bueno a mí me ha pasado eso, me acuesto con los tipos y al día siguiente cada quien toma su camino, y más nunca nos vemos y listo no pasa nada—sus palabras alientan mi tristeza, antes de que ella encienda su auto la detengo.—Espérame aquí—dejo los tacones dentro del auto y corro descalza hacia el hotel y me dirijo a la recepción.—¿Señorita que se le ofrece?—dice la recepcionista con una sonrisa en sus labios.—Hola nena, mira anoc
Voy al baño y me doy una pequeña ducha, luego corro al armario y tomo lo primero que vea, me pongo un jean negro con una camisa amarilla, me encanta el amarillo, y mis tenis favoritos color negro.Voy al espejo y acaricio mi cabello con el cepillo, me hago una coleta y la dejo secar al aire, no decido maquillarme, ya que papá me molesta mucho...Me aplico un poquito de perfume en las mañanas, no me gusta abusar de él, solo aplico poco, pero en las noches me hecho todo el tarro.Salgo de mi cuarto casi que corriendo con mi bolso en manola voz melodiosa de mamá llama mi atención cantando una canción turca, tocó su hombro dándole un susto.—Mi Reina, ¿Cómo te fue ayer con las chicas?—dice sacando unos cubiertos y los coloca en la mesa.—Bien, todo fue "maravilloso"—¿es enserio? acaso estoy mal de la cabeza ya hasta me he vuelto una perfecta mentirosa, mami perdóname.—Eso me alegra, aunque tayyar anda un poco molesto, me dijo que tú andas en malos pasos, pero ya sabes son celos de herma
—Amor quién es este tipo—su rostro luce conmocionado claro si Henry me está acariciando.El termina de entrar a la oficina y deja el helado en la mesa, y me mira extrañado.—Déjame explicarte—le digo tratando de calmar las aguas, pero pasa de que Henry retira sus manos de mi mejilla y aclara su voz.—No ha pasado nada, ella es una amiga que conozco desde la escuela, así que puedes estar tranquilo amigo.—Ah si, y dime entonces que carajos haces tocando a mi mujer—¿que? ¿mujer? acaso está loco soy su novia pero su mujer aún no, el rostro de Henry al escuchar esa frase luce sorprendido.—Amor cálmate-me levanto de la silla y voy hacia él pero él evade mi intención de calmar su enojo.—Déjame quieto estrella—lo abrazo y él me sigue sacando el cuerpo, mientras Henry solo nos ve con incomodidad.—Hermano te soy sincero ella es solo una amiga y es todo.—Es verdad amor, él y yo no somos nada—Omer sigue enojado como si no lo conociera.lo conozco como la palma de mi mano, está que mata y co
—Señorita estrella despierte, señorita, su padre la está llamando por teléfono...Despierto frotando mis ojos, debido al llamado de la secretaria, ella sostiene el teléfono y es mi padre.—Si, dime papá—digo con cansancio en mi voz.—Estrella muchas gracias hija bella, muchas gracias.—¿Te gusta papá?—Claro que me gustó, y me alegra tanto que el viaje sea mañana mismo.—Me imagino.—Bueno hija hablamos en casa.—Está bien padre, cuidado te va a dar un infarto de la alegría.—Más bien creo que sí.Mi padre cuelga el teléfono y yo recuerdo el sueño tan macabro que tuve con Omer, mi piel se eriza al recordar esa imagen tan espantosa, ¿violento el? al contrario él conmigo es muy delicado.Cuando Henry compró el auto se fue, yo le envié un mensaje a Camí y luego me quedé dormida aún tengo sueño anoche bebí demasiado.También Raúl me envió otro mensaje pero solo fue una pesadilla. gracias a diosMiro el reloj y son las siete de la noche, Omer no me ha enviado un mensaje, me imagino que aún
—Henry enserio no entiendo qué haces aquí—digo pensando que me va a explicar pero vuelve con lo mismo de su hermana.—Ya te dije, mi hermana vive aquí, y esa es toda la verdad—dicho esto abre la regadera dándome su espalda, el agua recorre por todo su hermoso cuerpo quitando toda su espuma, (ya quisiera ser como el agua, para tocar cada músculo del, que envidia).Es un descarado nada más mira como no tiene pudor, está desnudo frente a mi como si yo no existiera, estoy embobada viendo a Hércules bañándose, sus piernas bien entrenadas, sus abdominales bien marcados, no, no, esto es malo, sí sigo mirando mi pobre corazón va a colapsar, para ser más sensata el cuerpo de Henry es mil veces mejor que el de mi novio Omer.El pasa sus manos de manera lenta por sus brazos tocando sus tatuajes mientras frotaba sus brazos, que sexi se ve, enserio. ahora que lo veo desnudo notó que casi todo su cuerpo está tatuado... y ese dragón que tiene en su espalda lo hace ver como un chico malo, atrevido y
-¡No te demores, sabes que me gustan las palomitas calientes!-grita Camila casi que enredada, de seguro está comiendo palomitas.Tomó la pijama que está en el perchero y me la coloco rápidamente, veo a Henry que termina de apagar su, enserio es una cabeza rápida, noté que mientras me colocaba la pijama el no dejaba de mirarme y sus grandes ojos de búho analizaron cada parte de mi cuerpo desnudo, creo que nunca olvidaré este vergonzoso día.-Entonces no te vas a bañar, ¿si quieres te ayudó? cochina-Shhh, deja tus tonterías, ¿no ves que Camí está allá fuera?-susurro.-Y qué pasa con eso?-toma su toalla y la enrosca en su cintura, su miembro se resalta mucho a través de esa pobre toalla que pide a gritos ¡apártate de mi humano sexi!-¿Y qué? ¿acaso te imaginas lo que puede suceder si Camí se entera que tu-lo señalo-y yo, estamos aquí.-Yo no le veo nada de malo, además eres mujer y yo hombre.-Si, si otra vez con lo mismo, nunca has dejado de ser tan sínico -frunzo el ceño y le tuerzo l
—¿Qué diablos haces?—Me sacó de su agarre. Este canalla me ha lastimado, él se recuesta en la pared y suspira lentamente.—Te hice una maldita pregunta. ¿Por qué me mentiste?—el solo guarda silencio y me mira detenidamente, su rostro, sus labios, sus ojos, todo de él es mentira, ya no sé ni de quién me enamoré hace tres engañososaños.—Lo siento—es solo lo que dice y otra vez vuelve con su rostro sin expresión.—¿Dime quién eres realmente?—Cariño, en realidad me llamo Leonardo, bueno tengo mis razones por las cuales te mentí. Pero creo que jamás lo hice con la intención de causarte daño.—No creo ninguna de tus palabras, eres un mentiroso—me cruzó de brazos y miró hacia el cielo, las estrellas hoy brillan como nunca y el frío que parte aquí afuera es abrumador, de hecho el cielo está nublado, parece que hoy habrá lluvia.—Estrella, déjame explicarte—no lo miro, únicamente sigo viendo el cielo—princesa mírame—sigo ignorando su llamado—estrella, por favor, no seas caprichosa—no sé cu