—¿Qué diablos haces?—Me sacó de su agarre. Este canalla me ha lastimado, él se recuesta en la pared y suspira lentamente.—Te hice una maldita pregunta. ¿Por qué me mentiste?—el solo guarda silencio y me mira detenidamente, su rostro, sus labios, sus ojos, todo de él es mentira, ya no sé ni de quién me enamoré hace tres engañososaños.—Lo siento—es solo lo que dice y otra vez vuelve con su rostro sin expresión.—¿Dime quién eres realmente?—Cariño, en realidad me llamo Leonardo, bueno tengo mis razones por las cuales te mentí. Pero creo que jamás lo hice con la intención de causarte daño.—No creo ninguna de tus palabras, eres un mentiroso—me cruzó de brazos y miró hacia el cielo, las estrellas hoy brillan como nunca y el frío que parte aquí afuera es abrumador, de hecho el cielo está nublado, parece que hoy habrá lluvia.—Estrella, déjame explicarte—no lo miro, únicamente sigo viendo el cielo—princesa mírame—sigo ignorando su llamado—estrella, por favor, no seas caprichosa—no sé cu
—Camí, creo que aún no me entiendes.—Amiga claro que te entiendo, es solo que me da impresión, ya sabes leo ha sido todo este tiempo el tal Henry, lo que me causa rabia y risa a la vez, es que es nada más y nada menos que el imbécil de mi hermano, jaja vaya que el mundo es pequeño.—Pienso igual.—¿Y dime cómo va tu relación con Omer?—Él no me ha llamado, tu hermano fue a la tienda de papá, y como te conté, Omer lo vio acariciando mi mejilla, y mejor dicho fue un caos.—Me imagino el rostro del pobre Omer—ella se echa a reír a todo pulmón, aunque me diga que le cae bien Omer, ella sabe que en el fondo le cae realmente mal, porque no se...ella tendrá sus motivos— ya dejemos a ese par de bobos a un lado y veamos la peli ¿Qué dices?—Está bien, pero ¿y las palomitas?—ella se echa a reír y mira al piso donde están cientos de palomitas tiradas por toda la sala.—No te preocupes haré más, tu ayúdame a recoger este desastre, aunque quien debería hacerlo es el estúpido que está encerrado en
Paso mi mano por su mejilla.—Leo por favor, cuánto lo siento pero ya es tarde como para que me digas estas cosas—él se tumba encima de mí, dejando todo su enorme peso encima de mi diminuto cuerpo.Procede de forma ligera atacando velozmente mis labios, hasta besarme.Por un instante quería apartarlo pero mis manos se volvieron piedras pesadas ya que la sensación de este beso, fue algo familiar, mágico y delicioso por ello lo deje.Cierro mis ojos dejándome llevar por su pasión, y dejando que mi pobre corazón se sacie de esos besos que tanto extrañe, su cómoda cama hace que mi cuerpo se hunda por completo dentro de esta.Las sábanas están heladas pero el calor que brota del cuerpo de él, hace que me olvidé de eso, paso mis manos por su cuello y le sigo el beso, el muerde, aprieta y estruja mis labios con tanto deseo que hace que mi cuerpo tiembla como gelatina.—No temas, hermosa—susurra sobre mis labios para otra vez besarme, sus lacios y delgados labios hacen olas de calor sobre los
—A si es, el plan de nosotros era atrapar a Carlos con vida ya que el tiene una red de bandas que se encargan de mentir y traficar mujeres, mi trabajo allí era sacar toda la información posible para dar con estos, pero lamentablemente tu padre fue impulsivo y armó un caos y tiró todo el plan a la mierda.—¿Entonces papá sabía sobre dicho plan?-¡No! él no sabía nada, él solo fue con sus escoltas y armó la de Troya. yo estaba solo en el club eso sí, ya estaba un poquito de acabar con mi misión en ese club pero tú padre arruinó todo, Carlos no es el único que trafica mujeres hay otros mas y solo Carlos los conoce por ello tenía que ser la mano derecha de él ganarme su confianza...para acabar con toda la red.—Osea que hay más personas allá fuera engañando chicas.—Exacto, y ahora que Carlos sigue con vida más aún.—tengo que decirle a Leo que papá fue quien asesinó a Carlos y de los otros me encargue yo, pero eso me puede causar mi propia sentencia tras las rejas.—¿Leo cuánto me quieres
—¿Y qué clase de invitación?—Lo suficientemente buena como para ser verdad.—Mira si no me dices de que se trata olvídate que iré.—Esta bien, yo solo cumplo con enviártela, allá tú si vas o no—me da la espalda para otra vez caminar y agarrar su café.—Yo me tengo que ir—él aclara su garganta y me mira con enojo.—¿Qué tú qué? disculpa me puedes repetir.—¡Me voy!—me dirijo hacia el cuarto y me colocó lo primero que veo del closet de mi amiga,no me puse lo de anoche, no me gusta repetir ropa...me puse un shorts negro, con una camisa roja que me llega por encima del ombligo y mis tenis.El cabello me lo dejo suelto, apenas llegué a casa me tengo que dar una enorme ducha, apesto a rata.Salgo apresurada del cuarto, voy directo a tomar la manija para salir cuando escucho su silbido, ese que tanto perturbó mis días, meses y años.Detengo mis pasos abruptamente y volteo por encima de mi hombro, está Leo parado apoyado del comedor.—¿Acaso no te dije que mi hermana no tardaría?—Lo sé, pe
Concéntrate estrella es cuestión de meter tu mano muy rápido y sacar la llave, tengo una idea y espero, no me salga el tiro por la culata.—Si no quitas tu mano no podré sacar la llave—digo con voz coqueta para tratar de convencerlo sus ojos se pusieron como los de un japonés chiquitos pero llenos de lujuria. este plan tiene que funcionar.—Si sigues hablándome de esa manera tan sensual juro que te daré un pequeño castigo—ya sé qué clase de castigo me dará, no uno con lesiones corporales si no un castigo sexual.—Ah, si ¿y como cual?—sigo poniendo mi voz cada vez más y más coqueta, él se echa a reír y va quitando su mano de apoco, ¡bingo! tal y como lo imaginé la ha quitado, cuando pensaba que todo estaba ganado de mi parte él aprieta mi mentón con su mano.—Sé que finges pero sabes algo no me molesta, porque sé que por dentro te mueres de las ganas de volver a repetir lo de anoche—yo suelto una sonrisa sarcástica y arqueo una ceja.—No estaría mal volverlo a repetir—digo mirando sus
–Sabes qué hubiera pasado si papá hubiera venido en mi lugar.–Me hubiera pegado una cachetada y desactivar la tarjeta que él me regaló para mis gastos personales.–Buenos mal ya lo tienes claro, por esta vez te la dejaré pasar, pero apenas se vayan papá y mamá de viaje, vas hacerme caso, ¿me oíste bien?–asiento recogiendo mi cabello con una cinta violeta que estaba en el auto, lo miro extrañada y él me mira con el rabillo del ojo.–¿Qué mierda me ves conejo?–¿La cinta que me acabo de poner pertenece a alguien?, y no me digas que es de Murha porque tú y ella ya se dejaron hace rato.–Eres una chismosa, hazme el favor y quítate esa maldita cinta de tu cabello–ordena elevando su voz dentro del auto, este hombre es muy gritón ya me tiene mamada con sus altanerías.–Toma tu porquería–de un jalón retiró la cinta de mi cabello y se la tiró en la cara, wow que he hecho, ahora sí lo que faltaba, está fue la gota que derramó la copa, el detiene el auto de un frenon, y yo me golpeó el brazo, e
lo haré y punto–lo miro a la cara con una gran tristeza en mi rostro y le digo–¿no creés que te estás pasando conmigo?–No estoy de acuerdo contigo.sabes Estrella lo que me da irá de ti, ¿lo quieres saber?–asiento mirando sus manos las cuales están enroscadas–que aún sabiendo que se lo que ese chico te hizo me veas la cara de marica.–Hermano lo siento muchos se que tratas de protegerme pero...ya soy grande, no soy un bebé.–Pues pareces, acaso se te olvidó ese día en que fuiste secuestrada? no sabes cuántas lágrimas vote por ti, hermanita, yo te quiero mucho, y tengo miedo de que alguien quiera aprovecharse de ti, y te haga sufrir más de lo que ya has sufrido–su mirada es tan angelical y sincera que mis lágrimas atacan en salir.–H-hermano...te quiero mucho–mis lágrimas empiezan a salir como río desbordado y él las seca con su dedo, menos mal ya está calmado.–Puedes llorar todo lo que quieras pero aún no he olvidado lo de los chupones–siento un golpe en mi cabeza, me ha pegado un