Voy al baño y me doy una pequeña ducha, luego corro al armario y tomo lo primero que vea, me pongo un jean negro con una camisa amarilla, me encanta el amarillo, y mis tenis favoritos color negro.Voy al espejo y acaricio mi cabello con el cepillo, me hago una coleta y la dejo secar al aire, no decido maquillarme, ya que papá me molesta mucho...Me aplico un poquito de perfume en las mañanas, no me gusta abusar de él, solo aplico poco, pero en las noches me hecho todo el tarro.Salgo de mi cuarto casi que corriendo con mi bolso en manola voz melodiosa de mamá llama mi atención cantando una canción turca, tocó su hombro dándole un susto.—Mi Reina, ¿Cómo te fue ayer con las chicas?—dice sacando unos cubiertos y los coloca en la mesa.—Bien, todo fue "maravilloso"—¿es enserio? acaso estoy mal de la cabeza ya hasta me he vuelto una perfecta mentirosa, mami perdóname.—Eso me alegra, aunque tayyar anda un poco molesto, me dijo que tú andas en malos pasos, pero ya sabes son celos de herma
—Amor quién es este tipo—su rostro luce conmocionado claro si Henry me está acariciando.El termina de entrar a la oficina y deja el helado en la mesa, y me mira extrañado.—Déjame explicarte—le digo tratando de calmar las aguas, pero pasa de que Henry retira sus manos de mi mejilla y aclara su voz.—No ha pasado nada, ella es una amiga que conozco desde la escuela, así que puedes estar tranquilo amigo.—Ah si, y dime entonces que carajos haces tocando a mi mujer—¿que? ¿mujer? acaso está loco soy su novia pero su mujer aún no, el rostro de Henry al escuchar esa frase luce sorprendido.—Amor cálmate-me levanto de la silla y voy hacia él pero él evade mi intención de calmar su enojo.—Déjame quieto estrella—lo abrazo y él me sigue sacando el cuerpo, mientras Henry solo nos ve con incomodidad.—Hermano te soy sincero ella es solo una amiga y es todo.—Es verdad amor, él y yo no somos nada—Omer sigue enojado como si no lo conociera.lo conozco como la palma de mi mano, está que mata y co
—Señorita estrella despierte, señorita, su padre la está llamando por teléfono...Despierto frotando mis ojos, debido al llamado de la secretaria, ella sostiene el teléfono y es mi padre.—Si, dime papá—digo con cansancio en mi voz.—Estrella muchas gracias hija bella, muchas gracias.—¿Te gusta papá?—Claro que me gustó, y me alegra tanto que el viaje sea mañana mismo.—Me imagino.—Bueno hija hablamos en casa.—Está bien padre, cuidado te va a dar un infarto de la alegría.—Más bien creo que sí.Mi padre cuelga el teléfono y yo recuerdo el sueño tan macabro que tuve con Omer, mi piel se eriza al recordar esa imagen tan espantosa, ¿violento el? al contrario él conmigo es muy delicado.Cuando Henry compró el auto se fue, yo le envié un mensaje a Camí y luego me quedé dormida aún tengo sueño anoche bebí demasiado.También Raúl me envió otro mensaje pero solo fue una pesadilla. gracias a diosMiro el reloj y son las siete de la noche, Omer no me ha enviado un mensaje, me imagino que aún
—Henry enserio no entiendo qué haces aquí—digo pensando que me va a explicar pero vuelve con lo mismo de su hermana.—Ya te dije, mi hermana vive aquí, y esa es toda la verdad—dicho esto abre la regadera dándome su espalda, el agua recorre por todo su hermoso cuerpo quitando toda su espuma, (ya quisiera ser como el agua, para tocar cada músculo del, que envidia).Es un descarado nada más mira como no tiene pudor, está desnudo frente a mi como si yo no existiera, estoy embobada viendo a Hércules bañándose, sus piernas bien entrenadas, sus abdominales bien marcados, no, no, esto es malo, sí sigo mirando mi pobre corazón va a colapsar, para ser más sensata el cuerpo de Henry es mil veces mejor que el de mi novio Omer.El pasa sus manos de manera lenta por sus brazos tocando sus tatuajes mientras frotaba sus brazos, que sexi se ve, enserio. ahora que lo veo desnudo notó que casi todo su cuerpo está tatuado... y ese dragón que tiene en su espalda lo hace ver como un chico malo, atrevido y
-¡No te demores, sabes que me gustan las palomitas calientes!-grita Camila casi que enredada, de seguro está comiendo palomitas.Tomó la pijama que está en el perchero y me la coloco rápidamente, veo a Henry que termina de apagar su, enserio es una cabeza rápida, noté que mientras me colocaba la pijama el no dejaba de mirarme y sus grandes ojos de búho analizaron cada parte de mi cuerpo desnudo, creo que nunca olvidaré este vergonzoso día.-Entonces no te vas a bañar, ¿si quieres te ayudó? cochina-Shhh, deja tus tonterías, ¿no ves que Camí está allá fuera?-susurro.-Y qué pasa con eso?-toma su toalla y la enrosca en su cintura, su miembro se resalta mucho a través de esa pobre toalla que pide a gritos ¡apártate de mi humano sexi!-¿Y qué? ¿acaso te imaginas lo que puede suceder si Camí se entera que tu-lo señalo-y yo, estamos aquí.-Yo no le veo nada de malo, además eres mujer y yo hombre.-Si, si otra vez con lo mismo, nunca has dejado de ser tan sínico -frunzo el ceño y le tuerzo l
—¿Qué diablos haces?—Me sacó de su agarre. Este canalla me ha lastimado, él se recuesta en la pared y suspira lentamente.—Te hice una maldita pregunta. ¿Por qué me mentiste?—el solo guarda silencio y me mira detenidamente, su rostro, sus labios, sus ojos, todo de él es mentira, ya no sé ni de quién me enamoré hace tres engañososaños.—Lo siento—es solo lo que dice y otra vez vuelve con su rostro sin expresión.—¿Dime quién eres realmente?—Cariño, en realidad me llamo Leonardo, bueno tengo mis razones por las cuales te mentí. Pero creo que jamás lo hice con la intención de causarte daño.—No creo ninguna de tus palabras, eres un mentiroso—me cruzó de brazos y miró hacia el cielo, las estrellas hoy brillan como nunca y el frío que parte aquí afuera es abrumador, de hecho el cielo está nublado, parece que hoy habrá lluvia.—Estrella, déjame explicarte—no lo miro, únicamente sigo viendo el cielo—princesa mírame—sigo ignorando su llamado—estrella, por favor, no seas caprichosa—no sé cu
—Camí, creo que aún no me entiendes.—Amiga claro que te entiendo, es solo que me da impresión, ya sabes leo ha sido todo este tiempo el tal Henry, lo que me causa rabia y risa a la vez, es que es nada más y nada menos que el imbécil de mi hermano, jaja vaya que el mundo es pequeño.—Pienso igual.—¿Y dime cómo va tu relación con Omer?—Él no me ha llamado, tu hermano fue a la tienda de papá, y como te conté, Omer lo vio acariciando mi mejilla, y mejor dicho fue un caos.—Me imagino el rostro del pobre Omer—ella se echa a reír a todo pulmón, aunque me diga que le cae bien Omer, ella sabe que en el fondo le cae realmente mal, porque no se...ella tendrá sus motivos— ya dejemos a ese par de bobos a un lado y veamos la peli ¿Qué dices?—Está bien, pero ¿y las palomitas?—ella se echa a reír y mira al piso donde están cientos de palomitas tiradas por toda la sala.—No te preocupes haré más, tu ayúdame a recoger este desastre, aunque quien debería hacerlo es el estúpido que está encerrado en
Paso mi mano por su mejilla.—Leo por favor, cuánto lo siento pero ya es tarde como para que me digas estas cosas—él se tumba encima de mí, dejando todo su enorme peso encima de mi diminuto cuerpo.Procede de forma ligera atacando velozmente mis labios, hasta besarme.Por un instante quería apartarlo pero mis manos se volvieron piedras pesadas ya que la sensación de este beso, fue algo familiar, mágico y delicioso por ello lo deje.Cierro mis ojos dejándome llevar por su pasión, y dejando que mi pobre corazón se sacie de esos besos que tanto extrañe, su cómoda cama hace que mi cuerpo se hunda por completo dentro de esta.Las sábanas están heladas pero el calor que brota del cuerpo de él, hace que me olvidé de eso, paso mis manos por su cuello y le sigo el beso, el muerde, aprieta y estruja mis labios con tanto deseo que hace que mi cuerpo tiembla como gelatina.—No temas, hermosa—susurra sobre mis labios para otra vez besarme, sus lacios y delgados labios hacen olas de calor sobre los