Catalina Abrego

Conforme avanza nuestra noche su mirada penetrante se mantiene vigilante de cada una de mis acciones, entre un trago y otro, poco a poco siento que mi mente comienza a nublarse, es una sensación extraña que jamás había experimentado en mis veintiséis años de vida.

Todo lo contrario de ellos que permanecían frescos como una lechuga eso incluía a mi querida amiga Georgina que podía ponerse a la par de cualquier bebedor hombre sin mucho esfuerzo.

Su profunda mirada gris me tenía atrapada, estaba enfocado en mi dirección todo el tiempo, ¿quizás ese era el motivo porque estaba consumiendo más licor del que realmente puedo tolerar?, era como si cada fibra de mi cuerpo respondiera a todos y cada uno de sus gestos, sentía mucho calor esparciéndose por mis venas. De seguir de esta manera terminaría incinerándome aquí mismo.

Quería concentrarme en otra cosa menos en su intensa mirada, pero estaba resultando muy difícil me atraía incluso su forma de respirar que sucedía conmigo.

Ya no resistía más este intercambio silencioso, quería escapar solo un breve momento por lo que me levante de la mesa para dirigirme al área de sanitarios del lugar necesitaba refrescar mi mente un poco así como bajar un poco el calor que comenzaba a hacerse dueño de mi cuerpo.

-Voy al baño regreso pronto –comento cerca del oído de Georgina

Ella está a punto de seguirme cuando la contengo con mi mano en su hombro para que permanezca en su puesto, solo voy a refrescarme un poco no es necesario que me acompañe.

-Segura Caty –Yo, asiento ligeramente para que entienda esto puedo hacerlo por mi cuenta.

No, muy convencida finalmente cede permaneciendo junto a los chicos que continúan conversando amenamente contando historias de lo más graciosas.

Pero entre ellos hay una mirada que aun continúa sobre mí sin perder el contacto con lo que hago a continuación, me dirijo en dirección a mi objetivo poner un poco de distancia para despabilarme un poco lejos de la concurrida mesa. Una vez dentro del área de aseo busco de inmediato el lavamanos roció un poco de agua fresca en mi rostro, mientras observo con cuidado mi rostro reflejado en el espejo que en este momento tiene un ligero rubor que me imagino es resultado de todo el alcohol en mi sistema.

Tomo un poco de papel toalla para limpiar mi rostro comienzo a sentirme un poco mejor pero aun esta la sensación inquieta en mi cuerpo.

Arrojo dentro del basurero el papel toalla usado para disponerme a salir del baño, así unirme a mi pequeño grupo en la mesa. En el momento que salgo al pasillo fuera a un lado de la puerta está apoyado sobre la pared un alto cuerpo que pertenece a nada más y menos al hombre que me ha tenido nerviosa prácticamente toda la noche.

-¿Qué haces aquí es el área de chicas? –pregunto sin evitar contener que tiemble un poco mi voz.

Su mirada se enfoca en mí sin responder a mi pregunta, separándose de la pared se pone frente a mi acorralándome contra la misma, colocando sus brazos a ambos lados de mi cuerpo. Llevando sus labios a pocos centímetros de mi oreja murmura.

-No, pensaste que realmente te dejaría ir sola al baño verdad, después de todo lo que paso hace un rato no me siento seguro dejándote lejos de mi vista.

Trago con dificultad un poco de saliva por mi garganta como respuesta a su declaración ¡Santo cielo!

-Muchas gracias….

Digo conteniendo un poco mi respiración su cercanía está haciendo estragos en mi cordura. ¡Aquí hay una chica que está teniendo dificultad para pensar bien!

-¿Dime Catalina te pongo nerviosa? –pregunta mientras su aliento con una ligera mezcla de menta y licor se expande por la piel de mi mejilla.

-Yo, no estoy segura…ah, que te refieres –digo, completamente nerviosa no me puedo concentrar teniéndolo tan cerca.

-Noto como responde cada fibra de tu cuerpo a mi voz nena eso no se puede negar –dice, con una pequeña sonrisa que percibo sobre mi piel –Así, que puedes dejar de engañarte a ti misma.

Esto es real en que momento todo cambio a esto…… todas las alertas están en mi cabeza pero me siento muy lenta para reaccionar ante sus palabras.

Sus labios ya dejaron de estar a centímetros de mi rostro, ahora siento su ligero roce sobre mi mejilla realmente estoy permitiendo que esto esté pasando.

-Catalina, eres una m*****a tentación –Murmura antes de tomar mis labios con los suyos.

Me desconozco completamente en este momento mis labios no se resisten por lo que comienzo a corresponder a su suave beso, su lengua se abre paso dentro de mi boca para iniciar una de las más dulces luchas. Solo por hoy me dejare llevar por el momento me digo internamente.

Demian Stuart

Sus suaves labios son tan dulces de ellos se deprenden pequeños gemidos que son música para mis oídos, esta mujer me va enloquecer continuo presionándola contra la pared, me agrada la sensación de sus suaves curvas bajo mis manos. Ella contiene su respiración ante mi forma de acariciar su piel expuesta.

Como responde su cuerpo a mis caricias es malditamente bueno, es tan sensible ¿Qué me pregunto si ya debe estar húmeda entre sus piernas?

Pero este no es el lugar para comprobarlo necesito tenerla en un lugar más privado donde pueda devorar cada centímetro de su piel con mi boca.

-Catalina me gustas mucho mujer. Pero no voy a tomarte aquí en este momento – digo mientras me separo de ella con un esfuerzo, mi respiración esta agitada con solo unos minutos de tenerla entre mis brazos. Con un último beso en sus labios la tomo de su pequeña mano para guiarla de nuevo donde se encuentran los demás, aunque deseo follarla en este preciso momento es mejor que sea paciente.

¡Hoy ella estará en mi cama!, pero mi plan no solo implica poseer su cuerpo por esta noche sino por un poco más de ese tiempo, no la veo como una distracción de una noche todo lo contrario. Ella se convertirá en mi mujer a partir de este día.

Por lo que ya tengo todo planeado considerando que estamos en las Vegas, donde la mayoría de tus sueños más intensos pueden hacerse realidad pienso cumplir uno de los míos que se instaló en mi mente en el momento que estuvo bajo mi mirada.

A partir de este momento ella me pertenece no tiene más opciones que aceptarlo como tal.

Continúo mi camino hasta donde se encuentran los demás esperando por nosotros al llegar Gregory me dirige una mirada cuidadosa sabe que tramo algo mi amigo esta en lo cierto.

No, pensaba dejar pasar la oportunidad de poseer a esta mujer con una diferencia que sorprendería a todos mis amigos.

Coloque a Catalina junto a su amiga mientras me colocaba al lado de Henry para murmurar cerca de su oído para que solo el pudiera escuchar así no alertar a las chicas.

-Necesito un favor Henry utiliza tus contactos aquí en las Vegas para que preparen un juez de paz en alguna de las capillas –Mi amigo me dirige una mirada interrogante –Voy a casarme con Catalina esta noche.

De inmediato su rostro se torna rojo por contener el líquido que estaba bebiendo que quiere escupir por la impresión.

-Oye, Demian te volviste loco, entiendo que puede deberse a su gran parecido con Carlota pero eres conciente que no es ella cierto. ¿Cómo que quieres casarte con ella en este momento? Y ella está de acuerdo.

Solo guardo silencio ante su pregunta confirmando su conjetura, pronto Henry comienza a negar con su cabeza.

-Estás loco, ¿Cómo se supone que vas a casarte con ella? Sin que ella se niegue, espera no piensas obligarla cierto…Demian hermano eso no está bien, ¿Por qué no simplemente la tratas poco a poco?, ¿Por qué debes casarte con ella?

-No, logras entenderlo Henry ella es idéntica a Carlota no voy a perder la oportunidad de atarla.

-Sí, estás loco hermano –me mira como si realmente hubiera perdido mi m*****a cabeza.

-Tu, solo has lo que digo yo me encargo de lo demás Henry –Encogiéndose de hombros finalmente se resigna a llevar acabo lo que estos pidiendo.

-Es tu vida Demian luego no me culpes cuando esa mujer te demande –guarda un breve silencio para luego agregar –De acuerdo, arreglo todo de inmediato, enviare un mensaje cuando ya esté todo listo.

Con esas últimas palabras se pone de pie para retirarse para cumplir con mi solicitud esta noche Catalina se convertirá en la señora Stuart sin estar enterada. Vuelvo mi mirada en su dirección con una sonrisa en mis labios solo unas tragos más estará lista.