Demian Stuart Ver como mi esposa entra en una pelea con Helen me hiela la sangre, esa mujer tiene un arma con la que fácilmente puede terminar con su vida. Sin embargo Catalina, no teme por ningún minuto enfrentarla. Ellas, no se tienen ninguna consideración mientras están concentradas en su pelea de quien dominará a la otra. De seguir de esta manera mi esposa, puede resultar herida. Cuando estoy por intervenir ambas caen al suelo entre una maraña de golpes y gritos. Helen, golpea a mi mujer en el rostro con intensión de aturdirla, pero Catalina, no es fácil de contener de esa manera, por lo que corresponde dándole un puñetazo en el rostro. ¡Desde cuando mi esposa pelea de esa manera!, esta es una versión diferente de mi mujer eso definitivamente Eliza, debió instruirla. Pero eso no evita que mis nervios me traicionen no quiero que resulte herida por tratar de ser mi salvadora. -Catalina, mi amor cuidado -Digo, cuando veo que Helen logra adueñarse nuevamente del arma, apuntando h
Catalina Abrego de Stuart Espero llegue el dolor físico que se corresponde al sonido de un nuevo disparo. Sin embargo jamás llega mientras cobijo con mi cuerpo a Demian, para evitar que vuelva a ser lastimado. Quizás mi cerebro se desconectó de mi cuerpo para no sentir más dolor, no entiendo que pasa la espera se hace eterna. Imágenes se suceden en cámara lenta en mi mente el sonido de un disparo, mientras terror se apodera de mi interior, cuando veo a mi esposo caer al suelo. Esta es una pesadilla de la cual no puedo despertar ¡No puedo perder a mi amor! ¡No puedo perder mi corazón! Lo único que me importa en este momento es mantener a mi esposo entre mis brazos y que se quede conmigo, ninguna otra cosa me interesa. Quiero pensar que si mantengo mis manos sobre su cuerpo permanecerá a mi lado. Después de unos segundos aterradores es cuando escucho que alguien me está hablando con tono ansioso, muy cerca de mi oído. -Catalina, estás herida, responde por favor me estás asustando.
Catalina Abrego de Stuart Mi cuerpo es golpeado por una sensación de miedo, que se esparce por cada célula, hasta apretar con su puño mi corazón comienzo a luchar por mantener el compás de mi respiración, con un gran esfuerzo, ver ¡Su rostro me asusta! Y no mejora cuando, llega deteniendo sus pasos lentamente ante nosotras. -Gregory, dime qué mi hijo… Doña Marta se pone de pie inmediatamente para interrogar al hombre que viste de celeste, es un momento tan difícil por qué en serio, no quiero escuchar que perdí a mi esposo de esa boca. -Anda muchacho, ¿Cómo está mi hijo? – Pregunta mi suegro. Finalmente nos encontramos rodeados por todos en la sala, que poco a poco se acercan, esperando una respuesta. Que tarda demasiado en llegar. Después de unos minutos aterradores Gregory se aclara la garganta, luego retira sus lentes para luego sostenerlos en su puño. Mirando directamente a mis ojos. -Demian, supero la cirugía con éxito -Guarda silencio, mientras mi corazón se invade de alegr
Catalina Abrego de Stuart -¡Catalina… Catali..! –Demian, lucha por pronunciar mi nombre una y otra vez. Doy unos cuantos pasos a su lado, con lágrimas en mis ojos, y el deseo desesperado de tomarlo entre mis brazos. Pero mi intención se queda en eso, cuando Gregory me pide con su mirada que aguarde un poco. Lo que provoca en mi marido una lucha por saber de mí, sin más remedio finalmente me permiten acercarme a Demian. Tomo su mano apretando ligeramente con miedo de lastimarlo al mismo tiempo tratando de ponerme en una posición que su mirada coincida con la mía. -Mi amor tranquilo aquí estoy –Beso el dorso de su mano –No, voy a ningún lado, solo ten paciencia ellos deben comprobar que todo va bien contigo bebé. Demian, trata de asentir con un gran esfuerzo. Poco a poco su respiración como sus signos vitales va retomando su normalidad, luego de un tiempo. Después que Gregory se cerciorarse que todo estaba en orden con mi marido, nos conceden un momento a solas. -Demian, no luches
Demian StuartTener a mi mujer entre mis brazos después de meses es lo que más deseaba, pero cada vez que trataba de iniciar algo con ella, Catalina ni se enteraba. Todos estos días se pasó actuando como si fuera mi madre en lugar de mi esposa.Por un momento llegue a pensar que mi apariencia actual había dejado de ser atractiva para ella, que no era capaz de seducirla con mi cuerpo desnudo. Pero después de pensarlo mucho, entendí que tenía miedo de lastimarme por eso mi plan de una noche para nosotros entro en marcha. Para dedicarnos uno al otro, borrando de su cabeza todos esos temores que la lastiman.-Catalina, concéntrate en disfrutar mis manos sobre tú piel, deja de pensar que puedo sufrir un daño. Ya pasaron meses mi amor sin tocarte, tienes una idea, cuanta tortura representa para mí tenerte tan cerca y que me trates como a tú hijo. No estoy muerto mujer te deseo igual que el primer dia ¡Oh más de lo que crees! Confía en mí cuando te digo que esto no me dañara ahora.Asiente n
Demian Stuart -Demian, solo tú eres capaz de casarte por tercera ocasión con la misma mujer –Murmura mi hermano Dixon con tono burlón –Lo único bueno de esa vez es que no recurriste a artimañas para adueñarte de ella. Mi hermano a veces era un idiota con sus comentarios pero hoy nada arruinaría mi felicidad. Sonrió como un tonto arreglando mi corbata alrededor de mi cuello, sé que para muchos casarme nuevamente con Catalina, es parte de mi necesidad de atarla aún más a mí. Lo que ellos no entienden es que mi intención esta vez es crear recuerdos que compartamos al llegar a viejos. -Supongo que es una manera de atarla un poquito más a ti hermano. Pero realmente no creo necesario eso ya que Catalina, te ama. Se quedara contigo de cualquier manera –Argumenta Gregory tranquilamente. Asiento encantado con sus afirmaciones porque estoy seguro que ella seguirá siendo mi mujer siempre. -Me pregunto si alguna vez ella tuvo una oportunidad de negarse con el gen controlador y dominante que
Catalina Abrego de Stuart Años después… El tiempo transcurre como si nada, parece mentira que ahora sea la orgullosa madre de dos pequeños, bueno ante mis ojos siempre los veré como mis niños. A pesar que hace mucho dejaron de ser unos niños. Junto a mi esposo hemos sido muy felices con nuestro hogar ¿Quién se hubiera imaginado que al convertirme en la señor Stuart todo cambiaria en mi vida? Ahora soy la orgullosa madre de dos adolescentes ¡Que rápido crecieron mis pequeños! Me concentro en mis notas de un nuevo caso para mi próxima consulta, acomodando mis lentes sobre el puente de mi nariz. Aún continúo con mi consultorio incluso con la necedad de mi esposo que deje de trabajar. No soy el tipo de mujer que se queda en casa. Muy a su pesar ya que mi marido todavía no termina de entender con quién se casó. -Mamá puedo hablar contigo un momento -Observo el rostro de Denn que se mantiene serio al entrar en mi consultorio. -¿Qué sucede amor porque esa carita? -No, es normal que mi
Y llego el gran día, mis nervios estaban a flor de piel, este era el día que me convertiría en la señora Williams, después de tres años de noviazgo finalmente nos uniríamos en matrimonio. Observo mi silueta reflejada en el espejo mientras mi madre termina con los últimos detalles de mi velo, mis primas y mi mejor amiga todas con los vestidos que elegí especialmente para ellas se encuentran eufóricas a mí alrededor. -Esta hermosa Catalina ese hombre, quien será tu esposo se volverá loco cuando te vea. Todas sonreímos como tontas ante las palabras de Karla haciendo referencia no a mi vestido de novia, sino al conjunto de lencería que llevo puesta bajo mi atuendo. Para esa noche especial que tendremos en nuestra luna de miel que ha sido un regalo de mis padres. Disfrutando de nuestros momentos previos a mi boda, todas se carcajean a todo pulmón rememorando recuerdos de cómo nos conocimos con Cristian años atrás, en ese entonces yo era una novata de la facultad de psicología, mientras