Catalina Abrego Salgo de la ducha envolviendo mi cuerpo con una toalla dejando caer mi cabello húmedo sobre mis hombros camino en dirección a mi cama para aplicar crema humectante sobre mi piel antes de dormir un poco ya que me siento agotada de todas las emociones recientes. Tomando un pequeño frasco de mi marca favorita comienzo aplicando una cantidad generosa de crema sobre cada centímetro de mi piel iniciando por mi cuello para continuar por el resto de mi cuerpo, me entretengo sobre mis muslos cuando concentro mi mirada sobre mi dedo anular una banda de oro con una brillante roca rosa llama mi atencion. ¿Cómo llego ese anillo a mi dedo?, me pregunto confundida no recuerdo que Cristian lograra colocar su anillo en mi dedo ya que la ceremonia fue interrumpida con su llegada…. Cierro mis ojos conteniendo una nueva ola de lágrimas. Elevo mi mano para estudiar ese anillo en mi dedo trato de hacer memoria, no recuerdo traerlo conmigo así que de donde salió entre cerrando mis ojos an
Demian Stuart -Cuál es la excusa para tu incompetencia en esta ocasión –con mis puños dentro de mis bolsillos vuelvo mi rostro en dirección de Alejandro, quien aunque trata de disimular sé que está nervioso. -Señor Stuart aún no se tienen noticias de su esposa, pero estamos utilizando todos los recursos disponibles, mientras que los señores Henry y Gregory están haciéndose cargo. -Debo estar complacido con sus esfuerzos, que no rinden resultados –digo apretando mis dientes hasta que mi mandíbula duele – ¿Esta mi esposa aquí?…. Acaso no fui suficientemente claro, cuando dije que no quería excusas. Noto como su manzana de adán se mueve de arriba para abajo, cuando traga con dificultad como respuesta a mis palabras. -Yo…… - ¿Quiero resultados Alejandro sino prefiero no ver tu rostro?, espero que entiendas eso ahora márchate que me molesta verte – Con su rostro completamente pálido sale de mi oficina, algo que siempre he odiado es la incompetencia de mis subordinados. En especial
Demian Stuart -Demian no fuimos muy útiles amigo de verdad lamentamos quedarte mal, pero te juro que buscamos por cada rincón en las Vegas, pero ella definitivamente ya no estaba ahí. Es como si la tierra se tragara su rastro. Comenta Henry con frustración. Comparto con él esa emoción, pero a niveles más elevados que oprimen mi pecho ¿Cómo una persona puede desaparecer en la nada? -Y sus datos de identificacion son reales, ¿Por qué todavía no los utilizan?, entonces por ahí daremos con Catalina –digo entre dientes asiendo notorio para mis amigos que estoy más allá de molesto y desesperado, porque no sé nada de mi esposa desde esa noche. -Piensas que no mintió con sus información personal, en ese caso iré al registro de personas solicitare información utilizando mi cargo, pero me deberás muchos favores que pienso cobrar hermano. Henry sonríe con malicia ya me imagino, cuál será el tipo de favor que quiere, con tal de encontrar a mi mujer no me importa ese pequeña recompensa. -Co
Catalina Abrego¿Cómo en uno de mis episodios, en una de mis novelas románticas latinas favoritos, que tanto me gustaba ver?, gracias a la influencia de mi Nana, ahora era yo la inocente protagonista, en medio de un gran maremoto que se avecinaba.¡Geo donde estas para sacarme de aquí?, pero mi impuntual amiga ni sus luces.Veo como si todo se moviera en cámara lenta, hay Diosito en serio no estoy preparada para este encuentro. Ya ni presto atencion al parloteo de la señora Williams, mi atencion esta puesta en el insecto que se aproxima… todo mi cuerpo está en alerta máxima. Preparándose para salir corriendo de aquí en la menor oportunidad.-Catalina todo este tiempo he tratado de comunicarme contigo, pero… tu hermano me advirtió que me mantuviera alejado. Sin embargo te estuve llamando a tu celular jamás respondiste –Son las palabras, que suelta prácticamente sin respiras al ubicarse frente a mí.¡En serio, que tiene un gran valor, después de todo el muy descarado!-¿No tienes nada q
Demian Stuart -Hijo, que bueno llegaste temprano hoy, ya es hora que seas más responsable con Denn –Mi madre como siempre recordándome que no paso mucho en casa. -¿Cómo esta Denn? –pregunto de inmediato, sin interés en lo siguiente que dirá mi madre después de darme la bienvenida con sus tan sutiles reclamos. -Oh, mi pequeño niño está más tranquilo ahora, está jugando en esa endemonia consola o como se llame con Dixon en su habitación, ¡No sé!, que tiene de bueno perderse en esa cosa para mantenerlos tan entretenidos a ambos. A pesar que tu hermano ya es un adulto exitoso parece que nunca dejara de ser tan infantil puede ponerse al nivel de un niño. -Mmm…. está bien madre deja que se diviertan, eso hace feliz a Denn. -Demian, has pensado en mi propuesta. Sé que no te gusta que interfiera en tu vida personal, pero sabes que estoy en lo cierto… Denn, necesita una influencia materna para ayudarle con sus crisis. Además no pueden continuar más tiempo solos, ya han pasado cinco años d
Catalina Abrego -¿Cómo dice señor Anderson? –Esto debe ser una pesadilla, no es cierto; aún sigo dormida en mi camita, lo que estoy escuchando definitivamente no es real. -Señorita Abrego…. Su esposo se niega como repito a consentir la anulación. -¿Entonces vamos por solicitar el divorcio en los juzgados?, ¡cierto! –Noto por su semblante que se pone en tensión con mi sugerencia, que está considerando lo siguiente que me va a decir…. ¡Como que no me va a gustar para nada! -Lamento informarle que su esposo, no está dispuesto permitir ninguna anulación o divorcio con usted. Además agrego que si insiste por ese camino no dejara que pase, por lo que amenazó con tomar medidas para impedirlo. -¿Medidas señor Anderson?, ¿Cuáles medidas?... hasta donde se soy libre de tomar mis decisiones, si no quiero permanecer siendo su esposa, ¿Por qué quiere retenerme? -Me temo señorita que tiene pruebas a su favor para impedir nuestro propósito. Debo agregar que estableció una fecha límite para que
Catalina Abrego -Doctora Abrego, sea usted y su personal bienvenidos. Se nos informó de todas sus solicitudes para la consulta, así que cumpliendo con su petición, esperamos esté en orden todo a su satisfacción. Nos recibe un señor entrado en años, que me dirige una mirada intensa, para luego desaparecer en cuestión de segundos, para ser remplazada con una cálida y amable sonrisa. ¿Sera que me imagine esa mirada?, ¡Oh, solo estoy un poco tensa!... y no entiendo la razón. Sin darle mucha importancia a nuestra primera interacción, me concentro en todos los pasos a seguir. Asumiendo que es el mayordomo, nos dejamos llevar por su cortesía, quien nos guía donde se encuentra actualmente mi pequeño paciente para estudiarlo sin ninguna interferir en su medio. -Gracias, es muy considerado de su parte… disculpe ¿Cuál es su nombre? -Oh, mil disculpas doctora por no presentarme, soy Ricardo mayordomo de la familia Stuart –Correspondo su amabilidad con una dulce sonrisa. -Sí, me siguen por
Demian Stuart A una distancia prudente observo toda dentro del invernadero. Sabia, que esto iba a suceder cuando mi hijo tuviera su primera interacción con Catalina. A pesar de eso permití que continuara, tenia mis razones para eso ¡díganme loco manipulador!, pero quería este impacto emocional en ella. -Demian, ¿Estás seguro de esto hermano? ¡No!, temes que sea demasiado para Denn y termine sufriendo una crisis. -Estoy seguro, como también sé que mi hijo va resistir este encuentro –Mi hermano pone mala cara, puedo notar que no está de acuerdo conmigo –Tranquilo Dixon sé que hago, así que para con tu intensidad hermanito menor. -Si, nuestra madre interviene en esta locura tú sabrás…. Y eso que Ricardo cargue con eso ¡no es justo!, sabes que al pobre hombre, puede darle un infarto de la impresión. ¡Cierto!, no tienes ni un poquito de miedo que se nos muera ¿Cuántos años tiene ya setenta o algo así?, ¿Cómo no previniste al pobre? -Dixon, ¡Basta de aclaraciones! -¡Como sea gruñón!,