Demian Stuart
Eso no era malditamente posible…. mi mujer tenía cinco años que lamentablemente la perdí el día del nacimiento de mi hijo, ese fatídico día mi amada Carlota murió como resultado de una complicación obstétrica, que no fue considerada en su momento por sus médicos, dejándome solo para criar a mi pequeño Dem, mi hijo la ha pasado muy mal con su ausencia, mientras ella está ahí ¿cómo es posible?
Mi querida Carlota está en la pista de baile moviendo sus caderas seductoramente para deleite de los mirones en este lugar, la mayoría hombres con un solo pensamiento en sus mentes perversas, follarse una chica esta noche sin ningún compromiso, concebir ese pensamiento en mi cabeza me enfurece, con mis manos hechos puño lo único que puedo pensar es que nadie va a tocarla. Por qué esa mujer me pertenece y a nadie más.
-Oye, Demian que te sucede de pronto se siente un aura raro proveniente de ti amigo –comenta Henry con un toque en su voz de burla, cretino no tiene idea porque del cambio en mi estado de ánimo.
Continuo observando a las dos chicas quienes ya comenzaron a llamar la atencion no deseada de unos tipos que claramente las están devorando con la mirada, sin pensarlo mucho me pongo de pie como respuesta a que esos tipos pongan sus manos asquerosas en mi mujer o más bien en la chica que es su vivido retrato, nadie que no sea yo puede ponerle una mano encima.
-Demian al fin te decidiste por una chica ¿Dime cual es la afortunada para saber si gane la apuesta? –dice el tonto de Jonathan esbozando en sus labios una sonrisa.
-No, se trata de ninguna de sus opciones mis estimados amigos, sino que se trata de otra chica que aunque no me lo crean jamás espere encontrar en este lugar.
-De que hablas hermano ya se te subieron los tragos por eso comienzas hablando incoherencias.
-Ya cállate Jonathan mejor dejemos que Demian nos saque de nuestra ignorancia, vamos hombre deja el misterio.
-Mira en dirección a esas chicas que están cerca de la plataforma del dj una vez la veas me dices si estoy loco a causa de los tragos, que ya comenzaron hacer efecto en mi para ver alucinaciones.
Todos vuelven su mirada donde les indique, se cuál es el momento preciso que descubren el origen de mi cambio de ánimos.
-¿Qué m****a, esto no es posible?, alguien de ustedes me puso algo diferente en mi bebida –murmura Henry entrecerrando sus ojos en dirección de la chica con el vestido gris.
-Demian, esa chica es idéntica a Carlota no me lo puedo creer ¿cómo es posible? –pregunta Gregory que por primera vez en todo este viaje a expresado interés real por algo.
-No, tengo la más mínima puta idea. Solo sé que es idéntica a Carlota.
-Pues más vale que te apresures a dirigirte en su dirección si no quieres que caiga en las garras de los gavilanes que comienzan a sobrevolarla, digo si piensas hacerle frente –Jonathan me mira como si fuera un idiota.
Pero no son sus palabras quienes me hacen caminar en su dirección, sino al notar la presencia de dos tipos de la mayoría de buitres que están pendientes de ellas, son los primeros en acercarse, pero lo que están tramando no va a pasar sea lo que tengan en mente tendrán que retroceder, ¡si ella se retira con alguien esta noche solo será conmigo!, tras mis pasos a mi espalda siento la presencia de mis amigos no me dejaran solo en esto de lo que estoy muy agradecido.
A unos pocos metros donde ellas se encuentras puedo ver como se incomodan por la presencia de compañía no solicitada, de repente toda mi visión se vuelve rojo como resultado de la furia que me invade por el atrevimiento de uno de los tipos al rodear su esbelta cintura. Noto como ella trata de alejarlo con cortesía pero el hombre claramente ebrio insiste en ignorar su negativa, eso ahora mismo voy a arreglarlo con ese hijo de puta.
Catalina Abrego
Mientras tanto.
Entre nuestra bruma de diversión fuimos interrumpidas por la presencia de dos hombres que con todo descaro colocaron sus brazos alrededor de nuestras caderas sin nuestro permiso, dirijo mi mirada suplicado ayuda a Georgina, pero lamentablemente ella está lidiando con el otro cretino.
Me remuevo inquieta tratando de librarme de su agarre, el fuerte aroma a licor proveniente de su aliento comienza a marearme al mismo tiempo resultarme nauseabundo.
-Vamos nena no te resistas, hasta hace un momento estabas provocando a todos los hombres en este lugar –dice, el tipo mientras acerca sus labios bajo el lóbulo de mi oreja, evocando una nueva ola de nauseas en mí, este cretino realmente piensa que es la forma correcta de abordar una chica.
-Puedes retirar tus brazos de mi cintura por favor –pronuncio cada palabra despacio para hacerme entender con el tipo, pero no parece captar lo que solicito o simplemente me está ignorando el muy imbécil.
-Tu, no quieres eso cariño se nota a que has venido, está claro que buscas un hombre para pasar la noche yo puedo complacerte.
-Más vale que me sueltes o sino....
Pero no logro concluir lo que iba a decir ya que el hombre cubre mi boca con su enorme mano ¿Dónde está la seguridad de estos lugares cuando se necesitan?, veo en dirección a Georgina nuevamente. Ella ya se liberó de su captor viene en mi ayuda, pero se encuentra lejos para llegar rápido, al parecer este par de escorias pensaron en mantenernos alejadas una de la otra para que fuera más fácil su cometido. Veo a mi amiga sortear cuerpo a su paso, para tratar de llegar justo donde estoy lidiando con este abusivo hombre.
-Deja de fingir mujerzuela se ha lo que has venido yo puedo dártelo –vuelve con sus sucias palabras el cretino.
A mis espaldas puedo escuchar la voz profunda de otro hombre que no estoy segura si es de la seguridad de la discoteca hablar con total autoridad después de mi captor.
-Espero por tu maldito bien que sueltes a la señorita que claramente no quiere tener tus atenciones porque de lo contrario voy a romperte cada hueso de tu estúpida cara.
-Así, tú y cuantos más –habla retador el tipo asqueroso.
-Créeme conmigo es suficiente –dice la persona a quien le pertenece la voz de mi salvador.
-Vamos imbécil suelta de una puta vez a mi amiga –escucho los insulto de mi querida Georgina. Que finalmente consiguió llegar en mi ayuda.
Como puedo trato de ver tras mi espalda, miro con sorpresa que no solo está mi amiga sino que la acompañan cuatro hombres altos con gran presencia, como que no me parecen guardias de seguridad.
-Entonces amigo que decides sueltas a la chica –después de un breve silencio agrega una voz diferente a la primera –oh, tienes deseos que te rompamos los huesos, es tu decisión hermano pero no terminaras nada bien.
Pronto siento como pierde su agarre sobre mi cuerpo el tipo ebrio, cuando es removido por la fuerza por uno de los chicos que llegaron a socorrerme.
Inmediatamente ocupando su lugar un hombre alto de cabellos oscuros y afilada mirada me coge por la cintura con un brazo mientras que con el otro eleva mi mentón para verlo al rostro.
-Estas bien, te hizo daño –pregunta el hombre que me mantiene entre su brazo evitando de esa manera que mi cuerpo seda hasta el piso ya que luego del golpe de adrenalina de un inicio esta se vio drenada en segundos al sentirme a salvo.
-Oye, estas a salvo necesitas sentarte ven conmigo –en seguida soy guiada a una mesa al otro lado de la pista, ubicada en una zona exclusiva, pisándonos los talones somos seguidos por Georgina y los otros tres chicos que acudieron en nuestra ayuda.
-Ven, con cuidado siéntate todo estará bien estas a salvo –yo solo puedo asentir con mi cabeza, pero sé que estoy entrando en shock después del susto que me dio ese hombre ya que cada fibra de mi cuerpo está comenzando a temblar.
-Gregory, ven aquí creo que ella no está bien ayúdala –escucho preocupación en su tono de voz por mi estado actual así que me obligo a responder.
-Estoy bien, en serio solo un poco asustada, pero ya pasara solo necesito unos minutos para sentirme mejor, gracias por su ayuda.
-No, tienes por quedarlas –cuando pronuncio esas palabras me dirigió una intensa mirada.
-Catalina, amiga estas bien –mi pobre amiga pregunta con angustia en su voz colocándose justo a mi lado.
-Sí, estoy bien Georgina no te preocupes ya paso de acuerdo.
Pero como se cómo es ella no estará a gusto hasta que este realmente convencida mi mama’ pollo siempre cuidando de su polluelo.
-Quiero a esos cretinos fuera de aquí en este preciso momento –ladra elevando un poco la voz el chico con profunda voz mientras su mirada gélida se torna asesina –son un peligro para otras chicas.
-Eso es un hecho ahora mismo Henry se está haciéndose cargo tranquilo Demian –así que ese es el nombre de mi salvador, Demian es un nombre adecuado definitivamente para este hombre que exuda una imponente energía.
-Por favor señorita beba este jugo va a sentarle bien –dice, el hombre que si recuerdo bien se llama Gregory con una ligera sonrisa en mis labios le agradezco sus atenciones.
-Muchas gracias.
Tomo el vaso que me ofrece para llevarlo a mis labios bajo la atenta mirada gris del hombre cuyo nombre es Demian.
Demian Stuart Ella no es Carlota pero su rostro, su voz y su cuerpo son idénticos. Sin embargo su forma de expresarse es muy diferente. Su mirada es tímida, pero hay una cierta inteligencia en ella que no era propio de mi mujer quien de encontrarse en la situación que acaba de pasar esta chica definitivamente se hubiera desmayado. Mi Carlota no toleraba la más mínima tensión emocional, nunca en su vida se atrevería a enfrentarse a un hombre como esta mujer lo hizo, ella era otra persona pero no entendía el gran parecido que compartían. Clave mi mirada en su rostro tratando de comprender como era posible que fueran como dos gotas de agua idénticas, mi mujer jamás me hablo que tuviera una hermana gemela. ¡Hasta donde yo tenía entendido ella era hija única! Sí, es real que en el mundo existen copias exactas de nosotros, eso podría explicarlo todo en este momento. ¿Qué otra cosa me aclararía que esta mujer tenga el rostro de mi mujer?, no encuentro ninguna explicación valida en mi c
Catalina AbregoConforme avanza nuestra noche su mirada penetrante se mantiene vigilante de cada una de mis acciones, entre un trago y otro, poco a poco siento que mi mente comienza a nublarse, es una sensación extraña que jamás había experimentado en mis veintiséis años de vida.Todo lo contrario de ellos que permanecían frescos como una lechuga eso incluía a mi querida amiga Georgina que podía ponerse a la par de cualquier bebedor hombre sin mucho esfuerzo.Su profunda mirada gris me tenía atrapada, estaba enfocado en mi dirección todo el tiempo, ¿quizás ese era el motivo porque estaba consumiendo más licor del que realmente puedo tolerar?, era como si cada fibra de mi cuerpo respondiera a todos y cada uno de sus gestos, sentía mucho calor esparciéndose por mis venas. De seguir de esta manera terminaría incinerándome aquí mismo.Quería concentrarme en otra cosa menos en su intensa mirada, pero estaba resultando muy difícil me atraía incluso su forma de respirar que sucedía conmigo.
Catalina AbregoSu pesada respiración me hace cosquillas en mi cuello, su calor me hace sentir cómoda me mantiene presionada contra su tonificado abdomen, mis ojos los mantengo cerrados inhalando su delicioso aroma, ¿Pero algo no está bien aquí?, hay una diferencia no logro comprender de que se trata, ¿Desde cuándo Cristian cambio su colonia?Esa pregunta en mi cerebro fue lo que me trajo de mi profundo sueño, abrí mis ojos poco a poco aunque mi visión no era completamente clara estaba conciente que esta no era mi habitación, veo a mi alrededor a través de mi empañada mirada preguntándome ¿Dónde estoy?Esta habitación no la reconozco para nada, es mucho más grande del lugar en que nos estamos quedando con Georgina. ¿Quién está junto a mí en la cama?Con un poco de temor recorriendo cada fibra de mi cuerpo decido volver mi rostro hacia la persona a mi costado, considerando el brazo que rodea con fuerza mi cintura para mantenerme contra ese cálido cuerpo. Sé que se trata un hombre.¡Di
Catalina AbregoUna vez llegue a nuestra suite me fui directo a la recamara de Georgina, necesitaba saber si estaba bien, además saber si no había terminado acostándose como yo con uno de esos chicos.Abrí su puerta entre para verla cómodamente durmiendo sobre su cama como si nada, me dieron ganas de traerla de su pacifico sueño con un grito, pero en fin yo era una adulta mi amiga no tenía la culpa de lo ocurrido menos era mi madre para cuidarme todo el tiempo.Retrocedí sobre mis pasos hacia la puerta, necesitaba ducharme para conseguir aclarar un poco mi mente porque siendo honesta me sentía muy confundida ya que ni siguiera recordaba que paso hace unas horas entre Demian y yo.Al llegar a mi recamara me libero de mi ropa dejándola caer en un manojo de tela sobre la alfombra completamente desnuda camino hacia el baño, dentro del pequeño espacio hay un gran espejo de cuerpo completo donde puedo verme en todo mi esplendor, me estudio cada centímetro de mi piel expuesta en busca de pru
Demian StuartHoras después en el aeropuerto de Washington D.C Mi avión privado finalmente llego a mi ciudad, no me tarde mucho tiempo en abordar de inmediato la camioneta que me llevaría junto a mi hijo.Sentía cada fibra de mi cuerpo en tensión, hasta cuando mi pobre niño seguiría sufriendo me siento tan inútil por no poder ayudarlo, desde que esto comenzó me vi completamente inútil yo era bueno para cualquier negocio en mis manos, pero cuando se trataba de la estabilidad emocional de mi hijo Denn estaba frustrado tratara lo que fuera nada daba resultado, ninguna terapia funcionaba.Mi hermano Dixon incluso me está ayudando a investigar sobre el paradero de una psicóloga infantil graduada en la Universidad de Princeton, según todo lo que sabemos sobre ella vive aquí mismo en Washington donde tiene un consultorio donde trata a sus pacientes, es muy hábil en tratar casos difíciles que para otro psicólogos ni siquiera pueden controlar por ese motivo su agenda está demasiado ocupada
Catalina Abrego Salgo de la ducha envolviendo mi cuerpo con una toalla dejando caer mi cabello húmedo sobre mis hombros camino en dirección a mi cama para aplicar crema humectante sobre mi piel antes de dormir un poco ya que me siento agotada de todas las emociones recientes. Tomando un pequeño frasco de mi marca favorita comienzo aplicando una cantidad generosa de crema sobre cada centímetro de mi piel iniciando por mi cuello para continuar por el resto de mi cuerpo, me entretengo sobre mis muslos cuando concentro mi mirada sobre mi dedo anular una banda de oro con una brillante roca rosa llama mi atencion. ¿Cómo llego ese anillo a mi dedo?, me pregunto confundida no recuerdo que Cristian lograra colocar su anillo en mi dedo ya que la ceremonia fue interrumpida con su llegada…. Cierro mis ojos conteniendo una nueva ola de lágrimas. Elevo mi mano para estudiar ese anillo en mi dedo trato de hacer memoria, no recuerdo traerlo conmigo así que de donde salió entre cerrando mis ojos an
Demian Stuart -Cuál es la excusa para tu incompetencia en esta ocasión –con mis puños dentro de mis bolsillos vuelvo mi rostro en dirección de Alejandro, quien aunque trata de disimular sé que está nervioso. -Señor Stuart aún no se tienen noticias de su esposa, pero estamos utilizando todos los recursos disponibles, mientras que los señores Henry y Gregory están haciéndose cargo. -Debo estar complacido con sus esfuerzos, que no rinden resultados –digo apretando mis dientes hasta que mi mandíbula duele – ¿Esta mi esposa aquí?…. Acaso no fui suficientemente claro, cuando dije que no quería excusas. Noto como su manzana de adán se mueve de arriba para abajo, cuando traga con dificultad como respuesta a mis palabras. -Yo…… - ¿Quiero resultados Alejandro sino prefiero no ver tu rostro?, espero que entiendas eso ahora márchate que me molesta verte – Con su rostro completamente pálido sale de mi oficina, algo que siempre he odiado es la incompetencia de mis subordinados. En especial
Demian Stuart -Demian no fuimos muy útiles amigo de verdad lamentamos quedarte mal, pero te juro que buscamos por cada rincón en las Vegas, pero ella definitivamente ya no estaba ahí. Es como si la tierra se tragara su rastro. Comenta Henry con frustración. Comparto con él esa emoción, pero a niveles más elevados que oprimen mi pecho ¿Cómo una persona puede desaparecer en la nada? -Y sus datos de identificacion son reales, ¿Por qué todavía no los utilizan?, entonces por ahí daremos con Catalina –digo entre dientes asiendo notorio para mis amigos que estoy más allá de molesto y desesperado, porque no sé nada de mi esposa desde esa noche. -Piensas que no mintió con sus información personal, en ese caso iré al registro de personas solicitare información utilizando mi cargo, pero me deberás muchos favores que pienso cobrar hermano. Henry sonríe con malicia ya me imagino, cuál será el tipo de favor que quiere, con tal de encontrar a mi mujer no me importa ese pequeña recompensa. -Co