Demian Stuart

Mi esposa estaba unos pocos metros de distancia de mí con un lindo vestido floral, que aunque no era maternal hacia que se notara un poco su pequeña pancita. Donde nuestro hijo aguardaba hasta que esté listo para nacer.

Aun, desconocíamos su sexo porque habíamos faltado a la cita con su médico. Ya que ella viajo a España en esas fechas. Pero ya no pospondría más tiempo conocer si era una niña o niño.

Cada día mi mujer se volvía mucho más hermosa. El embarazo en mi mujer les sienta muy bien.

-Es una belleza esa mujer, no hay duda que supiste elegir muy bien, Demian Stuart –Escucho una voz conocida a mis espaldas –No, esperaba verte en estas circunstancias amigo. Quien me iba a decir, que este caso estaría relacionado contigo y afectaría directamente a tú familia.

-¿Por qué no abandonas a tus representados y trabajas a mi favor en esto? No tiene sentido ponerte en mi contra Max.

-Jajaja como voy hacer eso, ellos me contrataron primero amigo. Como siempre hablas sin a