Demian Stuart -Demian, ¿Cuándo llegaste? Me quede dormida esperando tener noticias de ti… Estaba muy preocupa tú eres un desconsiderado… Me riñe mi mujercita dándome con sus pequeños puños golpes en mi pecho completamente molesta. -Mi amor cálmate no llame porque está demasiado ocupado. Además ahí no permiten estar haciendo llamadas por seguridad. Es un lugar restringido sabes. Si, acepto que fue un error no comunicarme contigo cariño. Pero estoy bien tranquila. No quise asustarte. Digo, tratando de controlar a mi pequeña fiera que no para con sus arremetidas en contra de mis pobres pectorales. Sí que tiene fuerza mi esposita. Hasta que de repente escucho un sollozo proveniente de ella. Mi niña está llorando. Su llanto me lastima es como miles de puñaladas a mi corazón. Sabía que era un error dejarla sola lidiando con todo lo que paso. Pero por nuestro bien mis acciones eran necesarias. Todo para protegerlos contra quien quiere lastimarlos. Tenía que sacrificar mi tiempo con mi
Catalina Abrego Era hora de volver a mi mundo. No podía seguir posponiendo mi regreso a mi clínica por más tiempo. Ni continuar descuidando mi consulta con los pequeños pacientes que tanto me necesitaban para superar sus problemas emocionales. Que igual que mí pequeño hijo luchan día a día, contra esos miedos que no los dejan vivir su vida completamente normal entre sus familiares y conocidos. A pesar de todos los problemas existentes en mi vida personal debía volver. No quería continuar tras cuatro paredes pensando en miles de cosas relacionados a los múltiples problemas que va acarrear a mis pobres padres esa supuesta tía. Con su aparición la tranquila vida de mis progenitores se terminó. Pero no solo a causa de ella debo aceptarlo tengo también parte de la culpa por meter entre nosotros a Cristian alias ladrón. -Doctora Abrego, me alegra mucho verla. Ya tengo en orden su agenda como solicito. Por suerte en su ausencia no hubo citas que tuviera programadas. Así que no quedo mal
Catalina Abrego Esa mujer tenía una habilidad para irritarme enorme. Parece que ella sabe cómo tocar mi punto débil, para hacer que estalle como polvorita. Pero jamás voy a demostrar que consigue molestarme su presencia. Más que mi reacción de este momento. Porque sinceramente ni una santa soportaría a esa insufrible mujer sin enojarse un poquito. Ahora espero que entienda un poco a qué atenerse siempre que provoque ¡Porqué me va encontrar! Ya estoy cansada de siempre dejarle pasar sus impertinencias a esa mujer! ¿Qué se cree ella? El simple hecho que sea alguien especial para mí suegra, no significa absolutamente para mí. No, tengo porque aguantarla para llevar la fiesta en paz con doña Marta. Al fin de cuentas ni ella me agrada tan poco que se diga. Desde que tomo su elección de estar en el bando Helen bruja. Mi suegra se convirtió en una persona no grata para mí. Y lo malo de esto. Era que debía soportarla todo el tiempo mientras permaneciera en su casa. ¡Porque esa casa era su
Catalina Abrego Nuestro pequeño hogar era una linda casa a las afueras de la ciudad de Washington, rodeada de miles de árboles. Un rinconcito en este inmenso mundo que podemos decir que nos pertenece completamente. Donde no tendríamos la intromisión de extraños. ¡Sonrió encantada con nuestra sorpresa! Cuando Demian llegó esta tarde jamás me espere que nos diera una alegría como esta. Me parece un sueño que nos hubiera comprado una casa. ¡Nuestra casa! Sonrió feliz con su obsequio. Es una hermosa sorpresa que Demian planificó. Nunca creí que este hombre con su actitud de macho alfa que todo el tiempo es un mandón. Tenía un corazoncito detallista. Veo, a mí alrededor con admiración cada acabado, adorno, mueble que fue personalmente seleccionado por mi maridito para nosotros. ¡Dios esto calienta mi corazón con mucho amor por ese chico travieso! Quien diría que Demian tenía tantos dotes para la decoración de interiores ¡Santo cielo! Incluso puede dedicarse a eso profesionalmente. S
Catalina Abrego El roce de sus dedos sobre mi pequeño bulto en el estómago activa cada célula de mi piel. Provocando una marea de sensaciones que se acumulan en mi vientre. Catapultándome a un lugar conocido donde solo Demian es capaz de llevarme. Luego de acariciar con sus enormes manos y besar sobre la piel que cubre a su hijo, mi esposo me toma de mis pantorrillas para colocar mis piernas alrededor de sus glúteos tonificados. -Mi amor mantén tus piernas de esa manera te haré sentir muy bien te lo prometo –Siempre busca complacerme eso me encanta. Demian mientras hacemos el amor es dulce y muy cuidadoso. A pesar que en ocasiones se vuelve intenso es como una maquina bien aceitada destinada al placer. Cada vez que estamos juntos hay algo nuevo que me hace olvidarme de respirar. Es todo un experto para llevarme a mi perdición. -Te amo Catalina, jamás olvides que solo pertenezco a ti mi pequeña. Nadie va interesarme más que tú en esta vida ni en la siguiente. Aunque de verdad cre
Catalina Abrego -Hoy iré a dejarte al colegio Denn, pero antes debes desayunar de acuerdo. No quiero que dejes nada de comida en tú plato bebé come despacio que aún tienes tiempo. Mi hijo asiente con sus mejillas infladas por la comida. Se mira tan lindo que me dan ganas de apretar esos sonrojados globitos de querubín. -Hable con nana Gloria para que se mude con nosotros. Así tendrás a alguien para ayudarte con las cosas que se deben hacer en la casa. Cuando estés fuera en tú clínica. Espero que estés bien con eso Catalina -Comenta Demian metiendo a su boca un trozo de fruta. -Estoy bien con esa decisión amor, porque realmente no puedo manejar sola este lugar. Además no estoy acostumbrada a ocuparme de una casa. Siempre fueron mi nana y mamá, quienes se encargaban de todo en nuestro hogar todos los días de mi vida -Digo un poco incomoda porque como una mujer moderna que soy me gustaría ser buena tanto en mi profesión como en mi pequeño hogar. También me encantaría ser tan hábil co
Demian Stuart Observo con atención su rostro, realmente. Piensa que voy a creer en sus palabras ¡Por Dios esta mujer debe estar mal de su cabeza! -Demian, necesito que confíes en mi verdad… Soy, tú suegra la madre de Carlota y abuela de Denn. Es justo que al menos me escuches. En esta situación existe dos historias hijo, porque me rechazas a mí, pero con Camila es diferente. Esta mujer es una excelente actriz o en serio está loca. -Amelia, no me gusta tú actitud. Seas o no, abuela de mi hijo vamos a descubrirlo muy pronto. Pero por el bien de ustedes, sugiero que te detengas inmediatamente. Sí, no quieres terminar mal en todo este drama. -No, quieres confiar en mi palabra… Yo soy realmente la madre de esas niñas y te juro, que voy a demostrarlo en la corte. Camila me robo a mi otra hija, aprovechándose de mi estado de salud cuando nacieron. Una vez todo esto salga a luz, terminaras disculpándote conmigo Demian Stuart. -¿Qué estas planeando hacer realmente Amelia? Porque estoy se
Demian Stuart Entrelazados nuestros dedos, mientras esperamos fuera del despacho de su señoría. El momento que nos reciba para conocer su decisión sobre nuestro caso contra al cretino ex prometido de mi esposa. Siento cuanta tensión tiene mi mujer, no es fácil enfrentarse a un hombre que en alguna ocasión represento algo bueno en tú vida para luego convertirse en tú pesadilla. -Mi amor, si en un momento de la reunión te sientes incomoda me lo dices para marcharnos. De acuerdo, no quiero que soportes tensión más que la necesaria. -Puedo resistirlo bebé de verdad. Pero te prometo que si me incomoda demasiado voy a decírtelo –Ni, será necesario que ella me lo diga. Siempre estoy pendiente a cualquier reacción que ella tenga. Catalina es mi esposa no soporto verla incomodarse en ningún momento. En especial en esta ocasión que debe estar cara a cara, con ese idiota. -Pronto llega el señor juez seguro es cuestión de unos minutos para conocer su decisión final. Así que tranquila cuñad